QUIERO ROBAR A LA LUNA...
Quiero robar a la luna
un trocito de cordura
y también una aceituna
con su hueso de mesura.
Quiero escribir un poema
para sentir que, de veras,
la verdad no es teorema
por mucho que la vistieras.
Quiero sentir la nostalgia
de aquellos días de infancia,
donde el reuma y lumbalgia
eran algo sin sustancia.
Quiero saber qué contienen
esos llorosos cipreses,
porque la vida detienen
como ostentosos marqueses.
Quiero llorar, como lloran,
las estrellas con las olas,
y con ellas se enamoran
las hermosas caracolas.
Quiero escuchar la sonrisa
que desgranas día a día,
cuando sientes que la brisa
deja en ti, su poesía.
Quiero vivir unos sueños
donde los niños que quiero
deben de ser esos dueños
de un inocente Platero.
Quiero aspirar tu perfume
y que acelere mi lumbre,
para ver si se consume
esta triste incertidumbre.
"...Porque querer es amar
yo solo quiero la sal
que recogida del mar
lleve hasta ti, mi caudal..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/15
un trocito de cordura
y también una aceituna
con su hueso de mesura.
Quiero escribir un poema
para sentir que, de veras,
la verdad no es teorema
por mucho que la vistieras.
Quiero sentir la nostalgia
de aquellos días de infancia,
donde el reuma y lumbalgia
eran algo sin sustancia.
Quiero saber qué contienen
esos llorosos cipreses,
porque la vida detienen
como ostentosos marqueses.
Quiero llorar, como lloran,
las estrellas con las olas,
y con ellas se enamoran
las hermosas caracolas.
Quiero escuchar la sonrisa
que desgranas día a día,
cuando sientes que la brisa
deja en ti, su poesía.
Quiero vivir unos sueños
donde los niños que quiero
deben de ser esos dueños
de un inocente Platero.
Quiero aspirar tu perfume
y que acelere mi lumbre,
para ver si se consume
esta triste incertidumbre.
"...Porque querer es amar
yo solo quiero la sal
que recogida del mar
lleve hasta ti, mi caudal..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/15
TENGO TU CUERPO ESPOSADO...
Tengo tu cuerpo esposado
sin grilletes ni cadenas
y lo tengo, ante mis ojos,
en un lecho de violetas.
Con tus manos bien atadas
hay temblor en esa cuerda,
y en el lazo sinuoso
que te baja por las piernas.
Hay temblor en tu mirada
y en el cuerpo de sirena,
que me mira y me persigue
mientras soplo entre tus cejas.
Una nube te desnuda
y me ofreces tu melena,
con tu risa alborozada,
parlanchina y tan coqueta.
Tengo tu cuerpo esposado
y le escribo este poema,
recogiendo entre tus nalgas,
con mis dedos, estas letras.
Versos plagados de fuego
con metáfora de iglesia,
pero que son, simplemente,
esas llamas de la hoguera.
La que revive en el alma,
la que se quita la venda,
la que alimenta mis dedos
para buscar a tus venas.
Para sentirlas desnudas
a mi lado, en esta ofrenda,
con la sangre acelerada
y alimento del poeta.
"...Tengo tu cuerpo esposado
y tatuado en mi cabeza
porque te quiero de amante
y también de compañera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/07/15
sin grilletes ni cadenas
y lo tengo, ante mis ojos,
en un lecho de violetas.
Con tus manos bien atadas
hay temblor en esa cuerda,
y en el lazo sinuoso
que te baja por las piernas.
Hay temblor en tu mirada
y en el cuerpo de sirena,
que me mira y me persigue
mientras soplo entre tus cejas.
Una nube te desnuda
y me ofreces tu melena,
con tu risa alborozada,
parlanchina y tan coqueta.
Tengo tu cuerpo esposado
y le escribo este poema,
recogiendo entre tus nalgas,
con mis dedos, estas letras.
Versos plagados de fuego
con metáfora de iglesia,
pero que son, simplemente,
esas llamas de la hoguera.
La que revive en el alma,
la que se quita la venda,
la que alimenta mis dedos
para buscar a tus venas.
Para sentirlas desnudas
a mi lado, en esta ofrenda,
con la sangre acelerada
y alimento del poeta.
"...Tengo tu cuerpo esposado
y tatuado en mi cabeza
porque te quiero de amante
y también de compañera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/07/15
HOY HE VISTO A LA LUNA CRECIENTE...
Hoy he visto a la luna creciente
desplegar su belleza y su brío,
asomando entre nubes muy altas
y dejando su luz y su brillo.
He mandado a la luna un recado
y también unos versos cortitos,
pronunciando, con ellos, el nombre
que me dictan, mi pecho y latidos.
Hoy renace, otra vez, de las sombras,
y se asoma a la tierra en que vivo,
para ser la guardiana celeste
y la cara señera que admiro.
Muchos hombres cantaron su gloria
porque fue la madraza de niños,
y a la vez, la pastora callada
que guiaba el rebaño hacia el río.
Hoy he visto a la luna creciente
y temblé, como tiemblan los lirios,
al sentir el frescor de la noche
y, sin duda, el creciente rocío.
No he sabido ocultar ese beso
que a la luna mandé con sigilo,
ni he podido impedir, a mi mano,
que tejiera el poema que escribo.
¡Cuántas veces he escrito a la luna
esperando el mensaje divino,
la respuesta, quizás, a mis letras,
que llegara cual leve suspiro...!
Pero hoy, que le mando mis besos,
a esta luna que empieza el camino,
yo sé bien, que a lo lejos, tus labios,
sentirán el mensaje que envío.
"...Hoy he visto a la luna de plata,
en creciente, luciendo un vestido,
y le dije que sí, que te amaba
para ser ese verso que ansío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/15
desplegar su belleza y su brío,
asomando entre nubes muy altas
y dejando su luz y su brillo.
He mandado a la luna un recado
y también unos versos cortitos,
pronunciando, con ellos, el nombre
que me dictan, mi pecho y latidos.
Hoy renace, otra vez, de las sombras,
y se asoma a la tierra en que vivo,
para ser la guardiana celeste
y la cara señera que admiro.
Muchos hombres cantaron su gloria
porque fue la madraza de niños,
y a la vez, la pastora callada
que guiaba el rebaño hacia el río.
Hoy he visto a la luna creciente
y temblé, como tiemblan los lirios,
al sentir el frescor de la noche
y, sin duda, el creciente rocío.
No he sabido ocultar ese beso
que a la luna mandé con sigilo,
ni he podido impedir, a mi mano,
que tejiera el poema que escribo.
¡Cuántas veces he escrito a la luna
esperando el mensaje divino,
la respuesta, quizás, a mis letras,
que llegara cual leve suspiro...!
Pero hoy, que le mando mis besos,
a esta luna que empieza el camino,
yo sé bien, que a lo lejos, tus labios,
sentirán el mensaje que envío.
"...Hoy he visto a la luna de plata,
en creciente, luciendo un vestido,
y le dije que sí, que te amaba
para ser ese verso que ansío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/15
DESCALCÉ LA MEMORIA...
Descalcé la memoria,
con su eterna sonrisa,
de un pasado remoto
que no quiere mi vida.
Desnudé de vestidos
aquel aura divina
y entendí, como nunca,
el frescor de la brisa.
Eran polvo y recuerdos
con pasado y cenizas,
un jardín arruinado
y sus rosas marchitas.
Y así fue, como entraste,
con tu luz tan sencilla,
y un aroma en la frente
que tus labios musitan.
Y dejaste temblando
en mi pecho una brizna,
del pedazo de cielo
que tus ojos tenían.
Descalcé la memoria
y corrí las cortinas
para ver, a lo lejos,
tu figura divina.
Y sin prisa, ninguna,
te rocé la rodilla,
admirando tus ojos
y las lindas pupilas.
Y bebí de tus labios
lo que en ellos había,
la ilusión y el deseo
con la magia infinita.
Desnudé, sin reparo,
tus caderas divinas,
y me vi, en el silencio,
escalando sus cimas.
Y llegué, hasta tu lado,
sin bastón y sin guía,
con los labios sedientos
a beber en tu orilla.
"...Descalcé la memoria
y quité su plantilla,
para hacer de tu alma
referencia en mi vida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/15
con su eterna sonrisa,
de un pasado remoto
que no quiere mi vida.
Desnudé de vestidos
aquel aura divina
y entendí, como nunca,
el frescor de la brisa.
Eran polvo y recuerdos
con pasado y cenizas,
un jardín arruinado
y sus rosas marchitas.
Y así fue, como entraste,
con tu luz tan sencilla,
y un aroma en la frente
que tus labios musitan.
Y dejaste temblando
en mi pecho una brizna,
del pedazo de cielo
que tus ojos tenían.
Descalcé la memoria
y corrí las cortinas
para ver, a lo lejos,
tu figura divina.
Y sin prisa, ninguna,
te rocé la rodilla,
admirando tus ojos
y las lindas pupilas.
Y bebí de tus labios
lo que en ellos había,
la ilusión y el deseo
con la magia infinita.
Desnudé, sin reparo,
tus caderas divinas,
y me vi, en el silencio,
escalando sus cimas.
Y llegué, hasta tu lado,
sin bastón y sin guía,
con los labios sedientos
a beber en tu orilla.
"...Descalcé la memoria
y quité su plantilla,
para hacer de tu alma
referencia en mi vida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/15
VAMOS AMOR...
Vamos Amor, a la playa,
para que pises la arena,
mientras las olas te mojan
en la incipiente marea.
Tus pies serán el señuelo
de ese salitre y salmuera
que te acaricia, sin freno,
y con la brisa te besa.
Serás, quizás, caracola,
aunque, si quieres, sirena,
cierra tan solo los ojos
para encontrar lo que quieras.
Puede que caiga la tarde
y con la noche, que llega,
nos desnudemos, sin prisa,
hasta sentirnos más cerca.
Olas que van y que vienen
con sus espumas de seda,
olas, tal vez, caprichosas
de blanquecinas estelas.
Vamos Amor, a la playa,
quiero escribirte un poema,
donde mis versos, temblando,
lleven suspiros y fresas.
Unos que salen del alma,
otras que van a tu vera,
entre mis letras, tan torpes,
para adornar tu presencia.
Quiero que sientas las olas
y hasta que escuches su ofrenda,
quiero mirar tus pupilas
para robar lo que llevan.
Y notarás que, mi mano,
busca a tu mano traviesa
para jugar con tus dedos
como si fueran de feria.
Quiero beber de tus labios
esa infusión de tus venas,
donde proclamas mi nombre
mientras susurra tu lengua.
"...Vamos Amor, a la playa,
para escanciar nueva esencia,
la de tu labio y mi labio
con la resaca indiscreta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
para que pises la arena,
mientras las olas te mojan
en la incipiente marea.
Tus pies serán el señuelo
de ese salitre y salmuera
que te acaricia, sin freno,
y con la brisa te besa.
Serás, quizás, caracola,
aunque, si quieres, sirena,
cierra tan solo los ojos
para encontrar lo que quieras.
Puede que caiga la tarde
y con la noche, que llega,
nos desnudemos, sin prisa,
hasta sentirnos más cerca.
Olas que van y que vienen
con sus espumas de seda,
olas, tal vez, caprichosas
de blanquecinas estelas.
Vamos Amor, a la playa,
quiero escribirte un poema,
donde mis versos, temblando,
lleven suspiros y fresas.
Unos que salen del alma,
otras que van a tu vera,
entre mis letras, tan torpes,
para adornar tu presencia.
Quiero que sientas las olas
y hasta que escuches su ofrenda,
quiero mirar tus pupilas
para robar lo que llevan.
Y notarás que, mi mano,
busca a tu mano traviesa
para jugar con tus dedos
como si fueran de feria.
Quiero beber de tus labios
esa infusión de tus venas,
donde proclamas mi nombre
mientras susurra tu lengua.
"...Vamos Amor, a la playa,
para escanciar nueva esencia,
la de tu labio y mi labio
con la resaca indiscreta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
ESCRIBIR UN SONETO...
Escribir un soneto es muy sencillo,
decía aquel maestro de mi infancia,
al final, con paciencia y elegancia
lo tienes casi, casi, en el bolsillo.
Avanzas cual paciente lazarillo,
le zurces una dosis de elegancia,
le pones una pizca de fragancia
y acabas otra estrofa como un pillo.
Empiezas la tercera en un momento
y sufres con el ritmo que ha cambiado
igual que con la rima y su lamento.
Y buscas el final tan deseado
haciendo del soneto un instrumento
que lleve tu candor al ser amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
decía aquel maestro de mi infancia,
al final, con paciencia y elegancia
lo tienes casi, casi, en el bolsillo.
Avanzas cual paciente lazarillo,
le zurces una dosis de elegancia,
le pones una pizca de fragancia
y acabas otra estrofa como un pillo.
Empiezas la tercera en un momento
y sufres con el ritmo que ha cambiado
igual que con la rima y su lamento.
Y buscas el final tan deseado
haciendo del soneto un instrumento
que lleve tu candor al ser amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
TE FUISTE CAPITÁN...
Te fuiste capitán, y tu trainera,
quedó muy solitaria en aquel puerto,
tan solo las gaviotas, que pasaban,
dejaban un saludo con su vuelo.
Las "sulas", bajo el puente, te lloraron,
las redes se quedaron con los versos,
los días y las horas transcurridos
volvían, en recuerdos, como un eco.
Te veo paseando por el muelle
con traje de Mahón y tan sereno,
que nada presagiaba tu partida
y menos un suspiro de lo eterno.
La vida tiene extrañas paradojas
y todo se resume como un cuento,
relatos de dolor y de alegría
y estrofas de poemas que leemos.
Te fuiste una mañana de verano,
muy lejos, a remar por esos cielos,
quizás para encontrar otras especies
de peces y comida para el cuerpo.
Es dura profesión la del marino
que lucha contra el mar en su velero,
soporta temporales y galernas
y cruza los umbrales del infierno.
Su cuerpo está cubierto de salitre,
los ojos de leyendas y misterios,
las manos en los remos y toletes
y el alma con la vela y con el viento.
Son armas, de pescar, en la bahía,
la caña, el mediomundo y el espejo,
y todos tienen dedos artesanos
que cumplen su función en un momento.
"...Te fuiste marinero, sin palabras,
dejando tus recuerdos en un "cesto",
la boina singular y aquellas botas
que fueron singladura de otros tiempos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/15
quedó muy solitaria en aquel puerto,
tan solo las gaviotas, que pasaban,
dejaban un saludo con su vuelo.
Las "sulas", bajo el puente, te lloraron,
las redes se quedaron con los versos,
los días y las horas transcurridos
volvían, en recuerdos, como un eco.
Te veo paseando por el muelle
con traje de Mahón y tan sereno,
que nada presagiaba tu partida
y menos un suspiro de lo eterno.
La vida tiene extrañas paradojas
y todo se resume como un cuento,
relatos de dolor y de alegría
y estrofas de poemas que leemos.
Te fuiste una mañana de verano,
muy lejos, a remar por esos cielos,
quizás para encontrar otras especies
de peces y comida para el cuerpo.
Es dura profesión la del marino
que lucha contra el mar en su velero,
soporta temporales y galernas
y cruza los umbrales del infierno.
Su cuerpo está cubierto de salitre,
los ojos de leyendas y misterios,
las manos en los remos y toletes
y el alma con la vela y con el viento.
Son armas, de pescar, en la bahía,
la caña, el mediomundo y el espejo,
y todos tienen dedos artesanos
que cumplen su función en un momento.
"...Te fuiste marinero, sin palabras,
dejando tus recuerdos en un "cesto",
la boina singular y aquellas botas
que fueron singladura de otros tiempos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/15
PERDÓNAME SEÑOR...
Perdóname Señor que, en mi ignorancia,
no entienda los dictados de la vida,
y sienta que hasta el alma se deshace
por culpa del dolor y de la ira.
Entiendo que hay misterios insondables
que abarcan una extensa geografía,
y puede que mi mente, tan pequeña,
ignore los senderos de la misma.
Por eso yo te pido que me ayudes,
que alientes a mis ojos con la brisa,
que vibre el corazón con la esperanza
de ver y comprender lo que tu dictas.
La vida es un conjunto de misterios
y Tú nos los ofreces día a día,
nos pones estas pruebas tan constantes
que sangra el corazón, con tanta herida.
Y Tú, que eres Amor, y estás al tanto,
seguro que comprendes mi agonía,
el cáliz tan amargo que me ofreces
con tanta incomprensión en la partida.
Arrancas amistades y cariños
dejando corazones sin derivas,
te llevas a los buenos y mejores
y siguen las cloacas con semillas.
Por eso, en este instante, no te entiendo,
ni sé por qué la muerte es lo que prima,
dejando corazones tan helados
así, como en suspenso, las sonrisas.
Ya sé que mis palabras son palabras,
producto irreflexivo, en la neblina,
con algo que Tú sabes y conoces
y está con mi conciencia en rebeldía
"...Perdóname Señor, lo reconozco,
no sé de tus designios y cuartillas,
ni sé como Tú escribes el poema
del hombre que hacia Ti, marcha y camina...·
Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/15
no entienda los dictados de la vida,
y sienta que hasta el alma se deshace
por culpa del dolor y de la ira.
Entiendo que hay misterios insondables
que abarcan una extensa geografía,
y puede que mi mente, tan pequeña,
ignore los senderos de la misma.
Por eso yo te pido que me ayudes,
que alientes a mis ojos con la brisa,
que vibre el corazón con la esperanza
de ver y comprender lo que tu dictas.
La vida es un conjunto de misterios
y Tú nos los ofreces día a día,
nos pones estas pruebas tan constantes
que sangra el corazón, con tanta herida.
Y Tú, que eres Amor, y estás al tanto,
seguro que comprendes mi agonía,
el cáliz tan amargo que me ofreces
con tanta incomprensión en la partida.
Arrancas amistades y cariños
dejando corazones sin derivas,
te llevas a los buenos y mejores
y siguen las cloacas con semillas.
Por eso, en este instante, no te entiendo,
ni sé por qué la muerte es lo que prima,
dejando corazones tan helados
así, como en suspenso, las sonrisas.
Ya sé que mis palabras son palabras,
producto irreflexivo, en la neblina,
con algo que Tú sabes y conoces
y está con mi conciencia en rebeldía
"...Perdóname Señor, lo reconozco,
no sé de tus designios y cuartillas,
ni sé como Tú escribes el poema
del hombre que hacia Ti, marcha y camina...·
Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/15
A LAURA... (IN MEMORIAM)
Hoy te vas y aquí queda tu legado
en forma de sonrisa permanente,
un clavel y un suspiro conveniente
pueden ser el regalo tan ansiado.
Te atreviste a venir y, con cuidado,
nos dejaste leyendas que, tu frente,
desgranaba de forma irreverente,
para luego esperar el resultado.
Pero debo decir, querida amiga,
que lograste escribir con confianza,
y lo hiciste a pesar de tu fatiga.
Hoy apena el recuerdo y la añoranza
al sentir esa silla, sin espiga,
aunque oculte tu huella en lontananza.
"...Seguiremos, sin duda, los senderos,
y los pasos señeros de tu danza,
para ser, de las letras, marineros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/07/15
HAY UN VERSO...
Hay un verso que espera, entre mis manos,
a que vengas, sin prisa, a recogerlo,
son suspiros nacidos en el alma
y que vieron la vida con mis dedos.
Pero sigo esperando tu venida
y que poses los ojos en el verso,
para darte el mensaje de cariño
y ese soplo, sereno, con mis besos.
Mientras tanto contemplo el horizonte
con sus campos repletos de recuerdos,
y me digo, que no, que no es posible
esa vuelta al pasado que no acepto.
Porque sigo la senda de la vida
a pesar de lo abrupto del sendero,
esquivando las rosas traicioneras
con espinas que ofrecen los deseos.
Hay un verso que tiembla, entre mis labios,
y que busca las líneas de tu cuerpo,
para luego posarse en tus pupilas
y bajar a la punta de tus senos.
Desde allí te dirá la poesía,
y también todo el bello sentimiento,
el que guarda en sus letras tan doradas
y que dice lo mucho que te quiero.
Son palabras, tan solo, ciertamente,
unas letras en forma de fragmento,
un mensaje de amor en la distancia
y quizás el principio de un soneto.
Pero todo en la vida es poesía
y también este verso que te ofrezco,
porque vibra el cariño en estas letras,
y el amor, tiene el verso, como centro.
"...Hay un verso que espera, a que tú llegues,
corazón de la vida y de los sueños,
para ti, mi pequeña mariposa,
la que cierra mis ojos con su vuelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/07/15
a que vengas, sin prisa, a recogerlo,
son suspiros nacidos en el alma
y que vieron la vida con mis dedos.
Pero sigo esperando tu venida
y que poses los ojos en el verso,
para darte el mensaje de cariño
y ese soplo, sereno, con mis besos.
Mientras tanto contemplo el horizonte
con sus campos repletos de recuerdos,
y me digo, que no, que no es posible
esa vuelta al pasado que no acepto.
Porque sigo la senda de la vida
a pesar de lo abrupto del sendero,
esquivando las rosas traicioneras
con espinas que ofrecen los deseos.
Hay un verso que tiembla, entre mis labios,
y que busca las líneas de tu cuerpo,
para luego posarse en tus pupilas
y bajar a la punta de tus senos.
Desde allí te dirá la poesía,
y también todo el bello sentimiento,
el que guarda en sus letras tan doradas
y que dice lo mucho que te quiero.
Son palabras, tan solo, ciertamente,
unas letras en forma de fragmento,
un mensaje de amor en la distancia
y quizás el principio de un soneto.
Pero todo en la vida es poesía
y también este verso que te ofrezco,
porque vibra el cariño en estas letras,
y el amor, tiene el verso, como centro.
"...Hay un verso que espera, a que tú llegues,
corazón de la vida y de los sueños,
para ti, mi pequeña mariposa,
la que cierra mis ojos con su vuelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/07/15
HOY MIS OJOS HAN LLORADO...
Hoy mis ojos han llorado,
corazón, y no de frío,
una nube gris y negra
ha pasado con sigilo.
Y ha cruzado por el cielo
como adentro, en el pasillo,
aleteo de pasiones
y tristeza de los niños.
Una gota en la fontana
se escapaba por su grifo,
y caía, lentamente
a ese suelo que es su sitio.
A lo lejos, las cigüeñas,
se solazan con el trigo,
y otras vuelan quedamente
con comida hacia sus nidos.
Hoy mis ojos han llorado,
corazón, y lo repito,
por la helada que ha dejado
esas gotas de rocío.
Yo esperaba que la brisa
las dejara con los lirios,
y que luego se acunaran
en perfectos remolinos.
Los meandros están secos
y los pozos ya vacíos,
aunque esperan nuevas lluvias
de otros ojos sorprendidos.
Mientras tanto miro al cielo
y no sé lo que le digo,
que yo amo simplemente
y que así se lo transmito.
"...Hoy mis ojos han llorado,
corazón, porque eres mío,
y te amo como nunca
a ti nadie te ha querido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/07/15
corazón, y no de frío,
una nube gris y negra
ha pasado con sigilo.
Y ha cruzado por el cielo
como adentro, en el pasillo,
aleteo de pasiones
y tristeza de los niños.
Una gota en la fontana
se escapaba por su grifo,
y caía, lentamente
a ese suelo que es su sitio.
A lo lejos, las cigüeñas,
se solazan con el trigo,
y otras vuelan quedamente
con comida hacia sus nidos.
Hoy mis ojos han llorado,
corazón, y lo repito,
por la helada que ha dejado
esas gotas de rocío.
Yo esperaba que la brisa
las dejara con los lirios,
y que luego se acunaran
en perfectos remolinos.
Los meandros están secos
y los pozos ya vacíos,
aunque esperan nuevas lluvias
de otros ojos sorprendidos.
Mientras tanto miro al cielo
y no sé lo que le digo,
que yo amo simplemente
y que así se lo transmito.
"...Hoy mis ojos han llorado,
corazón, porque eres mío,
y te amo como nunca
a ti nadie te ha querido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/07/15
ME ENCUENTRO COMO TÚ...
Me encuentro, como tú,
buscando en la distancia,
la dulce melodía
que venga con su calma.
Que aplaque los sentidos,
que duerma la añoranza,
que aquiete corazones
con sangre enamorada.
Quizás, en esas olas,
esté lo que me falta,
el golpe impetuoso
del mar y las resacas.
La línea que se estira
sin miedo, por la playa,
llevando su blancura
a pechos y miradas.
Dejando sensaciones
y esquirlas en el alma,
eternas fantasías
que surgen de las aguas.
Me encuentro silencioso
buscando tu mirada,
el cuento en tus pupilas
y el habla de las hadas.
Espero que tus manos
me llenen con su magia,
me acerquen a la aldea
de casas encantadas.
Y allí saldrá un suspiro
del pecho que te ama,
y un grito tembloroso
que guardo en las entrañas.
Serás la caracola
que guarde mi llamada,
el labio que me besa
y el fuego que me abrasa.
Serás la campanilla
que veo tan descalza,
la tierna mariposa
prestándome sus alas.
"...Me encuentro, entre tus brazos,
Amor, por la mañana,
y siento, como tú,
que es algo sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/15
buscando en la distancia,
la dulce melodía
que venga con su calma.
Que aplaque los sentidos,
que duerma la añoranza,
que aquiete corazones
con sangre enamorada.
Quizás, en esas olas,
esté lo que me falta,
el golpe impetuoso
del mar y las resacas.
La línea que se estira
sin miedo, por la playa,
llevando su blancura
a pechos y miradas.
Dejando sensaciones
y esquirlas en el alma,
eternas fantasías
que surgen de las aguas.
Me encuentro silencioso
buscando tu mirada,
el cuento en tus pupilas
y el habla de las hadas.
Espero que tus manos
me llenen con su magia,
me acerquen a la aldea
de casas encantadas.
Y allí saldrá un suspiro
del pecho que te ama,
y un grito tembloroso
que guardo en las entrañas.
Serás la caracola
que guarde mi llamada,
el labio que me besa
y el fuego que me abrasa.
Serás la campanilla
que veo tan descalza,
la tierna mariposa
prestándome sus alas.
"...Me encuentro, entre tus brazos,
Amor, por la mañana,
y siento, como tú,
que es algo sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/15
SE PUEDE AMAR...
Se puede amar mirando el horizonte
y sostener los sueños en la mano,
pero intentar amar es algo fácil
siguiendo los dictados de unos labios.
Un día te enamoras de una rosa
y es el amor quien roza tu costado,
es esa fibra tenue e invisible
que enlaza las estrellas y los astros.
Caminas por la calle lentamente,
quizás hacia tu puesto en el trabajo,
camina el corazón, y acaso tiembla,
sintiendo el tierno amor en su costado.
Te sientas en el parque, en una tarde,
contemplas a los niños y muchachos,
los unos se divierten con sus juegos,
los otros, con amor, en sus abrazos.
Se puede amar, repito, sin que el sexo,
excite el apetito y el pecado,
porque el amor es algo tan hermoso
que no tiene objetivo a corto plazo.
Recuerda tantas noches de tu otoño,
la risa, la ternura y el encanto,
vivías el amor en un presente,
sin sueños, con caricias a tu lado.
Recuerda la plegaria en la capilla,
la mano sostenida con tu mano,
los ojos que buscaban a tus ojos
y el beso, con amor, en aquel acto.
No olvides la pupila silenciosa,
el dedo con tu dedo entrelazado,
ni olvides que el amor, en ese día,
llegó a tu corazón sin tú buscarlo.
"...Se puede amar, en noches como ésta
y hasta alcanzar a fieles y profanos,
porque el amor es algo tan hermoso
que el niño ya lo tiene de regalo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/07/15
y sostener los sueños en la mano,
pero intentar amar es algo fácil
siguiendo los dictados de unos labios.
Un día te enamoras de una rosa
y es el amor quien roza tu costado,
es esa fibra tenue e invisible
que enlaza las estrellas y los astros.
Caminas por la calle lentamente,
quizás hacia tu puesto en el trabajo,
camina el corazón, y acaso tiembla,
sintiendo el tierno amor en su costado.
Te sientas en el parque, en una tarde,
contemplas a los niños y muchachos,
los unos se divierten con sus juegos,
los otros, con amor, en sus abrazos.
Se puede amar, repito, sin que el sexo,
excite el apetito y el pecado,
porque el amor es algo tan hermoso
que no tiene objetivo a corto plazo.
Recuerda tantas noches de tu otoño,
la risa, la ternura y el encanto,
vivías el amor en un presente,
sin sueños, con caricias a tu lado.
Recuerda la plegaria en la capilla,
la mano sostenida con tu mano,
los ojos que buscaban a tus ojos
y el beso, con amor, en aquel acto.
No olvides la pupila silenciosa,
el dedo con tu dedo entrelazado,
ni olvides que el amor, en ese día,
llegó a tu corazón sin tú buscarlo.
"...Se puede amar, en noches como ésta
y hasta alcanzar a fieles y profanos,
porque el amor es algo tan hermoso
que el niño ya lo tiene de regalo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/07/15
TE MIRABA EN SILENCIO...
Te miraba en silencio
escuchar unas notas,
de aquel arpa bendito
y guitarra sonora.
Tú cerrabas los ojos,
parecías alondra,
golondrina dormida
en balcón, a la sombra.
Un violín suspiraba
con su cuerda cantora
y sentías su encanto
con mi brisa en tu boca.
Eras rosa temprana
y gentil amapola,
y también aquel lirio
que temblando te roza.
Con los ojos cerrados
presentías la aurora,
y esa luz incipiente
que en el cielo se asoma.
Suspiraban tus labios
cual gentil mariposa,
y tus alas tan lindas
semejaban las olas.
En un mar de corales
me ofrecías tu concha,
una perla sin nombre,
pero, al fin, muy hermosa.
Como tú y tu cabello,
que mis dedos ya tocan,
y la esencia que aspiro
de tu piel y su aroma.
Me cuidé de abrazarte
y cubrirte con hojas,
a través de mis besos
y caricias sin forma.
Eras nota invisible
e inocente paloma,
y el susurro, en mi pecho,
del amor que allí brota.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/07/15
escuchar unas notas,
de aquel arpa bendito
y guitarra sonora.
Tú cerrabas los ojos,
parecías alondra,
golondrina dormida
en balcón, a la sombra.
Un violín suspiraba
con su cuerda cantora
y sentías su encanto
con mi brisa en tu boca.
Eras rosa temprana
y gentil amapola,
y también aquel lirio
que temblando te roza.
Con los ojos cerrados
presentías la aurora,
y esa luz incipiente
que en el cielo se asoma.
Suspiraban tus labios
cual gentil mariposa,
y tus alas tan lindas
semejaban las olas.
En un mar de corales
me ofrecías tu concha,
una perla sin nombre,
pero, al fin, muy hermosa.
Como tú y tu cabello,
que mis dedos ya tocan,
y la esencia que aspiro
de tu piel y su aroma.
Me cuidé de abrazarte
y cubrirte con hojas,
a través de mis besos
y caricias sin forma.
Eras nota invisible
e inocente paloma,
y el susurro, en mi pecho,
del amor que allí brota.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/07/15
YO QUIERO SER...
Yo quiero ser el verso de tu vida
y el árbol que te ofrezca sus poemas,
la linda enredadera que te escale
y suba de tus pies a la cabeza.
Por eso yo te invito, en esta noche,
a ser, en libertad, mi compañera,
la linda mariposa que he soñado
que vive y que sonríe mientras vuela.
Te ofrezco compartir mis ilusiones,
sin celdas, compromisos, ni cadenas,
que seas, simplemente, como eres,
la dulce sensación de mi conciencia.
Te quiero corazón, y tú lo sabes,
y amplío en el querer otras fronteras,
aquellas que soñamos, tantas veces,
huyendo de infantiles inocencias.
Yo quiero ser la rosa que tus labios
mandaban por la noche a las estrellas,
el faro rutilante de tus ojos
que hablaba, en soledad, con las sirenas.
Y quiero libertad para esa rosa
y quiero corazón que me comprendas,
me importa tu latido, simplemente,
y el eco y el mensaje que me deja.
Me importa compartir tus ilusiones,
también con tus preguntas sin respuesta,
igual que tus sonrisas seductoras
me llevan a sentir tu dulce esencia.
Por eso yo te invito, nuevamente,
a ser, si tú lo quieres, compañera,
a estar y compartir, tantos momentos
buscando, entre los dos, nuestros cometas.
"...Yo quiero ser el labio que, impaciente,
se acerque hasta tu labio, en las mareas,
le atrape y le succione, con premura,
y sienta la resaca de tus venas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/07/15
y el árbol que te ofrezca sus poemas,
la linda enredadera que te escale
y suba de tus pies a la cabeza.
Por eso yo te invito, en esta noche,
a ser, en libertad, mi compañera,
la linda mariposa que he soñado
que vive y que sonríe mientras vuela.
Te ofrezco compartir mis ilusiones,
sin celdas, compromisos, ni cadenas,
que seas, simplemente, como eres,
la dulce sensación de mi conciencia.
Te quiero corazón, y tú lo sabes,
y amplío en el querer otras fronteras,
aquellas que soñamos, tantas veces,
huyendo de infantiles inocencias.
Yo quiero ser la rosa que tus labios
mandaban por la noche a las estrellas,
el faro rutilante de tus ojos
que hablaba, en soledad, con las sirenas.
Y quiero libertad para esa rosa
y quiero corazón que me comprendas,
me importa tu latido, simplemente,
y el eco y el mensaje que me deja.
Me importa compartir tus ilusiones,
también con tus preguntas sin respuesta,
igual que tus sonrisas seductoras
me llevan a sentir tu dulce esencia.
Por eso yo te invito, nuevamente,
a ser, si tú lo quieres, compañera,
a estar y compartir, tantos momentos
buscando, entre los dos, nuestros cometas.
"...Yo quiero ser el labio que, impaciente,
se acerque hasta tu labio, en las mareas,
le atrape y le succione, con premura,
y sienta la resaca de tus venas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/07/15
VEN HASTA MÍ...
Ven hasta mi, no temas a mis labios,
siente la voz que grita y que susurra
por culpa de la sangre enfebrecida
que corre, como lava, por mis venas
y busca los rincones de tu cuerpo,
quizás como la brisa, dulcemente,
que escapa del nordeste tan furioso
y quiere ese lugar, en tu regazo.
Roza mi piel de arena y de cenizas
que estremecida siente tu presencia,
para luego diluirse ante tus ojos.
Bésala ya, sin miedo ni reparo
y encontrarás la fuente del sediento,
quizás para esos labios tan sutiles
que imploran a los cielos una lluvia
y luego la deslizan por sus almas.
Siente mi desnudez bajo esa lluvia
y encuentra entre mis brazos los latidos,
el cuerpo irreverente, en su inocencia,
las sendas que quisieras recorrer,
los surcos que hay plagados de secretos,
el néctar y el pecado que se aloja
allí, donde no llegan las miradas,
y donde solo el sexo está latente.
Porque tu sangre es fuego y yo la siento,
como percibo al río y al meandro,
y espero esa corriente, en su locura,
impetuosa y brava, que me abraza,
que aumenta la ceguera de mis ojos
haciendo de mis dedos, lazarillos,
que buscan ese cuerpo, que es tu cuerpo,
tan ardiente, al que deseo y al que amo.
Quiero tu desnudez ante mis ojos,
pues mis dedos nerviosos, de impaciencia,
reclaman tu presencia, sin palabras;
te piden que te duermas a mi lado,
que sacies, con tus manos, mis gemidos
allí, donde el temblor es evidente,
donde castiga el mar en sus embates
y alivies, con tus labios, esa herida.
Mira a tu alrededor
piensa en tu desnudez, al ver la mía,
y tápame, despacio, con tus besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/07/15
ESCRIBO...
Escribo porque siento tu congoja,
preciosa cenicienta de mis días,
la luna, en esta noche, te ha mirado
y han vuelto a humedecerse tus pupilas.
Saliste a caminar a media noche
y fuiste, sin dudar, hacia la ermita,
tus pasos te llevaron en silencio
al sitio y al lugar que tú querías.
Pensabas en las costas, muy distantes,
un sueño el de llegar a la capilla,
en ellas te esperaban unas rosas
y un beso del amor que allí nacía.
Sentías esa mezcla de nostalgia,
producto del calor y la campiña,
del tiempo y el espacio que, el silencio,
aumenta, sin saber, en su agonía.
Escribo porque quiero ser tu amante,
los ojos que te miren y te sigan,
la mano que te roce todo el cuerpo
y el labio que se pose en tu mejilla.
No quiero que te agobies en la noche
y menos que confundas a la brisa,
la eterna telaraña de las sombras
engaña hasta al nordeste, en la bahía.
Despeja las legañas de tu frente,
eleva hacia la luna tu barbilla,
y grítale, bien alto, con mi nombre,
la frase de ese pecho que suspira.
Yo sé que la distancia es un martirio,
que marca a las personas, en sus vidas,
por eso el corazón, con su cordura,
nos dice que vivamos día a día.
"...Escribo porque quiero que me leas
y escribo, para ti, querida niña,
lo hago, en estas letras, con un beso
que lleve hasta tus labios mi sonrisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/07/15
preciosa cenicienta de mis días,
la luna, en esta noche, te ha mirado
y han vuelto a humedecerse tus pupilas.
Saliste a caminar a media noche
y fuiste, sin dudar, hacia la ermita,
tus pasos te llevaron en silencio
al sitio y al lugar que tú querías.
Pensabas en las costas, muy distantes,
un sueño el de llegar a la capilla,
en ellas te esperaban unas rosas
y un beso del amor que allí nacía.
Sentías esa mezcla de nostalgia,
producto del calor y la campiña,
del tiempo y el espacio que, el silencio,
aumenta, sin saber, en su agonía.
Escribo porque quiero ser tu amante,
los ojos que te miren y te sigan,
la mano que te roce todo el cuerpo
y el labio que se pose en tu mejilla.
No quiero que te agobies en la noche
y menos que confundas a la brisa,
la eterna telaraña de las sombras
engaña hasta al nordeste, en la bahía.
Despeja las legañas de tu frente,
eleva hacia la luna tu barbilla,
y grítale, bien alto, con mi nombre,
la frase de ese pecho que suspira.
Yo sé que la distancia es un martirio,
que marca a las personas, en sus vidas,
por eso el corazón, con su cordura,
nos dice que vivamos día a día.
"...Escribo porque quiero que me leas
y escribo, para ti, querida niña,
lo hago, en estas letras, con un beso
que lleve hasta tus labios mi sonrisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/07/15
ESPERO LA CANCIÓN DE LOS PIRATAS...
Espero la canción de los piratas
que dejen en la playa las sirenas,
igual, en esos cantos singulares,
encuentro inspiración para un poema.
Viajeros incansables, en su vida,
eternos traficantes de leyendas,
ladrones insaciables, de escritores,
que dieron su figura a tantas letras.
Quizás en el recuerdo y el pasado
esté la quintaesencia de sus gestas,
y tantas libertades conquistadas
plasmada, como nunca, en sus banderas.
Negrura, como fondo, en ese trapo,
alzado sobre el mástil de cubierta,
la muerte se ensañaba en su figura
con tibias y una horrenda calavera.
Espero la canción de los corales
que dejan las resacas y mareas,
quizás en esas olas sinuosas,
esté la poesía de la arena.
Aquella que me hable de las playas,
de amantes que, desnudos, ahí se besan,
y luego se pasean en la noche
en busca de una cala ya desierta.
Yo quiero esa canción para mi alma,
y quiero esas figuras tan diversas,
que vengan y susurren, en silencio,
y cuenten sus preciosas peripecias.
Yo quiero, corazón, que en esta noche,
la luna se despierte muy coqueta,
me bañe con aromas de corales
y corra su perfume por mis venas.
"...Espero la canción de las pupilas,
y el arco, sin igual, de unas caderas,
el lazo que me acerque hasta esos labios,
que beso y acaricio con mi lengua..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/07/15
que dejen en la playa las sirenas,
igual, en esos cantos singulares,
encuentro inspiración para un poema.
Viajeros incansables, en su vida,
eternos traficantes de leyendas,
ladrones insaciables, de escritores,
que dieron su figura a tantas letras.
Quizás en el recuerdo y el pasado
esté la quintaesencia de sus gestas,
y tantas libertades conquistadas
plasmada, como nunca, en sus banderas.
Negrura, como fondo, en ese trapo,
alzado sobre el mástil de cubierta,
la muerte se ensañaba en su figura
con tibias y una horrenda calavera.
Espero la canción de los corales
que dejan las resacas y mareas,
quizás en esas olas sinuosas,
esté la poesía de la arena.
Aquella que me hable de las playas,
de amantes que, desnudos, ahí se besan,
y luego se pasean en la noche
en busca de una cala ya desierta.
Yo quiero esa canción para mi alma,
y quiero esas figuras tan diversas,
que vengan y susurren, en silencio,
y cuenten sus preciosas peripecias.
Yo quiero, corazón, que en esta noche,
la luna se despierte muy coqueta,
me bañe con aromas de corales
y corra su perfume por mis venas.
"...Espero la canción de las pupilas,
y el arco, sin igual, de unas caderas,
el lazo que me acerque hasta esos labios,
que beso y acaricio con mi lengua..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/07/15
SE BUSCA...
Se busca un amanuense
de pluma y fina letra,
que copie los escritos
que dictan las estrellas.
Si acaso lo consigo,
tendremos sus poemas,
sus voces y susurros
ungidos de pureza.
Sonidos cantarinos
que llegan y que anean,
retales de la noche
que vuelven con la niebla.
Así son esos versos
que escuchan los cometas,
suspiros misteriosos
que emiten las mareas.
Se busca un fiel obrero
que labre bien la tierra,
que plante corazones
y rosas en las puertas.
Que limpie las ventanas
que quedan entreabiertas,
sacuda las alfombras
con polvo entre sus hebras.
Entonces las ardillas
serán aún más traviesas,
y corran por el parque
sabiéndose coquetas.
Atrás quedan los sueños
con brumas y con fresas,
y puede que esos días
con noches turbulentas.
"...Se busca una mirada
que sea más bien tierna,
y escuche los latidos
del labio que la besa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/07/15
de pluma y fina letra,
que copie los escritos
que dictan las estrellas.
Si acaso lo consigo,
tendremos sus poemas,
sus voces y susurros
ungidos de pureza.
Sonidos cantarinos
que llegan y que anean,
retales de la noche
que vuelven con la niebla.
Así son esos versos
que escuchan los cometas,
suspiros misteriosos
que emiten las mareas.
Se busca un fiel obrero
que labre bien la tierra,
que plante corazones
y rosas en las puertas.
Que limpie las ventanas
que quedan entreabiertas,
sacuda las alfombras
con polvo entre sus hebras.
Entonces las ardillas
serán aún más traviesas,
y corran por el parque
sabiéndose coquetas.
Atrás quedan los sueños
con brumas y con fresas,
y puede que esos días
con noches turbulentas.
"...Se busca una mirada
que sea más bien tierna,
y escuche los latidos
del labio que la besa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/07/15
ME PREGUNTO...
Me pregunto qué secretos
guardarán las caracolas,
qué susurros sugerentes
de la vida y de las cosas.
Y me hago esta pregunta
en la noche, estando a solas,
cuando pienso en los gorriones
y en los besos de las rosas.
Es posible que los versos
aparezcan a deshoras,
y es posible que la vida
sea el canto de las olas.
Por el cielo las estrellas
parpadean y, las osas,
han salido de paseo
persiguiendo a las farolas.
Me pregunto dónde esconden
los suspiros las personas,
dónde guardan los abrazos
que les nacen y les sobran.
Y repito la pregunta
bajo el manto de la sombra,
de una iglesia centenaria,
ya cansada y algo absorta.
Es posible que me vea
con mi pluma un tanto rota,
con el alma dolorida
y, a la vez, un tanto loca.
Por el cielo, y con su vuelo,
cormoranes y gaviotas,
van pasando lentamente
a dormir hasta la aurora.
"...Me pregunto, si ahora duermes,
corazón en tu derrota,
o cerraste ya los ojos
con el beso de mi boca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/15
guardarán las caracolas,
qué susurros sugerentes
de la vida y de las cosas.
Y me hago esta pregunta
en la noche, estando a solas,
cuando pienso en los gorriones
y en los besos de las rosas.
Es posible que los versos
aparezcan a deshoras,
y es posible que la vida
sea el canto de las olas.
Por el cielo las estrellas
parpadean y, las osas,
han salido de paseo
persiguiendo a las farolas.
Me pregunto dónde esconden
los suspiros las personas,
dónde guardan los abrazos
que les nacen y les sobran.
Y repito la pregunta
bajo el manto de la sombra,
de una iglesia centenaria,
ya cansada y algo absorta.
Es posible que me vea
con mi pluma un tanto rota,
con el alma dolorida
y, a la vez, un tanto loca.
Por el cielo, y con su vuelo,
cormoranes y gaviotas,
van pasando lentamente
a dormir hasta la aurora.
"...Me pregunto, si ahora duermes,
corazón en tu derrota,
o cerraste ya los ojos
con el beso de mi boca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/15
EL DÍA SE HA TERMINADO...
El día se ha terminado
porque quiere descansar,
en un lecho de diamantes,
y la noche de guardián.
Ya descansan las palomas,
las gaviotas y la mar,
y en la costa, perezoso,
hoy planea un alcatraz.
Dos barquitos, a lo lejos,
se confunden con la sal,
en las olas, perezosas,
que se anean al compás.
Una luna, muy bonita,
ya se asoma con su faz,
con su cara plateada
y sus ojos de cristal.
Ya la noche va llegando
a este día que se va,
que se duerme, muy cansado,
entre nubes de azafrán.
Y es entonces, que te busca,
y no para de llamar,
esta alma, tan inquieta,
que es la mía y sin fanal.
Y te llamo entre las sombras
y no ceso de mirar,
por si vienes, por si pasas,
a mi lado en el marjal.
Al final yo te diviso
con tu paso peculiar,
vas y vienes por la noche
y caminas hacia atrás.
"...Este día, que termina,
tú te entregas, sin dudar,
a mis brazos y a mis labios
con tu cuerpo celestial..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/04/15
porque quiere descansar,
en un lecho de diamantes,
y la noche de guardián.
Ya descansan las palomas,
las gaviotas y la mar,
y en la costa, perezoso,
hoy planea un alcatraz.
Dos barquitos, a lo lejos,
se confunden con la sal,
en las olas, perezosas,
que se anean al compás.
Una luna, muy bonita,
ya se asoma con su faz,
con su cara plateada
y sus ojos de cristal.
Ya la noche va llegando
a este día que se va,
que se duerme, muy cansado,
entre nubes de azafrán.
Y es entonces, que te busca,
y no para de llamar,
esta alma, tan inquieta,
que es la mía y sin fanal.
Y te llamo entre las sombras
y no ceso de mirar,
por si vienes, por si pasas,
a mi lado en el marjal.
Al final yo te diviso
con tu paso peculiar,
vas y vienes por la noche
y caminas hacia atrás.
"...Este día, que termina,
tú te entregas, sin dudar,
a mis brazos y a mis labios
con tu cuerpo celestial..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/04/15
LA NOCHE VA LLEGANDO...
La noche va llegando lentamente
y espero la caricia de su manto,
espero que tus sueños se realicen
y tengas el mejor de los regalos.
El beso de mis labios tembloroso,
el roce de mis dedos en tus manos,
la orquídea que resalte tu cintura
y el lazo, en ese premio, enamorado.
Resulta que pedías poca cosa,
quizás de una fontana, el dulce trago,
quizás ese suspiro contagioso
que llegue con el viento a tu costado.
Es fácil que se cumplan tus deseos
y cuelguen de las ramas de aquel árbol,
el árbol de la ciencia y de la vida
que guarda en sus raíces los abrazos.
La noche va llegando, y ya nos cubre,
oculta melodías, sin candados,
la tiene en esa escarcha, y el rocío,
que llenan de ternura nuestros vasos.
Las almas de los niños se rebelan,
protestan por motivos bien fundados,
quizás, en su inocencia, no lo saben
y temen las mentiras y el engaño.
Entonces te diviso, entre las sombras,
y veo que caminas a buen paso,
distingo el cinturón que, en tus caderas,
destaca por sus perlas y su encanto.
Bolitas transparentes y uniformes,
deseos que resaltan, recatados,
eternas fantasías de las almas
llevadas a los sueños y a los astros.
"...La noche va llegando, y tú con ella,
regresas a este lecho tan sagrado,
aquí, donde la vida se detiene,
por culpa del amor y nuestros labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/15
y espero la caricia de su manto,
espero que tus sueños se realicen
y tengas el mejor de los regalos.
El beso de mis labios tembloroso,
el roce de mis dedos en tus manos,
la orquídea que resalte tu cintura
y el lazo, en ese premio, enamorado.
Resulta que pedías poca cosa,
quizás de una fontana, el dulce trago,
quizás ese suspiro contagioso
que llegue con el viento a tu costado.
Es fácil que se cumplan tus deseos
y cuelguen de las ramas de aquel árbol,
el árbol de la ciencia y de la vida
que guarda en sus raíces los abrazos.
La noche va llegando, y ya nos cubre,
oculta melodías, sin candados,
la tiene en esa escarcha, y el rocío,
que llenan de ternura nuestros vasos.
Las almas de los niños se rebelan,
protestan por motivos bien fundados,
quizás, en su inocencia, no lo saben
y temen las mentiras y el engaño.
Entonces te diviso, entre las sombras,
y veo que caminas a buen paso,
distingo el cinturón que, en tus caderas,
destaca por sus perlas y su encanto.
Bolitas transparentes y uniformes,
deseos que resaltan, recatados,
eternas fantasías de las almas
llevadas a los sueños y a los astros.
"...La noche va llegando, y tú con ella,
regresas a este lecho tan sagrado,
aquí, donde la vida se detiene,
por culpa del amor y nuestros labios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/15
DESDE SU VENTANA...
Desde su ventana
miraba la vida,
con ojos inquietos
y dulce sonrisa.
La cara coqueta,
risueña y bonita,
con luz plateada
que alegre titila.
La luna, despierta,
tenía visita,
un niño y un ángel
pasaban sin prisa.
Quizás los cometas
estén de rodillas,
y crucen despacio
la noche infinita.
Abajo, las rosas,
dormían tranquilas,
ajenas al mundo,
sintiendo la brisa.
Sus pétalos tiernos
carecen de aristas,
y dejan sus besos
en dulces mejillas.
El ángel miraba,
el niño dormía,
nacían los sueños
de cosas sencillas.
Y así, en el poeta,
los versos surgían,
guiaban su mano
con linda plumilla.
"...Desde la ventana
ya vi tu carita,
tus ojos divinos,
mi niña querida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/07/15
miraba la vida,
con ojos inquietos
y dulce sonrisa.
La cara coqueta,
risueña y bonita,
con luz plateada
que alegre titila.
La luna, despierta,
tenía visita,
un niño y un ángel
pasaban sin prisa.
Quizás los cometas
estén de rodillas,
y crucen despacio
la noche infinita.
Abajo, las rosas,
dormían tranquilas,
ajenas al mundo,
sintiendo la brisa.
Sus pétalos tiernos
carecen de aristas,
y dejan sus besos
en dulces mejillas.
El ángel miraba,
el niño dormía,
nacían los sueños
de cosas sencillas.
Y así, en el poeta,
los versos surgían,
guiaban su mano
con linda plumilla.
"...Desde la ventana
ya vi tu carita,
tus ojos divinos,
mi niña querida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/07/15
LA VIDA...
La vida es una estrofa simplemente
y el hombre es aquel verso que camina,
que surge de la nada y que se arrima
quedando en el cuaderno plenamente.
El hombre es un poema que, consciente,
persigue las verdades con su rima,
despeja las aristas con la lima
y busca la verdad eternamente.
La vida es un poema que, inconcluso,
el hombre así contempla, enamorado,
sabiendo que ese tiempo es muy difuso.
El hombre que percibe que es amado,
contempla el fiel reflejo, tan confuso,
que siente que la vida le ha besado.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/15
y el hombre es aquel verso que camina,
que surge de la nada y que se arrima
quedando en el cuaderno plenamente.
El hombre es un poema que, consciente,
persigue las verdades con su rima,
despeja las aristas con la lima
y busca la verdad eternamente.
La vida es un poema que, inconcluso,
el hombre así contempla, enamorado,
sabiendo que ese tiempo es muy difuso.
El hombre que percibe que es amado,
contempla el fiel reflejo, tan confuso,
que siente que la vida le ha besado.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/15
ES UN DÍA MUY ESPECIAL...
Es un día muy especial
y es un día de recuerdos,
una fecha, como muchas,
con la ilusión en el pecho.
Hace un mes te conocí,
y voló mi pensamiento,
por caminos y por calles,
de tu mano, con dos sueños.
Recorrimos la ciudad,
muy deprisa y con los nervios,
superando las palabras
y la brisa de aquel viento.
Era un aire muy caliente,
precursor de mil deseos,
en la sangre enamorada
que fluía por los cuerpos.
Y subimos a una nube
y soñamos muy despiertos,
caminando despacito
y viviendo aquel momento.
Detuvimos los relojes
y paramos pronto, el tiempo,
para hacer de esos segundos
la secuencia de mil besos.
¡Besos, besos y caricias,
que calmaban los deseos,
y dibujos lujuriosos
e irascibles de los dedos!
Y llegamos a una noche
donde en ella, se perdieron,
nuestras manos, nuestros labios
y temblaron nuestros sexos.
"...Es un día muy especial
y es un día en que te quiero,
como antaño, como entonces,
para darte lo que siento..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/06/15
y es un día de recuerdos,
una fecha, como muchas,
con la ilusión en el pecho.
Hace un mes te conocí,
y voló mi pensamiento,
por caminos y por calles,
de tu mano, con dos sueños.
Recorrimos la ciudad,
muy deprisa y con los nervios,
superando las palabras
y la brisa de aquel viento.
Era un aire muy caliente,
precursor de mil deseos,
en la sangre enamorada
que fluía por los cuerpos.
Y subimos a una nube
y soñamos muy despiertos,
caminando despacito
y viviendo aquel momento.
Detuvimos los relojes
y paramos pronto, el tiempo,
para hacer de esos segundos
la secuencia de mil besos.
¡Besos, besos y caricias,
que calmaban los deseos,
y dibujos lujuriosos
e irascibles de los dedos!
Y llegamos a una noche
donde en ella, se perdieron,
nuestras manos, nuestros labios
y temblaron nuestros sexos.
"...Es un día muy especial
y es un día en que te quiero,
como antaño, como entonces,
para darte lo que siento..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/06/15
ESPERAS...
Esperas, mientras yo desespero,
por romper el tic-tac de las horas,
a pesar del calor de la noche
y del labio que busca tu boca.
¿Es tu magia tormenta y bonanza...?
Eres brisa que apenas me roza,
y calientas la hiel de mis venas
y la vida se anima y se aloca.
Yo no quiero pensar, y no pienso,
más estás como lluvia que moja
y me envuelves de paz y armonía
en un lento besar gota a gota.
Un calor me sofoca y me inunda,
ya no aguanto ni prendas ni ropa
y mis manos nerviosas ya tiemblan
y se sienten ancladas y a solas.
Tú bien sabes trazar filigranas,
por mi cuerpo, que son muy graciosas,
y las dejan tus dedos tan finos
a tu lengua que, llega y las borra.
Me emborracho sintiendo tus besos
que en mis labios me saben a droga,
a ese néctar que liban los dioses
y que guardan las hadas ansiosas.
Quiero ir, hasta ti, con mi vuelo,
golondrina que soy, no gaviota,
no me importa el nordeste furtivo
ni ese viento que azota la costa.
Yo te espero mi Amor, y te pienso,
y tan solo quisiera esa rosa,
la que asoma en tu pecho florido,
y en la noche temblando se moja.
Es por eso que nace un poema
y tus ojos me miman y arropan,
y así nacen los versos más tiernos
para ir, y dormir, con las olas.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/15
por romper el tic-tac de las horas,
a pesar del calor de la noche
y del labio que busca tu boca.
¿Es tu magia tormenta y bonanza...?
Eres brisa que apenas me roza,
y calientas la hiel de mis venas
y la vida se anima y se aloca.
Yo no quiero pensar, y no pienso,
más estás como lluvia que moja
y me envuelves de paz y armonía
en un lento besar gota a gota.
Un calor me sofoca y me inunda,
ya no aguanto ni prendas ni ropa
y mis manos nerviosas ya tiemblan
y se sienten ancladas y a solas.
Tú bien sabes trazar filigranas,
por mi cuerpo, que son muy graciosas,
y las dejan tus dedos tan finos
a tu lengua que, llega y las borra.
Me emborracho sintiendo tus besos
que en mis labios me saben a droga,
a ese néctar que liban los dioses
y que guardan las hadas ansiosas.
Quiero ir, hasta ti, con mi vuelo,
golondrina que soy, no gaviota,
no me importa el nordeste furtivo
ni ese viento que azota la costa.
Yo te espero mi Amor, y te pienso,
y tan solo quisiera esa rosa,
la que asoma en tu pecho florido,
y en la noche temblando se moja.
Es por eso que nace un poema
y tus ojos me miman y arropan,
y así nacen los versos más tiernos
para ir, y dormir, con las olas.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/15
LLEGUÉ...
Llegué, a pesar de todo,
sudado y muy cansado,
las piernas no eran mías,
y el cuerpo estaba raro.
Sentía que otras fuerzas
llevaban a mis manos,
tu nombre y tu recuerdo
brotaba de mis labios.
Te dije que te amaba
tumbado en un recuadro,
la estampa pintoresca
del hombre derrotado.
Por eso fue la brisa
que vino de otros campos,
la fuerza misteriosa
capaz de aquel milagro.
El sol caía a plomo
fundiendo los tejados,
y allí, sobre la sombra,
buscaba aquel descanso.
Y tú me lo ofreciste
y así surgió el relato,
de ir hacia adelante,
camino y paso a paso.
Me diste la energía,
el soplo y el regalo,
sintiendo la ternura
dejada por tu abrazo.
Y así seguí la marcha
sudando por los rayos,
de un sol tan inclemente
traidor y muy borracho.
Si pienso en este día
no olvido tu regazo,
en él me protegiste
y pude superarlo.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/15
sudado y muy cansado,
las piernas no eran mías,
y el cuerpo estaba raro.
Sentía que otras fuerzas
llevaban a mis manos,
tu nombre y tu recuerdo
brotaba de mis labios.
Te dije que te amaba
tumbado en un recuadro,
la estampa pintoresca
del hombre derrotado.
Por eso fue la brisa
que vino de otros campos,
la fuerza misteriosa
capaz de aquel milagro.
El sol caía a plomo
fundiendo los tejados,
y allí, sobre la sombra,
buscaba aquel descanso.
Y tú me lo ofreciste
y así surgió el relato,
de ir hacia adelante,
camino y paso a paso.
Me diste la energía,
el soplo y el regalo,
sintiendo la ternura
dejada por tu abrazo.
Y así seguí la marcha
sudando por los rayos,
de un sol tan inclemente
traidor y muy borracho.
Si pienso en este día
no olvido tu regazo,
en él me protegiste
y pude superarlo.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/15
HÁBLAME Y DIME...
Háblame y dime qué piensas
y deja atrás el silencio,
yo necesito tus labios
con sus palabras y versos.
Quiero escuchar a tu sangre
y a ese alazán encubierto,
que va contigo en las venas
pidiendo amor y deseo.
Quiero mirar en tus ojos
y ver la luz, entre ellos,
la rutilante linterna
de ese fanal y su puerto.
Porque en la orilla, temblando,
sopla la brisa sin freno,
y hay unos labios que esperan
para cubrirlos de besos.
Sé que susurras mi nombre
y que me hablas de lejos,
pero yo quiero escucharte
cerca, y sin nadie, por medio.
Tengo que estar a tu lado
para sentir tu cabello,
fresco y lozano, sin duda,
y así calmar a mis dedos.
Dedos nerviosos que buscan
el palpitar de tus senos,
y van pidiendo, el cariño,
del corazón soñoliento.
Suenan campanas lejanas,
hay corazones ardiendo,
miro tu hermosa figura
entre la hoguera y mi fuego.
"...Háblame y dime qué piensas
y te diré lo que siento,
para sellar tu sonrisa
y así saber que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/06/15
y deja atrás el silencio,
yo necesito tus labios
con sus palabras y versos.
Quiero escuchar a tu sangre
y a ese alazán encubierto,
que va contigo en las venas
pidiendo amor y deseo.
Quiero mirar en tus ojos
y ver la luz, entre ellos,
la rutilante linterna
de ese fanal y su puerto.
Porque en la orilla, temblando,
sopla la brisa sin freno,
y hay unos labios que esperan
para cubrirlos de besos.
Sé que susurras mi nombre
y que me hablas de lejos,
pero yo quiero escucharte
cerca, y sin nadie, por medio.
Tengo que estar a tu lado
para sentir tu cabello,
fresco y lozano, sin duda,
y así calmar a mis dedos.
Dedos nerviosos que buscan
el palpitar de tus senos,
y van pidiendo, el cariño,
del corazón soñoliento.
Suenan campanas lejanas,
hay corazones ardiendo,
miro tu hermosa figura
entre la hoguera y mi fuego.
"...Háblame y dime qué piensas
y te diré lo que siento,
para sellar tu sonrisa
y así saber que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/06/15
VENGO A BUSCAR...
Vengo a buscar, en tus brazos,
esa paz y esa alegría,
la que me ofrecen tus ojos
y tu mirada de niña.
Porque sé que tú la tienes
encerrada y escondida,
en el pecho y en el alma
y también en tus pupilas.
Son tus labios dos guirnaldas,
como fresas ofrecidas,
y tu lengua es una fuente
refrescante, en la sequía.
Hoy mis labios están secos
y sin duda te precisan,
y requieren esos besos
y también de tus caricias.
A la vez, me comprometo,
a llevarte por la orilla,
navegando en la trainera,
singular, de mi bahía.
Hay más barcas que pasean
y que avanzan, con sus quillas,
por las olas perezosas
de una cala muy tranquila.
Un suspiro cae del cielo,
como lágrima furtiva,
es la estela de un cometa
con su raya blanquecina.
Tú me miras y te miro,
mientras ves la poesía,
la que escriben ya mis ojos
y recibes con la brisa.
"...Vengo a buscar, a tus brazos,
un helado de vainilla,
un latido de tu pecho
y el amor que me ofrecías..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/06/15
esa paz y esa alegría,
la que me ofrecen tus ojos
y tu mirada de niña.
Porque sé que tú la tienes
encerrada y escondida,
en el pecho y en el alma
y también en tus pupilas.
Son tus labios dos guirnaldas,
como fresas ofrecidas,
y tu lengua es una fuente
refrescante, en la sequía.
Hoy mis labios están secos
y sin duda te precisan,
y requieren esos besos
y también de tus caricias.
A la vez, me comprometo,
a llevarte por la orilla,
navegando en la trainera,
singular, de mi bahía.
Hay más barcas que pasean
y que avanzan, con sus quillas,
por las olas perezosas
de una cala muy tranquila.
Un suspiro cae del cielo,
como lágrima furtiva,
es la estela de un cometa
con su raya blanquecina.
Tú me miras y te miro,
mientras ves la poesía,
la que escriben ya mis ojos
y recibes con la brisa.
"...Vengo a buscar, a tus brazos,
un helado de vainilla,
un latido de tu pecho
y el amor que me ofrecías..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/06/15
RECUERDO AQUELLA NOCHE...
Recuerdo aquella noche,
tu cara de sorpresa,
la luz parpadeante,
la luna y las estrellas.
Recuerdo, como ahora,
tu linda cabellera,
y el pelo tan rebelde
danzando sobre ella.
Tus manos en mis manos,
tu lengua con mi lengua,
y aquellos dos luceros
leyendo mis poemas.
Leías susurrando
los versos y las letras,
dejados por mis dedos
un día en tu alacena
Recuerdo aquella noche,
de junio, y sin tormenta,
cantaban las cigarras
y el campo iba de fiesta.
Nosotros conseguimos
unir nuestras cabezas,
tus labios en mis labios
con besos y con fresas.
Soñamos, como niños,
viviendo aquella escena,
preludio de otros actos
de amor y de belleza.
Fue un tierno recorrido
y un pórtico sin puertas,
el paso de dos almas
rompiendo sus cadenas.
"...Recuerdo aquella noche
oyendo las mareas,
las olas nos bañaban
de sal y de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/06/15
tu cara de sorpresa,
la luz parpadeante,
la luna y las estrellas.
Recuerdo, como ahora,
tu linda cabellera,
y el pelo tan rebelde
danzando sobre ella.
Tus manos en mis manos,
tu lengua con mi lengua,
y aquellos dos luceros
leyendo mis poemas.
Leías susurrando
los versos y las letras,
dejados por mis dedos
un día en tu alacena
Recuerdo aquella noche,
de junio, y sin tormenta,
cantaban las cigarras
y el campo iba de fiesta.
Nosotros conseguimos
unir nuestras cabezas,
tus labios en mis labios
con besos y con fresas.
Soñamos, como niños,
viviendo aquella escena,
preludio de otros actos
de amor y de belleza.
Fue un tierno recorrido
y un pórtico sin puertas,
el paso de dos almas
rompiendo sus cadenas.
"...Recuerdo aquella noche
oyendo las mareas,
las olas nos bañaban
de sal y de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/06/15
PASA EL TIEMPO...
Pasa el tiempo, despacio, no lo niego
y ya quiero tenerte entre mis brazos,
rodear tus caderas dulcemente
y sentir la caricia de tus labios.
Porque soy un amante compulsivo
y mi pecho anda loco, acelerado,
y te llama y te grita a todas horas
como rezo sublime de un rosario.
No sé bien describir estos momentos
ni tampoco contar sobre este caso,
pero soy un juguete del destino
que va loco y a lomos de un caballo.
Es así como surgen los poemas
con sus versos unidos y estirados,
donde fluyen deseos inconfesos
y también sentimientos todo el año.
Pasa el tiempo, lo sé, y no me conformo,
porque quiero llevarte de la mano,
a ese dulce paseo de la tarde
y la noche que llega con su manto.
Miraremos, sin duda, a las estrellas,
y también a la luna que, en lo alto,
no saluda y nos dice que adelante,
que avancemos, amándonos, despacio.
Y eso haremos, Amor, te lo prometo,
y seremos felices, mientras tanto,
contemplando a la luna y las estrellas
bajo un cielo de brumas plateado.
Cubriremos de besos nuestros cuerpos
y serán precursores de este acto,
donde puedan fundirse las dos almas
y seguir su camino suspirando.
"...Pasa el tiempo, despacio y, más bien lento
y te espero, mi Amor, en este claro,
donde solo la luna nos contempla
para así, retenerte, en un abrazo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/06/15
y ya quiero tenerte entre mis brazos,
rodear tus caderas dulcemente
y sentir la caricia de tus labios.
Porque soy un amante compulsivo
y mi pecho anda loco, acelerado,
y te llama y te grita a todas horas
como rezo sublime de un rosario.
No sé bien describir estos momentos
ni tampoco contar sobre este caso,
pero soy un juguete del destino
que va loco y a lomos de un caballo.
Es así como surgen los poemas
con sus versos unidos y estirados,
donde fluyen deseos inconfesos
y también sentimientos todo el año.
Pasa el tiempo, lo sé, y no me conformo,
porque quiero llevarte de la mano,
a ese dulce paseo de la tarde
y la noche que llega con su manto.
Miraremos, sin duda, a las estrellas,
y también a la luna que, en lo alto,
no saluda y nos dice que adelante,
que avancemos, amándonos, despacio.
Y eso haremos, Amor, te lo prometo,
y seremos felices, mientras tanto,
contemplando a la luna y las estrellas
bajo un cielo de brumas plateado.
Cubriremos de besos nuestros cuerpos
y serán precursores de este acto,
donde puedan fundirse las dos almas
y seguir su camino suspirando.
"...Pasa el tiempo, despacio y, más bien lento
y te espero, mi Amor, en este claro,
donde solo la luna nos contempla
para así, retenerte, en un abrazo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/06/15
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