ESPERAS...
Esperas, mientras yo desespero,
por romper el tic-tac de las horas,
a pesar del calor de la noche
y del labio que busca tu boca.
¿Es tu magia tormenta y bonanza...?
Eres brisa que apenas me roza,
y calientas la hiel de mis venas
y la vida se anima y se aloca.
Yo no quiero pensar, y no pienso,
más estás como lluvia que moja
y me envuelves de paz y armonía
en un lento besar gota a gota.
Un calor me sofoca y me inunda,
ya no aguanto ni prendas ni ropa
y mis manos nerviosas ya tiemblan
y se sienten ancladas y a solas.
Tú bien sabes trazar filigranas,
por mi cuerpo, que son muy graciosas,
y las dejan tus dedos tan finos
a tu lengua que, llega y las borra.
Me emborracho sintiendo tus besos
que en mis labios me saben a droga,
a ese néctar que liban los dioses
y que guardan las hadas ansiosas.
Quiero ir, hasta ti, con mi vuelo,
golondrina que soy, no gaviota,
no me importa el nordeste furtivo
ni ese viento que azota la costa.
Yo te espero mi Amor, y te pienso,
y tan solo quisiera esa rosa,
la que asoma en tu pecho florido,
y en la noche temblando se moja.
Es por eso que nace un poema
y tus ojos me miman y arropan,
y así nacen los versos más tiernos
para ir, y dormir, con las olas.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/15
por romper el tic-tac de las horas,
a pesar del calor de la noche
y del labio que busca tu boca.
¿Es tu magia tormenta y bonanza...?
Eres brisa que apenas me roza,
y calientas la hiel de mis venas
y la vida se anima y se aloca.
Yo no quiero pensar, y no pienso,
más estás como lluvia que moja
y me envuelves de paz y armonía
en un lento besar gota a gota.
Un calor me sofoca y me inunda,
ya no aguanto ni prendas ni ropa
y mis manos nerviosas ya tiemblan
y se sienten ancladas y a solas.
Tú bien sabes trazar filigranas,
por mi cuerpo, que son muy graciosas,
y las dejan tus dedos tan finos
a tu lengua que, llega y las borra.
Me emborracho sintiendo tus besos
que en mis labios me saben a droga,
a ese néctar que liban los dioses
y que guardan las hadas ansiosas.
Quiero ir, hasta ti, con mi vuelo,
golondrina que soy, no gaviota,
no me importa el nordeste furtivo
ni ese viento que azota la costa.
Yo te espero mi Amor, y te pienso,
y tan solo quisiera esa rosa,
la que asoma en tu pecho florido,
y en la noche temblando se moja.
Es por eso que nace un poema
y tus ojos me miman y arropan,
y así nacen los versos más tiernos
para ir, y dormir, con las olas.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/15
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