ESCRIBIR UN SONETO...
Escribir un soneto es muy sencillo,
decía aquel maestro de mi infancia,
al final, con paciencia y elegancia
lo tienes casi, casi, en el bolsillo.
Avanzas cual paciente lazarillo,
le zurces una dosis de elegancia,
le pones una pizca de fragancia
y acabas otra estrofa como un pillo.
Empiezas la tercera en un momento
y sufres con el ritmo que ha cambiado
igual que con la rima y su lamento.
Y buscas el final tan deseado
haciendo del soneto un instrumento
que lleve tu candor al ser amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
decía aquel maestro de mi infancia,
al final, con paciencia y elegancia
lo tienes casi, casi, en el bolsillo.
Avanzas cual paciente lazarillo,
le zurces una dosis de elegancia,
le pones una pizca de fragancia
y acabas otra estrofa como un pillo.
Empiezas la tercera en un momento
y sufres con el ritmo que ha cambiado
igual que con la rima y su lamento.
Y buscas el final tan deseado
haciendo del soneto un instrumento
que lleve tu candor al ser amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/07/15
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