CUANDO BUSCAS EN EL CIELO...
Cuando buscas en el cielo la respuesta
y no sabes, ni siquiera, lo que pasa,
es posible que te encuentres confundido
y que llames a la puerta equivocada.
Es un sueño que confundas las estrellas
con cometas y galaxias muy lejanas,
aunque puede que las mezcles con los faros
y las llamas que recuerdas con nostalgia.
Así nacen los gorriones en la mente
y también las mariposas en las almas,
y se funden, en su vuelo, las alondras,
con un surco que renueva las pizarras.
Golondrinas, candorosas, de un verano,
que se agota, que termina y que se pasa,
van llegando a las terrazas y balcones
con el dulce castañeo de sus alas.
Cuando buscas en el cielo las señales
de ese estío y del verano que se marcha,
las confundes con la tarde que termina
y el otoño que se acerca a la ventana.
Es un sueño que te nace desde adentro,
un acorde y una cuerda de guitarra,
un piano que te eleva al infinito
y un violín, que en el silencio, se desgarra.
Así nacen los poetas silenciosos
y los versos en pupila enamorada,
para ser los transmisores y la esencia
de ese néctar tan sabroso que se cata.
Marionetas de los versos y los sueños
son los hombres que perviven y trabajan,
muchas veces sin saber por qué motivo
y otras pocas por carencias y por nada.
"...Cuando buscas en el cielo las estrellas,
como un niño soñador, busca una nana,
es entonces cuando sientes los latidos
de ese hermoso corazón al que tú amas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/05/16
y no sabes, ni siquiera, lo que pasa,
es posible que te encuentres confundido
y que llames a la puerta equivocada.
Es un sueño que confundas las estrellas
con cometas y galaxias muy lejanas,
aunque puede que las mezcles con los faros
y las llamas que recuerdas con nostalgia.
Así nacen los gorriones en la mente
y también las mariposas en las almas,
y se funden, en su vuelo, las alondras,
con un surco que renueva las pizarras.
Golondrinas, candorosas, de un verano,
que se agota, que termina y que se pasa,
van llegando a las terrazas y balcones
con el dulce castañeo de sus alas.
Cuando buscas en el cielo las señales
de ese estío y del verano que se marcha,
las confundes con la tarde que termina
y el otoño que se acerca a la ventana.
Es un sueño que te nace desde adentro,
un acorde y una cuerda de guitarra,
un piano que te eleva al infinito
y un violín, que en el silencio, se desgarra.
Así nacen los poetas silenciosos
y los versos en pupila enamorada,
para ser los transmisores y la esencia
de ese néctar tan sabroso que se cata.
Marionetas de los versos y los sueños
son los hombres que perviven y trabajan,
muchas veces sin saber por qué motivo
y otras pocas por carencias y por nada.
"...Cuando buscas en el cielo las estrellas,
como un niño soñador, busca una nana,
es entonces cuando sientes los latidos
de ese hermoso corazón al que tú amas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/05/16
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