CUAL AVECILLA HERIDA...
Cual avecilla herida
que vuela torpemente,
siguiendo los instintos
del ala que la mueve...
Así pasan los días,
del alba que amanece,
dejando entre los niños
estrellas en su frente.
Eternas golondrinas
y sueños de laureles
con rostros encantados
en tardes que anochece.
Y pasan las semanas
que atrapan a los meses,
se juntan los otoños,
inviernos y las nieves.
No sé si en estos versos
reflejo lo de siempre,
la vida de los hombres
y al ave del presente.
Porque esa golondrina,
que parte en un septiembre,
se va para otras tierras
herida y con su fiebre.
Atrás quedan los hombres,
la vida con la muerte,
la eterna paradoja
del viaje sin billete.
Pero esa es otra historia,
y quiero ser hoy breve,
el vuelo que ha surgido
merece toda suerte.
"...Cual avecilla herida
reparo en dos claveles,
el uno está en tu alma
y el otro tiembla al verte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/16
que vuela torpemente,
siguiendo los instintos
del ala que la mueve...
Así pasan los días,
del alba que amanece,
dejando entre los niños
estrellas en su frente.
Eternas golondrinas
y sueños de laureles
con rostros encantados
en tardes que anochece.
Y pasan las semanas
que atrapan a los meses,
se juntan los otoños,
inviernos y las nieves.
No sé si en estos versos
reflejo lo de siempre,
la vida de los hombres
y al ave del presente.
Porque esa golondrina,
que parte en un septiembre,
se va para otras tierras
herida y con su fiebre.
Atrás quedan los hombres,
la vida con la muerte,
la eterna paradoja
del viaje sin billete.
Pero esa es otra historia,
y quiero ser hoy breve,
el vuelo que ha surgido
merece toda suerte.
"...Cual avecilla herida
reparo en dos claveles,
el uno está en tu alma
y el otro tiembla al verte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario