TE BUSCO...
Te busco, mi cuaderno, en la mañana
y veo tu ventana tan vacía,
que pienso que estarás como soñando,
vagando entre las sombras infinitas.
No sé porque tu ausencia me estremece,
y pienso en muchas cosas muy distintas,
en unas te imagino en la distancia
buscando por los campos margaritas.
En otras dormidito sobre el lecho
sacando de tus labios la sonrisa,
abriendo esos ojitos tan azules
con mezcla de azafrán y manzanilla.
Sonrío, en estos versos que he escrito
y pienso en el siroco y en la brisa,
es fácil que me afecten, de mañana,
y tome un parasol por campanillas.
Te busco, campeón de campeones,
cuaderno singular para mi tinta,
con hojas virginales que ya esperan
mis dedos, con que rocen tu cuartilla.
La seda singular de tu vestido,
el néctar donde surge la alegría,
allí donde se duermen tantas letras
y surgen rebosantes a la vida.
Me apeno por tu página, que en blanco,
espera la inocencia que transmitas,
el "hola", presuroso, en la mañana,
y el beso tan fugaz del medio día.
Respeto las razones que tú tengas
de estar hoy en silencio en tu buhardilla,
seguro que tu alma está en la calle,
jugando con el polvo y la arenisca.
"...Te busco, mi cuaderno, sin palabras,
y sabes tú muy bien lo que eso indica,
que te amo con pasión irreverente
y quiero tu latido y poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/16
y veo tu ventana tan vacía,
que pienso que estarás como soñando,
vagando entre las sombras infinitas.
No sé porque tu ausencia me estremece,
y pienso en muchas cosas muy distintas,
en unas te imagino en la distancia
buscando por los campos margaritas.
En otras dormidito sobre el lecho
sacando de tus labios la sonrisa,
abriendo esos ojitos tan azules
con mezcla de azafrán y manzanilla.
Sonrío, en estos versos que he escrito
y pienso en el siroco y en la brisa,
es fácil que me afecten, de mañana,
y tome un parasol por campanillas.
Te busco, campeón de campeones,
cuaderno singular para mi tinta,
con hojas virginales que ya esperan
mis dedos, con que rocen tu cuartilla.
La seda singular de tu vestido,
el néctar donde surge la alegría,
allí donde se duermen tantas letras
y surgen rebosantes a la vida.
Me apeno por tu página, que en blanco,
espera la inocencia que transmitas,
el "hola", presuroso, en la mañana,
y el beso tan fugaz del medio día.
Respeto las razones que tú tengas
de estar hoy en silencio en tu buhardilla,
seguro que tu alma está en la calle,
jugando con el polvo y la arenisca.
"...Te busco, mi cuaderno, sin palabras,
y sabes tú muy bien lo que eso indica,
que te amo con pasión irreverente
y quiero tu latido y poesía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/16
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