EL FRÍO...
El frío, atruhanado
calaba los sentidos,
"son flecos del otoño",
decían los mendigos.
Pero era el cruel invierno
el ángel y el bandido,
llegando con su espada
y nieve a todos sitios.
Pequeña avanzadilla
de invierno primerizo,
supliendo a nuestro otoño
con ojos muy dormidos.
Ya tiemblan las ventanas,
también los cuerpos lindos,
y arrugan las personas
narices por el frío.
Afuera las tabernas
entornan los postigos,
caldean el ambiente
con caldo y un buen vino.
Se cuecen las castañas,
se mueve el molinillo,
y afloran en las mesas
remedios calentitos.
Las aves se cobijan
y buscan viejos nidos,
quizás porque ya saben
que el frío es infinito.
Hay manos, en los hombres,
con dedos ateridos,
y hay otras que comulgan,
quizás un cafetito.
"...El frío, en las personas,
es duro y enemigo,
de inviernos y de otoños
que entregan su cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/11/16
calaba los sentidos,
"son flecos del otoño",
decían los mendigos.
Pero era el cruel invierno
el ángel y el bandido,
llegando con su espada
y nieve a todos sitios.
Pequeña avanzadilla
de invierno primerizo,
supliendo a nuestro otoño
con ojos muy dormidos.
Ya tiemblan las ventanas,
también los cuerpos lindos,
y arrugan las personas
narices por el frío.
Afuera las tabernas
entornan los postigos,
caldean el ambiente
con caldo y un buen vino.
Se cuecen las castañas,
se mueve el molinillo,
y afloran en las mesas
remedios calentitos.
Las aves se cobijan
y buscan viejos nidos,
quizás porque ya saben
que el frío es infinito.
Hay manos, en los hombres,
con dedos ateridos,
y hay otras que comulgan,
quizás un cafetito.
"...El frío, en las personas,
es duro y enemigo,
de inviernos y de otoños
que entregan su cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/11/16
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