HOY SONREÍ CON MÁS FUERZA, SI CABE...


Hoy sonreí con más fuerza, si cabe,
al observar la belleza del cielo,
nubes preciosas, y azules celestes,
que acariciaban sin prisa el silencio.


Y mi sonrisa fue tuya, te dije,
para que ría tu labio sin miedo,
para que cierres tus ojos castaños
mientras mis labios te dejan un beso.


¡Bellas montañas que hacéis el milagro
al arrancar de mi cuerpo el esfuerzo,
de conjugar la hermosura sin nombre
entre las letras que forman mis versos!


Es muy difícil plasmar la belleza
con estos signos que van al cuaderno,
pero la vida reclama con gritos
que alguien la sienta latir en su pecho.


Que alguien la tome, la mire y remire,
que se extasíe de amor y deseos,
que su utopía no tenga fronteras
para alcanzar, sin fisuras, sus sueños.


Hoy sonreí con sonrisa de niño
y retorné hasta la infancia y mis juegos,
allí volví a obtener, sin malicia,
¡tanta ternura que ya son recuerdos!


En un momento las nubes me hablaron
y hasta impacientes vinieron los cuervos,
a reclamar la migaja y comida
y alimentar, a su vez, los polluelos.


Sólo faltaron rebecos y lirios
para firmar el hechizo perfecto,
pero la nieve dejaba su encanto
en los profundos y eternos neveros.


Cuando cerré, por la tarde, los ojos,
sólo un candor percibí, con misterio,
el que ofrecía la hermosa montaña
y recibía el poeta en su anhelo.


"...Hoy sonreí con más fuerza, si cabe,
al obtener sin dudar lo que quiero,
nubes dejando respuesta en las cumbres
con su caricia de amor y silencio..."


Rafael Sánchez Ortega ©
13/08/12

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