TU VOZ ME ESTREMECIÓ...
Tu voz me estremeció, como hace tiempo,
no puedo ni querría yo negarlo,
tenían tanto encanto tus palabras
que sólo con oírlas me hice daño.
Llevaba mucho tiempo por la vida
sin prisas y sin pausas, caminando,
viajaba muy ligero de equipaje
ajeno a los recuerdos del pasado.
Buscaba la frescura de las sombras,
en bosques y pequeños altozanos,
y en ellos me aliviaba y confortaba
tratando de seguir pasito a paso.
Cruzaba por las calles y los pueblos
igual que un vagabundo solitario,
"el hombre que dejaba la tristeza
y el niño que buscaba su regalo"
Tu voz me estremeció, lo reconozco,
ahora que me encuentro sano y salvo,
la herida, producida, ya no sangra,
y el pecho de aquel hombre está curado.
Volvieron las alegres golondrinas,
con ellas los azules del verano,
también las mariposas de los cielos
dejando sus colores más preciados.
Los niños arreglaron los cometas,
los globos soñolientos se soltaron,
y todos encarnaron la utopía
de un mundo diferente reencarnado.
A veces tanta rabia nos confunde
mezclando la negrura con los claros,
queremos romper pronto las amarras
de viejos sentimientos marchitados.
Tu voz me estremeció, yo no lo niego,
cubriendo de magnolias mi regazo,
las bellas azucenas del estío
los sueños, tan hermosos, en sus marcos.
Entonces comprendí que la nostalgia
trataba de imponerme su pecado,
la dura penitencia del silencio
marcada por el tiempo y por mis actos.
Más no era yo culpable de tu ausencia,
tampoco el malherido como antaño,
si acaso conservaba la ternura
del niño que te quiso y hubo amado.
El niño que esperaba unas palabras
mirando la ventana de tu cuarto,
el niño enamorado de la luna
contando con sus dedos a los astros.
"...Tu voz me estremeció, como hace tiempo,
es algo que no pude remediarlo,
dejaban hoy tristeza, tus palabras,
mezcladas las mentiras con engaños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/12
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