ANALIZO MI VIDA...
Analizo la vida y no me gusta
porque tiene defectos y carencias,
aunque debo seguir, mal que me cueste,
las aceras agrestes y con hierba.
Es la vida, me digo, y nada importa,
con sus ciclos que marchan y que llegan,
y debemos vivir esta aventura
intentando reír, aunque nos duela.
Porque es duro el sendero que emprendemos,
el camino que lleva a las estrellas,
el remar contra un mar embravecido
y el luchar con ciclones y galernas.
Pero es duro vivir sin la sonrisa,
que nos deja en las alma los poemas,
a pesar que desgranan ilusiones
en sus versos con lágrimas eternas.
Analizo la vida y no me gusta
porque huelo el aroma de violetas,
que recuerdan, quizás, al camposanto,
con oficios y rezos en la iglesia.
Es la vida, repito nuevamente,
es el blanco y el negro, por entregas,
los capítulos siempre descarnados
que nos toca vivir en toda esencia.
Pero debo decirme "que adelante",
que no importan temblores de aguafiestas,
ni tampoco susurros de las sombras
ni suspiros que surjan de la niebla.
Porque importa vivir intensamente,
cada día, las horas, sin protesta,
y vivir con un sueño en las pupilas
para amar como aman los poetas.
"...Analizo la vida y me resigno
porque soy un juglar por estas tierras,
peregrino que marcha solitario
a escuchar lo que dicen las mareas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/13
porque tiene defectos y carencias,
aunque debo seguir, mal que me cueste,
las aceras agrestes y con hierba.
Es la vida, me digo, y nada importa,
con sus ciclos que marchan y que llegan,
y debemos vivir esta aventura
intentando reír, aunque nos duela.
Porque es duro el sendero que emprendemos,
el camino que lleva a las estrellas,
el remar contra un mar embravecido
y el luchar con ciclones y galernas.
Pero es duro vivir sin la sonrisa,
que nos deja en las alma los poemas,
a pesar que desgranan ilusiones
en sus versos con lágrimas eternas.
Analizo la vida y no me gusta
porque huelo el aroma de violetas,
que recuerdan, quizás, al camposanto,
con oficios y rezos en la iglesia.
Es la vida, repito nuevamente,
es el blanco y el negro, por entregas,
los capítulos siempre descarnados
que nos toca vivir en toda esencia.
Pero debo decirme "que adelante",
que no importan temblores de aguafiestas,
ni tampoco susurros de las sombras
ni suspiros que surjan de la niebla.
Porque importa vivir intensamente,
cada día, las horas, sin protesta,
y vivir con un sueño en las pupilas
para amar como aman los poetas.
"...Analizo la vida y me resigno
porque soy un juglar por estas tierras,
peregrino que marcha solitario
a escuchar lo que dicen las mareas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/13
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