SI TIENES UNA PREGUNTA...
Si tienes una pregunta
yo te ofrezco la respuesta,
si la sé y está en mi mano,
aunque decirla me duela.
Es la vida un recipiente
donde bullen mil ideas,
alegrías infantiles
con sus lágrimas y penas.
Es un vaso cristalino,
un espejo que refleja,
es un mundo de preguntas
e inquietudes muy diversas.
Tú preguntas en silencio
con mirada muy aviesa,
y preguntan tus latidos
y la sangre de tus venas.
Hay un algo inconfundible
que devuelve, con la niebla,
la respuesta que precisa
toda alma en su tormenta.
Y es el eco de los cielos
quien remueve las galernas,
los ciclones del oeste
en la voz de la conciencia.
Y es la savia de los mares,
el salitre y las mareas,
quienes riegan a los cuerpo
con caricias por las venas.
Un suspiro inconfesable,
una lágrima dispersa,
y unas gotas de rocío
en los ojos dan la cuenta.
Porque quieres que te digan
todo aquello que te afecta,
si es verdad que a ti te aman
unos ojos que veneras.
Unos labios seductores,
ese pelo con su trenza
y la linda caracola
que te ofrece sin reservas.
"...Si tienes una pregunta
yo quisiera responderla,
no quisiera que tus miedos,
por mi culpa, te perdieran..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/07/13
yo te ofrezco la respuesta,
si la sé y está en mi mano,
aunque decirla me duela.
Es la vida un recipiente
donde bullen mil ideas,
alegrías infantiles
con sus lágrimas y penas.
Es un vaso cristalino,
un espejo que refleja,
es un mundo de preguntas
e inquietudes muy diversas.
Tú preguntas en silencio
con mirada muy aviesa,
y preguntan tus latidos
y la sangre de tus venas.
Hay un algo inconfundible
que devuelve, con la niebla,
la respuesta que precisa
toda alma en su tormenta.
Y es el eco de los cielos
quien remueve las galernas,
los ciclones del oeste
en la voz de la conciencia.
Y es la savia de los mares,
el salitre y las mareas,
quienes riegan a los cuerpo
con caricias por las venas.
Un suspiro inconfesable,
una lágrima dispersa,
y unas gotas de rocío
en los ojos dan la cuenta.
Porque quieres que te digan
todo aquello que te afecta,
si es verdad que a ti te aman
unos ojos que veneras.
Unos labios seductores,
ese pelo con su trenza
y la linda caracola
que te ofrece sin reservas.
"...Si tienes una pregunta
yo quisiera responderla,
no quisiera que tus miedos,
por mi culpa, te perdieran..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/07/13
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