PORQUE...



Porque me gusta verte y sentirte,
aunque no te vea con mis ojos
pero sí con mis sentidos.

Porque quiero tenerte entre mis brazos,
aunque mis brazos no puedan sentir
el calor de tu cuerpo.

Porque deseo besarte fuertemente,
aunque mis labios no puedan recoger
el temblor de tus labios.

Porque me gusta desnudarte cada noche,
aunque tenga que imaginar tu figura
y esas prendas que voy quitando,
lentamente de tu cuerpo,
para saborear con mi vista sus senderos.

Porque quiero pintar en tu piel ya desnuda
y escribir tu nombre junto al mío,
aunque mis dedos solo puedan rozar el teclado
y también a mi piel,
imaginando que es la tuya.

Porque intento convertir tus suspiros
en una prolongación de los míos,
aunque esos ayes me hagan cerrar los ojos
e imaginarme que tus labios
los dicen en mi oído.

Porque estás y no estás en mi alma,
aunque deba retener los susurros del mar
que regresa violento
y esas olas de amor que me azotan sin pausa.

Porque quiero tus ojos azules mirando a los míos,
aunque sea a través de los mares
y en el cielo teñido de azul de la tarde.

Porque quiero acercarme a tu alma,
sentir sus latidos, vibrar con tu sangre,
aunque tenga que andar mil caminos,
correr sin descanso y luego bajar a la playa
a mirar las mareas.

Porque... Sí, por eso mismo que piensas
y te oculto celosamente,
aunque me duela hacerlo
ya que no quiero que sufras un día,
cercano o lejano,
cuando acabe este sueño.

Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/13

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