UN SUSPIRO SE ESCAPA DE TUS LABIOS...
Un suspiro se escapa de tus labios,
en la noche, rompiendo los silencios.
Es igual que el rumor de la resaca
que escucho desde el puerto.
Un suspiro nacido entre las sombras
que lleva mil anhelos.
Y aquel mar que se estira, con las olas
en suave balanceo.
Me pregunto si sientes mis latidos
y en ellos, mis recuerdos,
te dejan las figuras caprichosas
vividas, tantas veces, en invierno.
Me pregunto si empleas la colonia
de aroma que venero
y caminas con paso presuroso
por calles hacia el puerto.
Me pregunto, y me quedo sin palabras,
anclado en el desierto,
y no quiero seguir por los caminos
plagados de destellos.
Es quizás pretender una utopía,
una voz escapada de un arpegio,
una nota perdida en la distancia
que retorna traída por el viento.
Mas soñar es bonito y necesario
y merece luchar por ese sueño,
unas hojas que vuelan en los montes
y que buscan la alfombra en su descenso.
Yo recuerdo el latido que dejaron
un día tus deseos,
y recuerdo la nota discordante
del corazón hambriento.
Fue un hermoso paseo compartido
amando y sonriendo,
y lo fue porque estabas a mi lado
soñando todo el tiempo.
Aún recuerdo la lluvia que caía
mojándonos los cuerpos,
y recuerdo tu cara entusiasmada
buscando los luceros.
...Pero solo me quedan los suspiros
perdidos en el tiempo,
y me queda tu cuerpo y tu figura
rozada por mis dedos.
"...Un suspiro se escapa de tus labios,
en la noche, rompiendo tantos miedos,
y se funden salitres y resacas,
de pronto con mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/13
en la noche, rompiendo los silencios.
Es igual que el rumor de la resaca
que escucho desde el puerto.
Un suspiro nacido entre las sombras
que lleva mil anhelos.
Y aquel mar que se estira, con las olas
en suave balanceo.
Me pregunto si sientes mis latidos
y en ellos, mis recuerdos,
te dejan las figuras caprichosas
vividas, tantas veces, en invierno.
Me pregunto si empleas la colonia
de aroma que venero
y caminas con paso presuroso
por calles hacia el puerto.
Me pregunto, y me quedo sin palabras,
anclado en el desierto,
y no quiero seguir por los caminos
plagados de destellos.
Es quizás pretender una utopía,
una voz escapada de un arpegio,
una nota perdida en la distancia
que retorna traída por el viento.
Mas soñar es bonito y necesario
y merece luchar por ese sueño,
unas hojas que vuelan en los montes
y que buscan la alfombra en su descenso.
Yo recuerdo el latido que dejaron
un día tus deseos,
y recuerdo la nota discordante
del corazón hambriento.
Fue un hermoso paseo compartido
amando y sonriendo,
y lo fue porque estabas a mi lado
soñando todo el tiempo.
Aún recuerdo la lluvia que caía
mojándonos los cuerpos,
y recuerdo tu cara entusiasmada
buscando los luceros.
...Pero solo me quedan los suspiros
perdidos en el tiempo,
y me queda tu cuerpo y tu figura
rozada por mis dedos.
"...Un suspiro se escapa de tus labios,
en la noche, rompiendo tantos miedos,
y se funden salitres y resacas,
de pronto con mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/13
ME DUELE LO QUE LEO DE TU VIDA...
Me duele lo que leo de tu vida
y siento lo que ocurre por tu lado,
es parte de la vida, no lo dudes,
y siento los problemas del trabajo.
Vivimos un momento muy difícil
con negros nubarrones y sin claros,
vivimos, sin dudar, el día a día,
y algunos aun se empeñan en dudarlo.
Las almas egoístas son cobardes
y cambian muchas veces en su estado,
confirman una cosa en una tarde
y luego, al otro día, dan reparos.
Pero es la realidad que nos rodea,
el mundo de las sombras y los santos,
allí donde los sueños se estremecen
y surgen los problemas desde el barro.
Me duele lo que leo de tu vida
y sufro como sufren los humanos,
quizás como los niños de los cuentos
que buscan las sonrisas de los labios.
Más es el corazón, el dolorido,
tu propio corazón ya marchitado,
quien grita y quien palpita en su agonía
por culpa de papeles y contratos.
Malditas las palabras de las gentes
que mienten y confunden con engaño,
no saben comprender que quien les habla,
lo hace con candor y con su mano.
La mano que le abriga y alimenta,
que busca lo mejor de lo tratado,
aquello que no reste sus derechos
y deje en evidencia tantos años.
Me duele lo que leo de tu vida
y más de tu familia y tu tejado,
es duro conservar el equilibrio
y es duro aconsejar en esos actos.
Más tengo confianza en tu persona
y sé que lucharás para lograrlo,
darás hasta tu vida, si es preciso,
incluso tu cariño más preciado.
Darás esa sonrisa que conozco,
el beso cariñoso y siempre caro,
la broma y la utopía seductora
y puede que la lágrima y el llanto.
Y a ti, ¿quién te consuela en esta entrega?,
¿quién llega y te susurra, con agrado,
que tú eres esa madre cariñosa
que busca y necesita mil abrazos...?
"...Me duele lo que leo de tu vida
y tiemblo como un niño ante el sagrario,
quisiera acariciarte con mis dedos
y luego descansar en tu regazo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/13
y siento lo que ocurre por tu lado,
es parte de la vida, no lo dudes,
y siento los problemas del trabajo.
Vivimos un momento muy difícil
con negros nubarrones y sin claros,
vivimos, sin dudar, el día a día,
y algunos aun se empeñan en dudarlo.
Las almas egoístas son cobardes
y cambian muchas veces en su estado,
confirman una cosa en una tarde
y luego, al otro día, dan reparos.
Pero es la realidad que nos rodea,
el mundo de las sombras y los santos,
allí donde los sueños se estremecen
y surgen los problemas desde el barro.
Me duele lo que leo de tu vida
y sufro como sufren los humanos,
quizás como los niños de los cuentos
que buscan las sonrisas de los labios.
Más es el corazón, el dolorido,
tu propio corazón ya marchitado,
quien grita y quien palpita en su agonía
por culpa de papeles y contratos.
Malditas las palabras de las gentes
que mienten y confunden con engaño,
no saben comprender que quien les habla,
lo hace con candor y con su mano.
La mano que le abriga y alimenta,
que busca lo mejor de lo tratado,
aquello que no reste sus derechos
y deje en evidencia tantos años.
Me duele lo que leo de tu vida
y más de tu familia y tu tejado,
es duro conservar el equilibrio
y es duro aconsejar en esos actos.
Más tengo confianza en tu persona
y sé que lucharás para lograrlo,
darás hasta tu vida, si es preciso,
incluso tu cariño más preciado.
Darás esa sonrisa que conozco,
el beso cariñoso y siempre caro,
la broma y la utopía seductora
y puede que la lágrima y el llanto.
Y a ti, ¿quién te consuela en esta entrega?,
¿quién llega y te susurra, con agrado,
que tú eres esa madre cariñosa
que busca y necesita mil abrazos...?
"...Me duele lo que leo de tu vida
y tiemblo como un niño ante el sagrario,
quisiera acariciarte con mis dedos
y luego descansar en tu regazo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/13
YA BROTAN PRIMAVERAS EN EL ALMA...
Ya brotan primaveras en el alma
y nacen las mañanas con rocío,
tiritan las estrellas en los cielos
y surgen los sollozos en los lirios.
Te fuiste persiguiendo una quimera,
un premio y un regalo en el Olimpo,
quizás esa corona que te falta
y el trozo del laurel tan insistido.
No olvides que los premios y regalos
no alcanzan las riberas de los ríos,
ni llegan a las almas soñadoras
que buscan ese vuelo tan sencillo.
Debiste refugiarte en el silencio,
en esa inmensidad, y en el sigilo
que marcan los relojes y las horas
surcando sin cesar el infinito.
Debiste procurar que aquellas flores
nacidas, dulcemente y con cariño,
formaran la corona que esperabas
y el cáliz de la copa con su vino.
Debiste refrenar tus sentimientos,
igual que los silencian los marinos,
que lloran mientras reman en sus barcas
con lágrimas de amor y no de frío.
...Pero es aconsejar sobre un pasado,
caduco, destrozado y ya marchito,
un trago de la vida que agriamente
clavó tu corazón con un espino.
Quedaste destrozado en la batalla
cansado de luchar y malherido,
sangrando tu costado, medio roto,
cegado por el polvo del camino.
"...Ya brotan primaveras en el alma,
te dice el corazón en sus latidos,
y brotan manantiales en los bosques
y lloran las fontanas de los niños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/08/13
y nacen las mañanas con rocío,
tiritan las estrellas en los cielos
y surgen los sollozos en los lirios.
Te fuiste persiguiendo una quimera,
un premio y un regalo en el Olimpo,
quizás esa corona que te falta
y el trozo del laurel tan insistido.
No olvides que los premios y regalos
no alcanzan las riberas de los ríos,
ni llegan a las almas soñadoras
que buscan ese vuelo tan sencillo.
Debiste refugiarte en el silencio,
en esa inmensidad, y en el sigilo
que marcan los relojes y las horas
surcando sin cesar el infinito.
Debiste procurar que aquellas flores
nacidas, dulcemente y con cariño,
formaran la corona que esperabas
y el cáliz de la copa con su vino.
Debiste refrenar tus sentimientos,
igual que los silencian los marinos,
que lloran mientras reman en sus barcas
con lágrimas de amor y no de frío.
...Pero es aconsejar sobre un pasado,
caduco, destrozado y ya marchito,
un trago de la vida que agriamente
clavó tu corazón con un espino.
Quedaste destrozado en la batalla
cansado de luchar y malherido,
sangrando tu costado, medio roto,
cegado por el polvo del camino.
"...Ya brotan primaveras en el alma,
te dice el corazón en sus latidos,
y brotan manantiales en los bosques
y lloran las fontanas de los niños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/08/13
VOLABAS...
Volabas de mis manos
abiertas para dar,
un mundo de ilusiones
y sueños sin final.
Volabas sin cadenas,
sin rumbo ni lugar,
en medio de los días
y noches sin fanal.
Volabas las montañas,
las cumbres sin pisar,
pasando por los valles
y ríos sin caudal.
Volabas con tu canto,
vestida de azafrán
y un manto de alegría
dejabas al pasar.
Volabas como un ciervo
buscando libertad,
tras sueños que tenían
un rótulo de paz.
Volabas mariposa
también por el trigal,
llevando entre tus alas
esencias de azahar.
Volabas dulce niña
con alas de verdad,
con sueños retenidos
y a punto de lograr.
Volabas por fronteras
sin rótulos ni edad,
por páramos desiertos
y en aguas de ultramar.
Volabas cual susurro
temblando en el cristal,
con leve parpadeo
pendiente del azar.
Volabas temblorosa,
sonando en el tic-tac,
de un pecho enamorado
y a punto de explotar.
Volabas sin envidias,
buscando la verdad,
en medio de las nubes
y gentes del lugar.
Volabas hacia el cielo,
la eterna inmensidad,
el mundo de los niños
y un parque en que jugar.
"...Volabas simplemente,
volabas nada más,
volabas con tus sueños
de amor y libertad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/08/13
abiertas para dar,
un mundo de ilusiones
y sueños sin final.
Volabas sin cadenas,
sin rumbo ni lugar,
en medio de los días
y noches sin fanal.
Volabas las montañas,
las cumbres sin pisar,
pasando por los valles
y ríos sin caudal.
Volabas con tu canto,
vestida de azafrán
y un manto de alegría
dejabas al pasar.
Volabas como un ciervo
buscando libertad,
tras sueños que tenían
un rótulo de paz.
Volabas mariposa
también por el trigal,
llevando entre tus alas
esencias de azahar.
Volabas dulce niña
con alas de verdad,
con sueños retenidos
y a punto de lograr.
Volabas por fronteras
sin rótulos ni edad,
por páramos desiertos
y en aguas de ultramar.
Volabas cual susurro
temblando en el cristal,
con leve parpadeo
pendiente del azar.
Volabas temblorosa,
sonando en el tic-tac,
de un pecho enamorado
y a punto de explotar.
Volabas sin envidias,
buscando la verdad,
en medio de las nubes
y gentes del lugar.
Volabas hacia el cielo,
la eterna inmensidad,
el mundo de los niños
y un parque en que jugar.
"...Volabas simplemente,
volabas nada más,
volabas con tus sueños
de amor y libertad..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/08/13
NO QUIEREN QUE ME ACERQUE A LOS POEMAS...
No quieren que me acerque a los poemas
e impregne mis pupilas de su calma,
ni quieren que comparta de la vida
el vuelo de la alondra con su gracia.
Me siento prisionero sin cadenas
sumido en un sopor y en la distancia,
anclado en nebulosas impensables
que evitan por la noche a las cigarras.
Me siento como el niño soñoliento
que busca en los albores de su infancia,
la luz de la ilusión y la alegría,
y el rumbo de su nave en lontananza.
No quiero ser juguete del destino
y menos de mareas y resacas,
prefiero los rescoldos y el destierro
que ausente de los versos que me faltan.
No quieren que me acerque a los poemas
musitan muchas voces que me alcanzan,
lo dicen con los labios desgarrados
y gritos que me llegan hasta el alma.
Lo dicen los cobardes, que en su fuero,
permiten las torturas más nefastas,
aquellos que proclaman libertades
y niegan el valor de la palabra.
Lo dicen los valientes de la fiesta
que bailan y que beben hasta el alba,
los mismos que se rasgan los vestidos
cuando es algún juglar el que les habla.
No quiero contagiaros de mi pena,
lectores que venís hasta mi playa,
las hojas del cuaderno están escritas
con tinta bien visible y con su magia.
"...No quieren que me acerque a los poemas
me dicen los silencios de la nada,
prefieren al payaso y marioneta
que mire al horizonte en su atalaya..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/13
e impregne mis pupilas de su calma,
ni quieren que comparta de la vida
el vuelo de la alondra con su gracia.
Me siento prisionero sin cadenas
sumido en un sopor y en la distancia,
anclado en nebulosas impensables
que evitan por la noche a las cigarras.
Me siento como el niño soñoliento
que busca en los albores de su infancia,
la luz de la ilusión y la alegría,
y el rumbo de su nave en lontananza.
No quiero ser juguete del destino
y menos de mareas y resacas,
prefiero los rescoldos y el destierro
que ausente de los versos que me faltan.
No quieren que me acerque a los poemas
musitan muchas voces que me alcanzan,
lo dicen con los labios desgarrados
y gritos que me llegan hasta el alma.
Lo dicen los cobardes, que en su fuero,
permiten las torturas más nefastas,
aquellos que proclaman libertades
y niegan el valor de la palabra.
Lo dicen los valientes de la fiesta
que bailan y que beben hasta el alba,
los mismos que se rasgan los vestidos
cuando es algún juglar el que les habla.
No quiero contagiaros de mi pena,
lectores que venís hasta mi playa,
las hojas del cuaderno están escritas
con tinta bien visible y con su magia.
"...No quieren que me acerque a los poemas
me dicen los silencios de la nada,
prefieren al payaso y marioneta
que mire al horizonte en su atalaya..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/13
HAY LÁGRIMAS REBELDES...
Hay lágrimas rebeldes
que bajan de los cielos
y hay otras que nos dejan
los ojos tan inquietos.
Los llantos de la luna,
de estrellas y luceros,
son gotas que en la noche
transmiten lo que vemos.
Las lágrimas rebeldes,
nacidas en el pecho,
son gotas que transpiran
los ojos tan inquietos.
Los ojos soñadores
dormidos en el tiempo,
viviendo intensamente
futuros imperfectos.
Palabras y suspiros
son voz en los recuerdos,
alegres campanillas
de olores muy diversos.
Hay veces que las almas
se empañan sin remedio,
y ensucian sus cristales
la brisa con el viento.
La brisa con la arena
que sube del desierto,
el viento con salitre
de mares y veleros.
Hay voces cristalinas,
susurros y jadeos,
y hay voces que nerviosas
musitan un "te quiero",
Yo marcho por la vida
y escribo lo que veo,
no sé si es mi pecado
decir lo que yo siento.
Decir las mismas cosas
que gritan mis deseos,
decir que yo te amo
y amaba sin saberlo.
Preciosa golondrina,
gorrión de ojos eternos,
la dulce mariposa
que roba mis anhelos.
Así gritan mis labios
y así salen mis versos,
mojados por las lágrimas
del llanto traicionero.
"...Hay lágrimas rebeldes
que bajan hasta el suelo,
y brotan de unos ojos
llorosos y sin sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/13
que bajan de los cielos
y hay otras que nos dejan
los ojos tan inquietos.
Los llantos de la luna,
de estrellas y luceros,
son gotas que en la noche
transmiten lo que vemos.
Las lágrimas rebeldes,
nacidas en el pecho,
son gotas que transpiran
los ojos tan inquietos.
Los ojos soñadores
dormidos en el tiempo,
viviendo intensamente
futuros imperfectos.
Palabras y suspiros
son voz en los recuerdos,
alegres campanillas
de olores muy diversos.
Hay veces que las almas
se empañan sin remedio,
y ensucian sus cristales
la brisa con el viento.
La brisa con la arena
que sube del desierto,
el viento con salitre
de mares y veleros.
Hay voces cristalinas,
susurros y jadeos,
y hay voces que nerviosas
musitan un "te quiero",
Yo marcho por la vida
y escribo lo que veo,
no sé si es mi pecado
decir lo que yo siento.
Decir las mismas cosas
que gritan mis deseos,
decir que yo te amo
y amaba sin saberlo.
Preciosa golondrina,
gorrión de ojos eternos,
la dulce mariposa
que roba mis anhelos.
Así gritan mis labios
y así salen mis versos,
mojados por las lágrimas
del llanto traicionero.
"...Hay lágrimas rebeldes
que bajan hasta el suelo,
y brotan de unos ojos
llorosos y sin sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/13
DISCULPA, TENGO EL CORAZÓN...
Disculpa, tengo el corazón dormido
y no puedo, ni quiero que despierte,
porque debe seguir entre tinieblas
a pesar del amor que reverdece.
Es algo que me dictan los sentidos
y debo obedecer, mal que me pese,
oír a las cigarras en la noche
librar su voz cautiva a los corceles.
Ya duermen los ganados en el campo
y bufan con sonidos diferentes,
mezclando mil susurros con las sombras
que abrazan a las rosas y claveles.
Yo salgo entre la niebla entristecido
y siento tu presencia tan latente,
que incluso se me cierran las pupilas
soñando con tus dedos en mis sienes.
Disculpa, tengo el corazón herido
y no puedo, ni quiero retenerte,
porque sé que el amor es esa herida
que vibró tras tus ojos tan alegres.
Es algo que no puedo remediarlo
y noto que la luz desaparece,
me asedian las neblinas y las dudas
y choco con ventanas y paredes.
Ya duermen las alondras en sus nidos
y bajan la cabeza los cipreses,
los platos y vajillas, en silencio,
se quedan sin palabras, simplemente.
Yo salgo suplicando ante la vida,
le pido que me dicte sus deberes,
que exija de mi alma lo que quiera
y premie o me castigue eternamente.
"...Disculpa, tengo el corazón sangrando
y no puedo, ni quiero que se frene,
la sangre se la llevan mi suspiros,
la misma que me acerca hasta la muerte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/13
y no puedo, ni quiero que despierte,
porque debe seguir entre tinieblas
a pesar del amor que reverdece.
Es algo que me dictan los sentidos
y debo obedecer, mal que me pese,
oír a las cigarras en la noche
librar su voz cautiva a los corceles.
Ya duermen los ganados en el campo
y bufan con sonidos diferentes,
mezclando mil susurros con las sombras
que abrazan a las rosas y claveles.
Yo salgo entre la niebla entristecido
y siento tu presencia tan latente,
que incluso se me cierran las pupilas
soñando con tus dedos en mis sienes.
Disculpa, tengo el corazón herido
y no puedo, ni quiero retenerte,
porque sé que el amor es esa herida
que vibró tras tus ojos tan alegres.
Es algo que no puedo remediarlo
y noto que la luz desaparece,
me asedian las neblinas y las dudas
y choco con ventanas y paredes.
Ya duermen las alondras en sus nidos
y bajan la cabeza los cipreses,
los platos y vajillas, en silencio,
se quedan sin palabras, simplemente.
Yo salgo suplicando ante la vida,
le pido que me dicte sus deberes,
que exija de mi alma lo que quiera
y premie o me castigue eternamente.
"...Disculpa, tengo el corazón sangrando
y no puedo, ni quiero que se frene,
la sangre se la llevan mi suspiros,
la misma que me acerca hasta la muerte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/13
NO DEJES TU DOLOR EN EPITAFIOS...
No dejes tu dolor en epitafios
ni mezcles tus palabras con mis letras,
no sabes lo que esconden las entrañas
ni sabes de mis lágrimas sinceras.
La vida se compone de fragmentos,
segundos transformados en poemas,
instantes retenidos en el iris
que sienten sin cesar a las estrellas.
Es fácil opinar sobre el pasado,
incluso prejuzgar a la ligera,
por medio de fantasmas y de dudas
que vuelven con recuerdos que nos llegan.
Y es fácil cometer este pecado
rompiendo la armonía más perfecta,
por medio de sospechas infundadas
y celos que hasta nublan la conciencia.
La eterna sinfonía de las almas
se rompe cuando ruge la galerna,
y estrella sus arpegios en los pechos
mojados por mil lágrimas diversas.
Mas es el corazón, el que responde,
quien debe soportar tantas miserias,
los restos de cristales esparcidos
con sueños mancillados en la tierra.
Hay dudas que se curan con el tiempo
y hay otras que en el tiempo son eternas,
la lucha es desigual contra las mismas
y el premio y el castigo está en la espera.
No debes soportar desilusiones
y menos aceptar tanta miseria,
tú sabes la verdad y está contigo
y hay otros que la dudan y la niegan.
Allá cada navío en su derrota,
que surque con la proa las mareas,
tú busca la verdad entre los versos
y en ellos hallarás lo que deseas.
"...No dejes tu dolor en epitafios
y menos en palabras incompletas,
aguanta las fontanas de tus ojos
y siente la caricia de la niebla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/13
ni mezcles tus palabras con mis letras,
no sabes lo que esconden las entrañas
ni sabes de mis lágrimas sinceras.
La vida se compone de fragmentos,
segundos transformados en poemas,
instantes retenidos en el iris
que sienten sin cesar a las estrellas.
Es fácil opinar sobre el pasado,
incluso prejuzgar a la ligera,
por medio de fantasmas y de dudas
que vuelven con recuerdos que nos llegan.
Y es fácil cometer este pecado
rompiendo la armonía más perfecta,
por medio de sospechas infundadas
y celos que hasta nublan la conciencia.
La eterna sinfonía de las almas
se rompe cuando ruge la galerna,
y estrella sus arpegios en los pechos
mojados por mil lágrimas diversas.
Mas es el corazón, el que responde,
quien debe soportar tantas miserias,
los restos de cristales esparcidos
con sueños mancillados en la tierra.
Hay dudas que se curan con el tiempo
y hay otras que en el tiempo son eternas,
la lucha es desigual contra las mismas
y el premio y el castigo está en la espera.
No debes soportar desilusiones
y menos aceptar tanta miseria,
tú sabes la verdad y está contigo
y hay otros que la dudan y la niegan.
Allá cada navío en su derrota,
que surque con la proa las mareas,
tú busca la verdad entre los versos
y en ellos hallarás lo que deseas.
"...No dejes tu dolor en epitafios
y menos en palabras incompletas,
aguanta las fontanas de tus ojos
y siente la caricia de la niebla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/13
NO QUIERO QUE SE ENSUCIEN LOS CRISTALES...
No quiero que se ensucien los cristales
por culpa de un reflejo irreverente,
ni quiero que te sientas obligada
por culpa de mis letras a quererme.
Separo las cortinas de la vida
y busco en las fontanas esas veces
aquellas que aplacaron mis saudades
con agua cristalina y transparente.
Repaso los caminos transitados,
recuerdo los desiertos y vergeles,
y añoro, de la noche, sus misterios,
la calma y plenitud con sus placeres.
Añoro a las sirenas temblorosas
hablando y musitando entre las redes,
al lado de traineras ancestrales
cubiertas de verdín y de percebes.
Añoro a las estrellas que en el cielo
alumbran los paseos y el nordeste,
y dejan que se funda la nostalgia
en medio de la noche siempre breve.
Mas debo confesar, en tu descargo,
el verso de tus ojos que sostienen,
la dulce melodía de unos labios
y el ramo reluciente de claveles.
El verso de tus ojos fue el primero
que hizo que lloraran los cipreses,
cubiertos del rocío y del romance
al son de las campanas lentamente.
La bella melodía resonaba
en medio del rosario y miserere,
dos almas enfrentados al destino
en medio de batallas, sin laureles.
El ramo reluciente fue la guinda
cubiertos los claveles por el verde,
aquel que desprendían las praderas
y el mismo de tus ojos tan celestes.
"...No quiero que se ensucien los cristales
por culpa de reproches muy crueles,
prefiero retirarme hacia la nada
en busca del silencio y de la nieve..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/08/13
por culpa de un reflejo irreverente,
ni quiero que te sientas obligada
por culpa de mis letras a quererme.
Separo las cortinas de la vida
y busco en las fontanas esas veces
aquellas que aplacaron mis saudades
con agua cristalina y transparente.
Repaso los caminos transitados,
recuerdo los desiertos y vergeles,
y añoro, de la noche, sus misterios,
la calma y plenitud con sus placeres.
Añoro a las sirenas temblorosas
hablando y musitando entre las redes,
al lado de traineras ancestrales
cubiertas de verdín y de percebes.
Añoro a las estrellas que en el cielo
alumbran los paseos y el nordeste,
y dejan que se funda la nostalgia
en medio de la noche siempre breve.
Mas debo confesar, en tu descargo,
el verso de tus ojos que sostienen,
la dulce melodía de unos labios
y el ramo reluciente de claveles.
El verso de tus ojos fue el primero
que hizo que lloraran los cipreses,
cubiertos del rocío y del romance
al son de las campanas lentamente.
La bella melodía resonaba
en medio del rosario y miserere,
dos almas enfrentados al destino
en medio de batallas, sin laureles.
El ramo reluciente fue la guinda
cubiertos los claveles por el verde,
aquel que desprendían las praderas
y el mismo de tus ojos tan celestes.
"...No quiero que se ensucien los cristales
por culpa de reproches muy crueles,
prefiero retirarme hacia la nada
en busca del silencio y de la nieve..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/08/13
A VECES DESPERTAMOS...
A veces despertamos
hambrientos y ateridos,
cansados de peleas,
lanzando mis suspiros.
Miramos a lo lejos
buscando el fiel resquicio,
la página dorada
que asombre con su brillo.
Y entonces comprendemos
lo que es bien el delirio,
la fiebre de los locos
y el canto de los grillos.
Las brumas se condensan
dejando escalofríos,
y un halo misterioso
se acerca hasta los lirios.
A veces despertamos
temblando, y no de frío,
lo hacemos por mil cosas
que marcan el destino.
Temblamos con sonrisas
y pliegues infinitos,
de labios con arrugas
y besos que se han ido.
Temblamos por los miedos
surgidos desde niños,
que anidan en las almas,
la sangre y los latidos.
Más hay otros temblores
de espacios pequeñitos,
temblores por los sueños
que llevan al Olimpo.
A veces despertamos
después de haber dormido,
en lechos sin fronteras
y espacios infinitos.
Descansa la resaca
y el pecho del marino,
descansan los susurros
del viento que se ha ido.
No sé si las pasiones
encuentran su camino,
si mueren sentimientos
ahogados en sus gritos.
Si acaso los corceles
contienen el relincho,
y hay sangres que se alteran
conscientes de su rito.
"...A veces despertamos
en medio del abismo,
buscando en la distancia
la mano del amigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/13
ESTABAS...
Estabas allí, despierta,
y asomada a la ventana,
con los cabellos al viento
que la brisa los mesaba.
Y te miré ilusionado,
para seguir a tu cara,
en su vagar silencioso
por las regiones más altas.
Pero escuché entristecido
el rumor de las resacas,
y el sonido de los remos
que bogaban en las barcas.
Estabas con un suspiro
en tus ojos de gitana,
y la sonrisa en los labios
que en tu boca despuntaba.
Y me quedé boquiabierto
suspirando, sin palabras,
en un letargo sin nombre
que acercaba las distancias.
Pero dejé entre mis labios
esa música lejana,
ese nombre, que es tu nombre
y me quema las entrañas.
Estabas tal vez, soñando,
con futuras caminatas,
de paseos por el cielo
en las nubes plateadas.
Y me envolví sin saberlo
en tu sueño y tus pestañas,
para saciar los latidos
del rocío en la mañana.
Pero un chasquido de dedos,
(un relámpago en la fragua),
me devolvió hasta la orilla
con salitres y con algas.
Estabas entre las sombras
que nacían de la nada
y las dudas de la noche
que envolvían a tu alma.
Y te guie con mi antorcha
sorteando telarañas,
y apartando los silencios
de la luz tan añorada.
Pero la luz mortecina
de la linterna se apaga,
y se acabaron los sueños
como un borrón escarlata.
"...Estabas allí despierta
tan hermosa y tan lozana,
que atracaste, sin saberlo,
el candor de una mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/13
y asomada a la ventana,
con los cabellos al viento
que la brisa los mesaba.
Y te miré ilusionado,
para seguir a tu cara,
en su vagar silencioso
por las regiones más altas.
Pero escuché entristecido
el rumor de las resacas,
y el sonido de los remos
que bogaban en las barcas.
Estabas con un suspiro
en tus ojos de gitana,
y la sonrisa en los labios
que en tu boca despuntaba.
Y me quedé boquiabierto
suspirando, sin palabras,
en un letargo sin nombre
que acercaba las distancias.
Pero dejé entre mis labios
esa música lejana,
ese nombre, que es tu nombre
y me quema las entrañas.
Estabas tal vez, soñando,
con futuras caminatas,
de paseos por el cielo
en las nubes plateadas.
Y me envolví sin saberlo
en tu sueño y tus pestañas,
para saciar los latidos
del rocío en la mañana.
Pero un chasquido de dedos,
(un relámpago en la fragua),
me devolvió hasta la orilla
con salitres y con algas.
Estabas entre las sombras
que nacían de la nada
y las dudas de la noche
que envolvían a tu alma.
Y te guie con mi antorcha
sorteando telarañas,
y apartando los silencios
de la luz tan añorada.
Pero la luz mortecina
de la linterna se apaga,
y se acabaron los sueños
como un borrón escarlata.
"...Estabas allí despierta
tan hermosa y tan lozana,
que atracaste, sin saberlo,
el candor de una mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/13
RETALES Y FRAGMENTOS DE LA LUNA...
Retales con fragmentos de la luna,
bordados con estrellas siderales,
susurros que nos dejan las corrientes,
y el rezo en las iglesias por la tarde.
Arpegios que se elevan a los cielos
y acercan la visión de los volcanes,
la música sin pausa de la vida
y el beso de la brisa en los maizales.
Poemas que renacen en la noche
y buscan los oídos peculiares,
latidos de unos pechos que se alegran
y vibran a través de los cristales.
Es una situación muy delicada
motivo de un momento inenarrable,
los ojos lo contemplan extasiados
y dictan sentimientos singulares.
La máquina del tiempo se detiene
parando sus agujas en las calles,
se paran los pedales y, las telas,
detienen su tejer en ese avance.
La mano costurera se ha dormido,
la máquina dormita en las ciudades.
un fondo claroscuro, con las nubes,
espera ser unido a los retales.
La vida se compone de momentos
que cruzan los espacios y los mares,
eternas mariposas y suspiros,
puntadas de unas manos magistrales.
No cose nuestra máquina impaciente
y espera el pie nervioso que la calce,
la mano que la guíe con su tela,
la nube que le entregue mil saudades.
Espera el hilo fino y transparente
capaz de soportar tantas verdades,
y espera la ilusión y fantasía
de niños que han crecido y ya son grandes.
"...Retales y fragmentos de la luna
cosidos con pasión a nuestra sangre,
un hilo de candor y sutileza
y el beso del amor, que nunca falte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/08/13
bordados con estrellas siderales,
susurros que nos dejan las corrientes,
y el rezo en las iglesias por la tarde.
Arpegios que se elevan a los cielos
y acercan la visión de los volcanes,
la música sin pausa de la vida
y el beso de la brisa en los maizales.
Poemas que renacen en la noche
y buscan los oídos peculiares,
latidos de unos pechos que se alegran
y vibran a través de los cristales.
Es una situación muy delicada
motivo de un momento inenarrable,
los ojos lo contemplan extasiados
y dictan sentimientos singulares.
La máquina del tiempo se detiene
parando sus agujas en las calles,
se paran los pedales y, las telas,
detienen su tejer en ese avance.
La mano costurera se ha dormido,
la máquina dormita en las ciudades.
un fondo claroscuro, con las nubes,
espera ser unido a los retales.
La vida se compone de momentos
que cruzan los espacios y los mares,
eternas mariposas y suspiros,
puntadas de unas manos magistrales.
No cose nuestra máquina impaciente
y espera el pie nervioso que la calce,
la mano que la guíe con su tela,
la nube que le entregue mil saudades.
Espera el hilo fino y transparente
capaz de soportar tantas verdades,
y espera la ilusión y fantasía
de niños que han crecido y ya son grandes.
"...Retales y fragmentos de la luna
cosidos con pasión a nuestra sangre,
un hilo de candor y sutileza
y el beso del amor, que nunca falte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/08/13
SOY UN VERSO ESCAPADO DE UN POEMA...
Soy un verso escapado de un poema,
me dijeron tus ojos en la tarde,
un suspiro que llega de los bosques
y también una lágrima sin cauce.
Pero yo te miré como quien eras,
la muchacha sencilla y agradable,
con tus ojos sinceros y distintos
que me hablaban de cosas importantes.
Y me hablaron de un mundo diferente
con el mar recordando mil saudades,
y unos campos lejanos y bravíos
donde crecen bailando los trigales.
Porque sopla la brisa que les mece
permitiendo sus formas singulares,
y también esos sueños, que en los hombres,
desarrollan y visten sus edades.
Soy un verso escapado de un poema,
susurraban tus labios virginales,
y escuché de los mismos tus palabras
y grabé tu poema en sus mitades.
Pero el verso latente de tus labios
era aquel que alteraba las constantes,
con arritmia alocada en los sentidos
y un ardor en las venas y en la sangre.
Te creí por mis sueños de poeta
y corrí como un ciervo en los pinares,
sorteando las trampas y peligros
para ir a buscar nuevas verdades.
Y fue allí, que al amparo de la brisa,
donde vino la flecha hasta mi carne,
y la mano, tu mano temblorosa,
alteró la canción de los maizales.
"...Soy un verso escapado de un poema
repitieron tus ojos en su frase,
pero yo me quedé con el misterio
de unas letras tan frías y distantes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/08/13
me dijeron tus ojos en la tarde,
un suspiro que llega de los bosques
y también una lágrima sin cauce.
Pero yo te miré como quien eras,
la muchacha sencilla y agradable,
con tus ojos sinceros y distintos
que me hablaban de cosas importantes.
Y me hablaron de un mundo diferente
con el mar recordando mil saudades,
y unos campos lejanos y bravíos
donde crecen bailando los trigales.
Porque sopla la brisa que les mece
permitiendo sus formas singulares,
y también esos sueños, que en los hombres,
desarrollan y visten sus edades.
Soy un verso escapado de un poema,
susurraban tus labios virginales,
y escuché de los mismos tus palabras
y grabé tu poema en sus mitades.
Pero el verso latente de tus labios
era aquel que alteraba las constantes,
con arritmia alocada en los sentidos
y un ardor en las venas y en la sangre.
Te creí por mis sueños de poeta
y corrí como un ciervo en los pinares,
sorteando las trampas y peligros
para ir a buscar nuevas verdades.
Y fue allí, que al amparo de la brisa,
donde vino la flecha hasta mi carne,
y la mano, tu mano temblorosa,
alteró la canción de los maizales.
"...Soy un verso escapado de un poema
repitieron tus ojos en su frase,
pero yo me quedé con el misterio
de unas letras tan frías y distantes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/08/13
HE VUELTO A MIRAR AL CIELO...
He vuelto a mirar al cielo
y lloraban las estrellas,
con los ojos parpadeantes
que ocultaban sus miserias.
Porque los astros del cielo
llevan también muchas penas,
aunque nos manden sonrisas
a pesar de las galernas.
Yo lloré, como los niños,
unas lágrimas traviesas,
y enjuagué con el pañuelo
el camino de sus sendas.
Porque el rayo tembloroso
en mi alma causó mella,
y temblaron mis pupilas
empañándose mis cejas.
Hay estrellas soñadoras
que relucen y dan vueltas,
persiguiendo a los amantes
cuando van a las verbenas.
Hay estrellas que en el pelo,
llevan rosas y violetas,
y también distintas flores
como lirios y azucenas.
Hay zagales que deslumbran
con sus versos y poemas,
y cautivan a los ojos
de las niñas y doncellas.
Hay juglares que caminan
por los pueblos de la sierra,
y que forman sus canciones
con recuerdos de la aldea.
Sin embargo por la playa
hacen guardia las sirenas,
con figura seductora,
sinuosa y tan coqueta.
Yo buscaba la cigarra
y encontré la cenicienta,
que elevaba sus canciones
con suspiros de la tierra.
"...He vuelto a mirar al cielo
y lloré por mi poema,
con un hilo entre las manos
que se ha roto del cometa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/13
y lloraban las estrellas,
con los ojos parpadeantes
que ocultaban sus miserias.
Porque los astros del cielo
llevan también muchas penas,
aunque nos manden sonrisas
a pesar de las galernas.
Yo lloré, como los niños,
unas lágrimas traviesas,
y enjuagué con el pañuelo
el camino de sus sendas.
Porque el rayo tembloroso
en mi alma causó mella,
y temblaron mis pupilas
empañándose mis cejas.
Hay estrellas soñadoras
que relucen y dan vueltas,
persiguiendo a los amantes
cuando van a las verbenas.
Hay estrellas que en el pelo,
llevan rosas y violetas,
y también distintas flores
como lirios y azucenas.
Hay zagales que deslumbran
con sus versos y poemas,
y cautivan a los ojos
de las niñas y doncellas.
Hay juglares que caminan
por los pueblos de la sierra,
y que forman sus canciones
con recuerdos de la aldea.
Sin embargo por la playa
hacen guardia las sirenas,
con figura seductora,
sinuosa y tan coqueta.
Yo buscaba la cigarra
y encontré la cenicienta,
que elevaba sus canciones
con suspiros de la tierra.
"...He vuelto a mirar al cielo
y lloré por mi poema,
con un hilo entre las manos
que se ha roto del cometa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/13
SE ESTREMECEN LOS OJOS SIN NOMBRE...
Se estremecen los ojos sin nombre
y suspiran los labios que sienten,
hay tristeza y dolor en las almas
y una niebla voraz que sorprende.
Las estrellas llorosas sonríen
a pesar de la escarcha y la nieve,
y una luna fugaz, sin destino,
da su ronda leal y creciente.
He salido a mirar a las rosas
y a regar el jardín tan solemne,
donde crecen quizás sentimientos,
donde viven, se forjan y mueren.
He buscado el rincón con tu nombre,
la figura y el labio impaciente,
esos ojos que tanto dijeron
y aquel beso que vino a mis sienes.
Pero nada salió de respuesta,
ni siquiera el reflejo latente,
el de un día soñando y amando,
sin cesar, con la paz de los muelles.
Me envolvió la quietud del silencio
con el manto sutil y perenne,
y también el abrazo sin nombre
de la noche que tanto nos quiere.
Recordé los susurros pasados,
las verbenas con lindos cohetes,
las promesas dictadas del baile
y aquel beso con música breve.
Más no pude volverte a la vida,
corazón de latón que estremeces,
ni tampoco robé tus latidos
trasladando el pasado al presente.
Y quedé solitario en la tarde
contemplando el pasar de los trenes,
y el fulgor de cometas lejanos
tras los riscos nevados y agrestes.
Y así fue la sencilla batalla
de un Quijote marchando a su suerte,
escalando los muros más altos
y luchando quizás, con paredes.
Al final me quedaron los libros,
los cuadernos soñados de siempre,
los que guardan las lindas historias
los que acogen la pluma valiente.
Y allí van mis poemas sin nombre,
con sus versos a veces crueles,
y de otros que secan los ojos
con sonrisas y bromas alegres.
"...Se estremecen los ojos sin nombre
y también las estrellas silentes,
ya los mares susurran despacio
un arpegio de amor y de fiebre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/13
y suspiran los labios que sienten,
hay tristeza y dolor en las almas
y una niebla voraz que sorprende.
Las estrellas llorosas sonríen
a pesar de la escarcha y la nieve,
y una luna fugaz, sin destino,
da su ronda leal y creciente.
He salido a mirar a las rosas
y a regar el jardín tan solemne,
donde crecen quizás sentimientos,
donde viven, se forjan y mueren.
He buscado el rincón con tu nombre,
la figura y el labio impaciente,
esos ojos que tanto dijeron
y aquel beso que vino a mis sienes.
Pero nada salió de respuesta,
ni siquiera el reflejo latente,
el de un día soñando y amando,
sin cesar, con la paz de los muelles.
Me envolvió la quietud del silencio
con el manto sutil y perenne,
y también el abrazo sin nombre
de la noche que tanto nos quiere.
Recordé los susurros pasados,
las verbenas con lindos cohetes,
las promesas dictadas del baile
y aquel beso con música breve.
Más no pude volverte a la vida,
corazón de latón que estremeces,
ni tampoco robé tus latidos
trasladando el pasado al presente.
Y quedé solitario en la tarde
contemplando el pasar de los trenes,
y el fulgor de cometas lejanos
tras los riscos nevados y agrestes.
Y así fue la sencilla batalla
de un Quijote marchando a su suerte,
escalando los muros más altos
y luchando quizás, con paredes.
Al final me quedaron los libros,
los cuadernos soñados de siempre,
los que guardan las lindas historias
los que acogen la pluma valiente.
Y allí van mis poemas sin nombre,
con sus versos a veces crueles,
y de otros que secan los ojos
con sonrisas y bromas alegres.
"...Se estremecen los ojos sin nombre
y también las estrellas silentes,
ya los mares susurran despacio
un arpegio de amor y de fiebre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/08/13
VUELVO AL MAR Y ALLÍ TE VEO...
Vuelvo al mar y allí te veo,
entre rocas y en la playa,
con un sol que se destila en el ocaso
y un reflejo que se estira por las aguas.
Y eras tú, linda princesa de los cuentos,
la sirena encantadora y sin palabras,
que mirabas fijamente con tus ojos
la llegada de las olas y la nada.
Parecías una estatua inamovible,
el retrato de una rosa con nostalgia,
la cereza desprendida de los cielos
y una estrella soñolienta que esperaba.
Parecías una linda mariposa
con las alas dulcemente replegadas,
con las piernas sostenidas por tus brazos,
de cuclillas y perdida la mirada.
Parecías una reina del Olimpo,
una perla separada de su nácar,
una rosa temblorosa en el ocaso
contemplando todo aquello ensimismada.
Sin embargo estabas quieta en mi presencia
ignorando los suspiros de mi alma,
las galernas y pasiones de mis sueños,
que formaban muy sutiles telarañas.
Yo quería que volvieras a la vida,
que el rocío estremeciera tus entrañas,
que sintieras la frescura de la noche
en tus brazos y en tus piernas desnudadas.
Yo traté de mancillar aquel silencio
y romper con mis suspiros tal estampa,
yo quería que tus ojos soñolientos
se volvieran a los míos sin tardanza.
Mas no pude conseguir lo que pedían
mis sentidos y mis ojos con sus lágrimas,
y perdí la bella imagen de aquel sueño,
y lloré cuando la noche te llevaba.
Porque fuiste cenicienta irreverente
y en mis sueños Dulcinea muy osada,
y perdí la bella imagen de aquel cuadro
que volaba en el ocaso y se alejaba.
"...Vuelvo al mar y allí te veo,
aunque sea en la distancia,
a pesar de los lejanos paraísos
y a pesar de las estrellas que me llaman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/08/13
entre rocas y en la playa,
con un sol que se destila en el ocaso
y un reflejo que se estira por las aguas.
Y eras tú, linda princesa de los cuentos,
la sirena encantadora y sin palabras,
que mirabas fijamente con tus ojos
la llegada de las olas y la nada.
Parecías una estatua inamovible,
el retrato de una rosa con nostalgia,
la cereza desprendida de los cielos
y una estrella soñolienta que esperaba.
Parecías una linda mariposa
con las alas dulcemente replegadas,
con las piernas sostenidas por tus brazos,
de cuclillas y perdida la mirada.
Parecías una reina del Olimpo,
una perla separada de su nácar,
una rosa temblorosa en el ocaso
contemplando todo aquello ensimismada.
Sin embargo estabas quieta en mi presencia
ignorando los suspiros de mi alma,
las galernas y pasiones de mis sueños,
que formaban muy sutiles telarañas.
Yo quería que volvieras a la vida,
que el rocío estremeciera tus entrañas,
que sintieras la frescura de la noche
en tus brazos y en tus piernas desnudadas.
Yo traté de mancillar aquel silencio
y romper con mis suspiros tal estampa,
yo quería que tus ojos soñolientos
se volvieran a los míos sin tardanza.
Mas no pude conseguir lo que pedían
mis sentidos y mis ojos con sus lágrimas,
y perdí la bella imagen de aquel sueño,
y lloré cuando la noche te llevaba.
Porque fuiste cenicienta irreverente
y en mis sueños Dulcinea muy osada,
y perdí la bella imagen de aquel cuadro
que volaba en el ocaso y se alejaba.
"...Vuelvo al mar y allí te veo,
aunque sea en la distancia,
a pesar de los lejanos paraísos
y a pesar de las estrellas que me llaman..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/08/13
SUEÑO CON TU SONRISA...
Sueño con tu sonrisa
y que vamos de la mano
caminando por la playa.
Unas olas muy coquetas
acarician con sus besos a tus pies
y no te asustas.
Yo sonrío y tú sonríes
mientras lanzas un suspiro.
Hay un verso que nos dejan las mareas
y que viene a nuestro lado.
Ese verso trae salitre y fantasías
con historias de sirenas y piratas
que escuchamos en silencio.
Yo te miro y tú respondes a mis ojos
con un beso que me ofreces de tus labios.
Un susurro va a tu oído de mi pecho
y te dice que te quiero.
"¡Es un sueño todo esto!",-tú me dices.
"...Y al final, yo soy feliz con este sueño
y tu sonrisa que imagino..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/07/13
ERA UNA LUNA CRECIENTE...
(A Rossana Arellano que me facilitó la imagen)
Era una luna creciente
que en el cielo se estiraba,
entre versos y suspiros
que dejaban las cigarras.
Una mano temblorosa
busca el manto que la tapa,
y le roba la sonrisa
de sus labios de gitana.
Hay susurros de los mares
y hay envidias de las algas,
de corales y sirenas
que se extienden por la playa.
Mas la mano misteriosa
trae la luna con su calma,
y la deja en un cuaderno
en sus hojas encerradas.
El mensaje de la luna
tiene un algo de nostalgia,
de emoción bien contenida
que se nota y que se palpa.
Es la nota discordante
que ha surgido de las hadas,
un arpegio de los bosques
escapado de algún arpa.
Y por eso cobra vida
y respira, vive y sangra,
y hasta anima a los poetas
a escribirla en la distancia.
Hay un niño que la mira
y hay un hombre que la llama,
dos latidos en dos pechos,
y un susurro de sus almas.
Y la luna, entretenida,
sale al fin por la ventana,
ya se escapa de aquel libro
linda, tierna e inmaculada.
Y lo hace con mil versos,
silenciosa y sin palabras,
que nos deja y nos entrega
como joyas engarzadas.
¡Ay lunita misteriosa,
no sé bien lo que me pasa,
pues te miro y ya suspiro
aunque no me digas nada!
Rafael Sánchez Ortega ©
15/08/13
SUEÑOS.
"...Pero ese mago sencillo,
el forjador de universos,
era sin más un poeta
y el inventor de mil cuentos.
Él fabricaba y soñaba
valles y bosques con ciervos,
donde los niños corrían
junto a turberas y hayedos.
Hadas dejaba la niebla,
magia y encanto los elfos
y con su encanto los ríos
cantos azules y besos.
Porque los niños sin nombre
sólo esperaban los sueños,
para expresar la alegría
que desbordaba su pecho.
Y el escritor, inocente,
al contemplar todo aquello,
deja que siga la pluma
su discurrir en silencio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/13
el forjador de universos,
era sin más un poeta
y el inventor de mil cuentos.
Él fabricaba y soñaba
valles y bosques con ciervos,
donde los niños corrían
junto a turberas y hayedos.
Hadas dejaba la niebla,
magia y encanto los elfos
y con su encanto los ríos
cantos azules y besos.
Porque los niños sin nombre
sólo esperaban los sueños,
para expresar la alegría
que desbordaba su pecho.
Y el escritor, inocente,
al contemplar todo aquello,
deja que siga la pluma
su discurrir en silencio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/13
YO TE MIRO...
Yo te miro y no te veo,
aunque estás cerca, muy cerca,
pues mis ojos van cerrados
con su espuma de inocencia.
Es igual que tantas olas
nunca ven a las arenas,
a pesar de que en las playas
bien se estiran sobre ellas.
Yo te miro y quedo quieto,
embobado en tu presencia,
y distingo por tus ojos
el fulgor de las estrellas.
No sé bien si los corales
hacen guardia a las sirenas,
y si aquellas, sus canciones,
les ofrecen muy coquetas.
Yo te miro y un suspiro
manda al labio que te besa,
a tus labios impacientes
y a tus ojos de novela.
Es quizás, en las marismas,
donde duermen las traineras,
y es allí, donde descansan,
muchos sueños con sus penas.
Yo te miro, blanca luna,
dama y musa tan eterna,
y te siento en mis entrañas
mientras nacen los poemas.
Han cruzado golondrinas
y han dejado mil esencias,
con las rimas encantadas
de unos labios color fresa.
Yo te miro y desespero,
y hasta pierdo la cabeza,
voy contigo, tras tus paso,
luna blanca, dulce y tierna
Ya se escuchan las resacas
y hasta el mar saca su niebla,
con la brisa vespertina
de una noche casi negra.
"...Yo te miro en la distancia
y percibo como tiemblas,
luna blanca, de mi vida,
dama y luz de los poetas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/13
aunque estás cerca, muy cerca,
pues mis ojos van cerrados
con su espuma de inocencia.
Es igual que tantas olas
nunca ven a las arenas,
a pesar de que en las playas
bien se estiran sobre ellas.
Yo te miro y quedo quieto,
embobado en tu presencia,
y distingo por tus ojos
el fulgor de las estrellas.
No sé bien si los corales
hacen guardia a las sirenas,
y si aquellas, sus canciones,
les ofrecen muy coquetas.
Yo te miro y un suspiro
manda al labio que te besa,
a tus labios impacientes
y a tus ojos de novela.
Es quizás, en las marismas,
donde duermen las traineras,
y es allí, donde descansan,
muchos sueños con sus penas.
Yo te miro, blanca luna,
dama y musa tan eterna,
y te siento en mis entrañas
mientras nacen los poemas.
Han cruzado golondrinas
y han dejado mil esencias,
con las rimas encantadas
de unos labios color fresa.
Yo te miro y desespero,
y hasta pierdo la cabeza,
voy contigo, tras tus paso,
luna blanca, dulce y tierna
Ya se escuchan las resacas
y hasta el mar saca su niebla,
con la brisa vespertina
de una noche casi negra.
"...Yo te miro en la distancia
y percibo como tiemblas,
luna blanca, de mi vida,
dama y luz de los poetas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/13
LAS HOJAS MUERTAS DEL BOSQUE...
Las hojas muertas del bosque
permanecen en el suelo,
se degradan y se embarran
con la lluvia y con el tiempo.
Hay preciosas azucenas
que palpitan en los lechos,
y que saltan de alegría
y nos llenan con sus besos.
Una linda mariposa
vuela y lucha con el viento,
con sus alas de colores
a lo largo del paseo.
Hay espinos de rosales
que han crecido sobre helechos,
entre escajos puntuales
con su verde amarillento.
Y es así, como las hojas,
son alfombras, sin saberlo,
con su carga de nostalgia
para reyes y plebeyos.
Y también las azucenas
son suspiros y secretos,
rescatados de los labios
sudorosos y resecos.
Más la linda mariposa
es un puro sentimiento,
es el nervio de las almas,
la ilusión de los silencios.
Y el espino con las rosas
es amor en el desierto,
es vergel en la llanura
y es pasión con el deseo.
...Mientras tanto, a ti te escribo,
hoja eterna que venero,
has perdido tus colores
pero sigues en mi pecho.
Y lo harás mientras yo viva
porque estás en mi cuaderno,
en el libro inmaculado
que he guardado con gran celo.
¡Hoja dulce y hoja tierna,
no me mires ya con miedo,
soy tu amigo y soy tu amante
y me fundo con tus sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/08/13
permanecen en el suelo,
se degradan y se embarran
con la lluvia y con el tiempo.
Hay preciosas azucenas
que palpitan en los lechos,
y que saltan de alegría
y nos llenan con sus besos.
Una linda mariposa
vuela y lucha con el viento,
con sus alas de colores
a lo largo del paseo.
Hay espinos de rosales
que han crecido sobre helechos,
entre escajos puntuales
con su verde amarillento.
Y es así, como las hojas,
son alfombras, sin saberlo,
con su carga de nostalgia
para reyes y plebeyos.
Y también las azucenas
son suspiros y secretos,
rescatados de los labios
sudorosos y resecos.
Más la linda mariposa
es un puro sentimiento,
es el nervio de las almas,
la ilusión de los silencios.
Y el espino con las rosas
es amor en el desierto,
es vergel en la llanura
y es pasión con el deseo.
...Mientras tanto, a ti te escribo,
hoja eterna que venero,
has perdido tus colores
pero sigues en mi pecho.
Y lo harás mientras yo viva
porque estás en mi cuaderno,
en el libro inmaculado
que he guardado con gran celo.
¡Hoja dulce y hoja tierna,
no me mires ya con miedo,
soy tu amigo y soy tu amante
y me fundo con tus sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/08/13
SE MURIERON LAS ROSAS SIN NOMBRE...
Se murieron las rosas sin nombre
por tu mano tal vez olvidadas,
y murieron con ellas los versos
en un llanto sin voz ni palabras.
Yo te di la amistad verdadera,
la que nace y se vive en el alma,
y creí recibir de tus manos
esa misma amistad que buscaba.
Pero el tiempo maldito me dijo
que mentían tus manos de plata
y que solo jugabas un juego
con los versos y letras sagradas.
Yo serví de peón a tu lado
y jugué tu partida marcada,
porque ya conocía tu juego
y tus marchas fugaces y opacas.
Pero no me importó ser juguete,
marioneta, tal vez, hasta el alba,
y veía partir tu figura
y cubrían mis ojos la escarcha.
¡Cuánta lágrima fría y desnuda
rescataron las tiernas cigarras!
¡cuántos vientos besaron mi rostro
entre brumas y negras nostalgias!...
Más seguía tu juego, cual niño,
y escuchaba razones y causas,
de esa vida que tú me decías
y que ya mi razón rechazaba.
Sin embargo tenía un motivo,
y creía tener la esperanza,
de que un día sintieras la brisa
de amistad que por fin despertara.
Me mentiste de día y de noche
y creí tus mentiras tan largas,
porque yo precisaba el suspiro,
la amistad que me diera la calma.
Nada dije de viajes y citas,
ni tampoco de bailes y salas,
pero siempre sabía que oculta
un disfraz a tu rostro tapaba.
Me dolía saberte distante
y a la vez, con dolor, tan cercana,
en el juego que tú me ofrecías
con el rey sometido a la dama.
Pero no me importó, reconozco,
ser amigo y ser fiel a tus mañas,
a pesar de saberte con otros
y jugar con tus cartas mi alma.
"...Se murieron las rosas sin nombre
y cruzó el corazón una daga,
por aquella amistad tan bonita
que fue un hilo en tus manos, sin nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/13
por tu mano tal vez olvidadas,
y murieron con ellas los versos
en un llanto sin voz ni palabras.
Yo te di la amistad verdadera,
la que nace y se vive en el alma,
y creí recibir de tus manos
esa misma amistad que buscaba.
Pero el tiempo maldito me dijo
que mentían tus manos de plata
y que solo jugabas un juego
con los versos y letras sagradas.
Yo serví de peón a tu lado
y jugué tu partida marcada,
porque ya conocía tu juego
y tus marchas fugaces y opacas.
Pero no me importó ser juguete,
marioneta, tal vez, hasta el alba,
y veía partir tu figura
y cubrían mis ojos la escarcha.
¡Cuánta lágrima fría y desnuda
rescataron las tiernas cigarras!
¡cuántos vientos besaron mi rostro
entre brumas y negras nostalgias!...
Más seguía tu juego, cual niño,
y escuchaba razones y causas,
de esa vida que tú me decías
y que ya mi razón rechazaba.
Sin embargo tenía un motivo,
y creía tener la esperanza,
de que un día sintieras la brisa
de amistad que por fin despertara.
Me mentiste de día y de noche
y creí tus mentiras tan largas,
porque yo precisaba el suspiro,
la amistad que me diera la calma.
Nada dije de viajes y citas,
ni tampoco de bailes y salas,
pero siempre sabía que oculta
un disfraz a tu rostro tapaba.
Me dolía saberte distante
y a la vez, con dolor, tan cercana,
en el juego que tú me ofrecías
con el rey sometido a la dama.
Pero no me importó, reconozco,
ser amigo y ser fiel a tus mañas,
a pesar de saberte con otros
y jugar con tus cartas mi alma.
"...Se murieron las rosas sin nombre
y cruzó el corazón una daga,
por aquella amistad tan bonita
que fue un hilo en tus manos, sin nada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/13
SUENA EL RELOJ...
Suena el reloj en la radio
y da las doce y media de la mañana.
Parece que la vida sigue,
y que lo hace, a pesar de nosotros
y de nuestros humores.
Recuerdo los poemas de la noche
y pienso en la infinidad de ellos
que surgieron de mi pluma tantas veces,
aunque también pienso en los versos recogidos
en esos instantes misteriosos,
(en esa "hora bruja", que yo llamo),
a través de la palabra, los suspiros,
los bostezos, los silencios
y ese largo etcétera del momento compartido.
Porque es así como se añoran
los recuerdos tan bonitos
que nos dejan las personas que se acercan
y que rozan con sus almas a la nuestra,
las palabras que pronuncian otros labios
y que llegan a los nuestros como un beso,
los suspiros emitidos y escuchados
como un eco mortecino de las almas
que decían un "te quiero" tan velado,
los silencios con la magia de su niebla
que se extienden y se añoran
porque el alma está tranquila
y es un sueño simplemente
que nos cubre con su encanto.
Y es ahí donde se funden
los misterios de la vida,
donde todo reverdece y se alborota,
donde nuevas sensaciones y latidos
cobran fuerza y van saliendo poco a poco
de las almas en el tiempo compartido.
Y es así, mal que nos pese,
a pesar de que el reloj marcha despacio
en su carrera
y nos lleva hasta las puertas de ese adiós
casi velado,
de esa súplica sin nombre que termina
en un "hasta pronto" o "hasta mañana",
con la dulce sensación de estar soñando
en un mundo de ilusión y fantasía.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/13
HAY UN BELLO DESVÁN...
Hay un bello desván allí, en mi infancia,
recuerdo sus rincones polvorientos,
juguetes apilados en desorden
y hollines por paredes y en los suelos.
De niño yo subía muchas veces
buscando mil tesoros, sin saberlo,
en muebles apartados y en desorden,
en libros soñolientos y en cuadernos.
Allí me entretenía muchas horas
soñando desplazarme por el tiempo,
en una marcha lenta hacia el pasado
con brisas y nordestes marineros.
Soñaba con botellas silenciosas,
con vasos que emitieron mil reflejos,
con cajas musicales soñolientas
que ahora descansaban en silencio.
Recuerdo el tocadiscos, que en su estante,
guardaba los vinilos con sus sellos,
baúles de mil formas diferentes,
con ropas, con vestidos y pañuelos.
Recuerdo los frasquitos de colonia,
jofainas y abanicos del toreo,
las planchas caducadas y en desuso,
y un triste corazón roto y desierto.
Más vuelvo a recordar aquella estampa
y siento escalofríos en mi cuerpo,
quisiera estar allí, en ese altillo,
soñando sin parar bajo su techo.
Quisiera retener en mis pupilas
el dulce escalofrío de los cuerdos;
los niños que soñaron, siempre sueñan
y espero que así sea todo el tiempo.
"...Hay un bello desván aquí, en tu alma,
me dicen y repiten los recuerdos,
no olvides que a pesar de los hollines
suspiras cuando escuchas a sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/08/13
recuerdo sus rincones polvorientos,
juguetes apilados en desorden
y hollines por paredes y en los suelos.
De niño yo subía muchas veces
buscando mil tesoros, sin saberlo,
en muebles apartados y en desorden,
en libros soñolientos y en cuadernos.
Allí me entretenía muchas horas
soñando desplazarme por el tiempo,
en una marcha lenta hacia el pasado
con brisas y nordestes marineros.
Soñaba con botellas silenciosas,
con vasos que emitieron mil reflejos,
con cajas musicales soñolientas
que ahora descansaban en silencio.
Recuerdo el tocadiscos, que en su estante,
guardaba los vinilos con sus sellos,
baúles de mil formas diferentes,
con ropas, con vestidos y pañuelos.
Recuerdo los frasquitos de colonia,
jofainas y abanicos del toreo,
las planchas caducadas y en desuso,
y un triste corazón roto y desierto.
Más vuelvo a recordar aquella estampa
y siento escalofríos en mi cuerpo,
quisiera estar allí, en ese altillo,
soñando sin parar bajo su techo.
Quisiera retener en mis pupilas
el dulce escalofrío de los cuerdos;
los niños que soñaron, siempre sueñan
y espero que así sea todo el tiempo.
"...Hay un bello desván aquí, en tu alma,
me dicen y repiten los recuerdos,
no olvides que a pesar de los hollines
suspiras cuando escuchas a sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/08/13
HE TENIDO LA OSADÍA...
He tenido la osadía
de llevarte de paseo,
luna blanca, dama blanca,
protectora de mis sueños.
Caminamos por riberas
muy oscuras y en silencio,
con la noche en las espaldas
y el embrujo de los elfos.
Unas olas caprichosas
saludaban desde lejos,
y soltaban sus melenas
como alfombras por los suelos.
Tú mirabas simplemente,
contemplando todo aquello,
embriagando de ternura
a tu alma sin saberlo.
Una brisa seductora
nos llegó con unos versos,
en que hablaba de los mares
de poetas y recuerdos.
Y saltaron las alarmas
y galernas de los cielos,
con retazos de nostalgias
y de abrazos y de besos.
Mas seguimos caminando
y olvidamos los momentos
del pasado, ya pasado,
retornando a nuestro encuentro.
Tu sonrisa inconfundible
era un arma contra el hielo,
y el rumor de las resacas
el presente con el eco.
Suspiraron nuestras almas
acabándose el recreo,
y entre abrazos nuestros labios
mil adioses se dijeron.
"...He tenido la osadía
de sacarte de tu reino,
luna blanca, dama blanca
musa eterna de mis sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/13
de llevarte de paseo,
luna blanca, dama blanca,
protectora de mis sueños.
Caminamos por riberas
muy oscuras y en silencio,
con la noche en las espaldas
y el embrujo de los elfos.
Unas olas caprichosas
saludaban desde lejos,
y soltaban sus melenas
como alfombras por los suelos.
Tú mirabas simplemente,
contemplando todo aquello,
embriagando de ternura
a tu alma sin saberlo.
Una brisa seductora
nos llegó con unos versos,
en que hablaba de los mares
de poetas y recuerdos.
Y saltaron las alarmas
y galernas de los cielos,
con retazos de nostalgias
y de abrazos y de besos.
Mas seguimos caminando
y olvidamos los momentos
del pasado, ya pasado,
retornando a nuestro encuentro.
Tu sonrisa inconfundible
era un arma contra el hielo,
y el rumor de las resacas
el presente con el eco.
Suspiraron nuestras almas
acabándose el recreo,
y entre abrazos nuestros labios
mil adioses se dijeron.
"...He tenido la osadía
de sacarte de tu reino,
luna blanca, dama blanca
musa eterna de mis sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/13
ME GUSTA...
Me gusta cerrar los ojos
y saber que tú los cierras,
para cerrarlos contigo
en el beso que te entregan.
Me gusta en la noche a solas,
tener nuestras almas cerca,
y que olviden los suspiros
y se vuelquen en la entrega.
Me gusta quererte un poco
y recibir tu respuesta,
la de quererme en el tiempo
aunque la noche sea eterna.
Me gusta vivir tu sueño
y verte en él tan despierta,
para que sientas conmigo
el candor de las estrellas.
Me gusta andar a tu lado
por la playa y por la arena,
para tomar tu cintura
y sentir como te acercas.
Me gusta luego, despacio,
desnudarte de tus prendas,
y entrar sin prisa en las aguas
revoltosas que nos besan.
Me gusta tomar tus labios
y saciarme con su néctar,
mientras te ofrezco los míos
para que en ellos te pierdas.
Me gusta rozar tus senos
con la punta de mis yemas,
y sacarte los suspiros
balbuceantes de tu lengua.
Me gusta soñar contigo
y saber que tú me sueñas,
despertando con el alba,
y ocultando las ojeras.
Me gusta tenerte lejos
y también saberte cerca,
para escuchar el latido
y el galope de mis venas.
Me gusta amarte despacio,
de los pies a la cabeza,
y susurrarte sin prisa
que te quiero y es de veras.
Me gusta sentir tus manos,
delicadas y tan frescas,
deslizarse por mi cuerpo
para en él, perder la cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/13
y saber que tú los cierras,
para cerrarlos contigo
en el beso que te entregan.
Me gusta en la noche a solas,
tener nuestras almas cerca,
y que olviden los suspiros
y se vuelquen en la entrega.
Me gusta quererte un poco
y recibir tu respuesta,
la de quererme en el tiempo
aunque la noche sea eterna.
Me gusta vivir tu sueño
y verte en él tan despierta,
para que sientas conmigo
el candor de las estrellas.
Me gusta andar a tu lado
por la playa y por la arena,
para tomar tu cintura
y sentir como te acercas.
Me gusta luego, despacio,
desnudarte de tus prendas,
y entrar sin prisa en las aguas
revoltosas que nos besan.
Me gusta tomar tus labios
y saciarme con su néctar,
mientras te ofrezco los míos
para que en ellos te pierdas.
Me gusta rozar tus senos
con la punta de mis yemas,
y sacarte los suspiros
balbuceantes de tu lengua.
Me gusta soñar contigo
y saber que tú me sueñas,
despertando con el alba,
y ocultando las ojeras.
Me gusta tenerte lejos
y también saberte cerca,
para escuchar el latido
y el galope de mis venas.
Me gusta amarte despacio,
de los pies a la cabeza,
y susurrarte sin prisa
que te quiero y es de veras.
Me gusta sentir tus manos,
delicadas y tan frescas,
deslizarse por mi cuerpo
para en él, perder la cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/08/13
DAME TU MANO PRINCESA...
Dame tu mano princesa
quiero llevarte, a buen sitio,
a pasear por los campos
y a disfrutar sus caminos.
Quiero que veas las rosas,
las azucenas y lirios,
quiero que escuches el canto
de las cigarras y grillos.
Dame tu mano y no temas
pues seguiremos el ritmo,
en ese baile sin nombre
de girasoles y trigo.
Quiero tenerte en mis brazos
para notar tus latidos,
y para hablar en silencio
a tus ojitos tan lindos.
Dame tu mano y marchemos
por las orillas del río,
donde los juncos se duermen
en un reflejo infinito.
Quiero viajar a lo lejos,
por los meandros sombríos,
mientras recito poemas
y te estremeces conmigo.
Dame tu mano sin miedo
para ofrecerte un anillo,
un corazón y medalla
para tu cuello tan lindo.
Quiero que lleves mi nombre
y lo conserves contigo,
para que nunca te olvides
de que te quiero y suspiro.
Dame tu mano en la noche
y buscaremos el brillo,
de la lunita de plata
y del lucero escondido.
Quiero que tiemblen tus labios,
quiero que sean ya míos,
para dejar con un beso
mi corazón y cariño.
"...Dame tu mano princesa
y lograrás lo que digo,
te entregaré lo que tengo:
versos, amor y cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/13
quiero llevarte, a buen sitio,
a pasear por los campos
y a disfrutar sus caminos.
Quiero que veas las rosas,
las azucenas y lirios,
quiero que escuches el canto
de las cigarras y grillos.
Dame tu mano y no temas
pues seguiremos el ritmo,
en ese baile sin nombre
de girasoles y trigo.
Quiero tenerte en mis brazos
para notar tus latidos,
y para hablar en silencio
a tus ojitos tan lindos.
Dame tu mano y marchemos
por las orillas del río,
donde los juncos se duermen
en un reflejo infinito.
Quiero viajar a lo lejos,
por los meandros sombríos,
mientras recito poemas
y te estremeces conmigo.
Dame tu mano sin miedo
para ofrecerte un anillo,
un corazón y medalla
para tu cuello tan lindo.
Quiero que lleves mi nombre
y lo conserves contigo,
para que nunca te olvides
de que te quiero y suspiro.
Dame tu mano en la noche
y buscaremos el brillo,
de la lunita de plata
y del lucero escondido.
Quiero que tiemblen tus labios,
quiero que sean ya míos,
para dejar con un beso
mi corazón y cariño.
"...Dame tu mano princesa
y lograrás lo que digo,
te entregaré lo que tengo:
versos, amor y cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/13
ME GUSTAN PEQUEÑAS COSAS...
Me gustan pequeñas cosas
como el cine y las estrellas,
también me gustan los libros
y el candor de los cometas.
Me gusta andar por la calle
y subir las escaleras,
las que van a la colina
y me acercan a la iglesia.
Me gusta ver la laguna,
pasear por su ribera,
rescatando de las aguas
las montañas siempre frescas.
Me gusta vivir la vida
y sentir nuevas vivencias,
que aceleren los sentidos
y la sangre de las venas.
Me gustan los ojos negros,
los azules y violetas,
pero también los castaños
y los verdes, dejan huella.
Me gusta notar la brisa
cuando roza tu cadera,
y con ella te estremeces
y me enseñas más las piernas.
Me gusta cuando suspiras
y a la vez, cuando me dejas,
ese nombre que es mi nombre,
que cautiva y que te besa.
Me gusta tomar tu mano
con la mía bien abierta,
y llevarla hasta mis labios
y rozarla con mi lengua.
Me gusta bien desnudarte
y sacando la chaqueta,
retirarte el fiel vestido
y las faldas y las medias.
Me gusta luego seguirte,
con mis dedos por tus sendas,
recorriendo palmo a palmo
los desiertos de tu arena.
Me gusta dormir contigo
y aunque tú no te lo creas,
me gusta velar tu sueño
para así sentirte cerca.
Me gusta beber la lluvia
que se escurre por tu oreja,
y luego baja a tu cara,
a tus senos y a la tierra.
Me gusta sentirte dentro
y también sentirte afuera,
para saciar los dos juntos
esa sed que nos acecha.
"...Me gustan pequeñas cosas
como el vino y los poemas,
pero también tú me gustas
con tu cara de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/08/13
como el cine y las estrellas,
también me gustan los libros
y el candor de los cometas.
Me gusta andar por la calle
y subir las escaleras,
las que van a la colina
y me acercan a la iglesia.
Me gusta ver la laguna,
pasear por su ribera,
rescatando de las aguas
las montañas siempre frescas.
Me gusta vivir la vida
y sentir nuevas vivencias,
que aceleren los sentidos
y la sangre de las venas.
Me gustan los ojos negros,
los azules y violetas,
pero también los castaños
y los verdes, dejan huella.
Me gusta notar la brisa
cuando roza tu cadera,
y con ella te estremeces
y me enseñas más las piernas.
Me gusta cuando suspiras
y a la vez, cuando me dejas,
ese nombre que es mi nombre,
que cautiva y que te besa.
Me gusta tomar tu mano
con la mía bien abierta,
y llevarla hasta mis labios
y rozarla con mi lengua.
Me gusta bien desnudarte
y sacando la chaqueta,
retirarte el fiel vestido
y las faldas y las medias.
Me gusta luego seguirte,
con mis dedos por tus sendas,
recorriendo palmo a palmo
los desiertos de tu arena.
Me gusta dormir contigo
y aunque tú no te lo creas,
me gusta velar tu sueño
para así sentirte cerca.
Me gusta beber la lluvia
que se escurre por tu oreja,
y luego baja a tu cara,
a tus senos y a la tierra.
Me gusta sentirte dentro
y también sentirte afuera,
para saciar los dos juntos
esa sed que nos acecha.
"...Me gustan pequeñas cosas
como el vino y los poemas,
pero también tú me gustas
con tu cara de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/08/13
HAN ROZADO MIS MANOS LA LUNA...
Han rozado mis manos la luna
y en su cara quedaron mis besos,
en los ojos tan llenos de vida,
y en la seda sutil de su pelo.
He bebido en la copa de plata
ese néctar divino y tan fresco,
y su fuente inundó de frescura
a mis labios un tanto resecos.
Yo buscaba en la luna de plata
el calor juvenil de su seno
y esperaba escuchar un latido
y el tic-tac del reloj de mis sueños.
Pero el labio infantil que soñaba,
el del niño que sueña despierto,
a la luna buscaba despacio
con su lengua de trapo y sin freno.
Era un niño rebelde y sin patria,
jugador en espacios eternos,
con hidalgos y viejos castillos
y posadas que van a su encuentro.
Más el niño seguía las huellas
de la luna de plata en el cielo,
que bajando de noche, a los mares,
se bañaba desnuda en el puerto.
Y aquel niño con ojos llorosos,
aquel hombre maduro y entero,
suspiraba diciendo su nombre
y mojando en los mares sus dedos.
Porque el sueño feliz de las olas
le dejaba sutiles reflejos,
con sonrisas y tiernos abrazos
que evocaban amores eternos.
¡Cuánta historia ocultaba la luna,
tras sus ojos chiquitos, pequeños...!
¡Cuánta nota perdida de música
ocultaban sus labios inquietos...!
Pero é proseguía rezando
y también continuaba en su celo,
tras la luna de plata que arriba
mantenía sus ojos despiertos.
Él quería robar su coraza,
desnudar a su cuerpo señero,
caminar por las sendas sin nombre
y volar por sus mares desiertos.
Eran sueños, sin más, en la noche,
fantasías, que son a los versos,
madrigales de luces y sombras
de las nubes que van de paseo.
"...Han rozado mis manos la luna
y he sentido a la brisa y el viento
que volvían portando el aroma
de poemas también con sus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/13
y en su cara quedaron mis besos,
en los ojos tan llenos de vida,
y en la seda sutil de su pelo.
He bebido en la copa de plata
ese néctar divino y tan fresco,
y su fuente inundó de frescura
a mis labios un tanto resecos.
Yo buscaba en la luna de plata
el calor juvenil de su seno
y esperaba escuchar un latido
y el tic-tac del reloj de mis sueños.
Pero el labio infantil que soñaba,
el del niño que sueña despierto,
a la luna buscaba despacio
con su lengua de trapo y sin freno.
Era un niño rebelde y sin patria,
jugador en espacios eternos,
con hidalgos y viejos castillos
y posadas que van a su encuentro.
Más el niño seguía las huellas
de la luna de plata en el cielo,
que bajando de noche, a los mares,
se bañaba desnuda en el puerto.
Y aquel niño con ojos llorosos,
aquel hombre maduro y entero,
suspiraba diciendo su nombre
y mojando en los mares sus dedos.
Porque el sueño feliz de las olas
le dejaba sutiles reflejos,
con sonrisas y tiernos abrazos
que evocaban amores eternos.
¡Cuánta historia ocultaba la luna,
tras sus ojos chiquitos, pequeños...!
¡Cuánta nota perdida de música
ocultaban sus labios inquietos...!
Pero é proseguía rezando
y también continuaba en su celo,
tras la luna de plata que arriba
mantenía sus ojos despiertos.
Él quería robar su coraza,
desnudar a su cuerpo señero,
caminar por las sendas sin nombre
y volar por sus mares desiertos.
Eran sueños, sin más, en la noche,
fantasías, que son a los versos,
madrigales de luces y sombras
de las nubes que van de paseo.
"...Han rozado mis manos la luna
y he sentido a la brisa y el viento
que volvían portando el aroma
de poemas también con sus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/13
YO NAVEGO EN UN BARCO DE POEMAS...
Yo navego en un barco de poemas
en medio de mil versos incompletos,
navego sin timón ni tripulantes
y surco los confines del océano.
Quisiera terminar esta derrota,
volver a los jardines de los sueños,
entrar en los senderos del Olimpo
y allí descansaría, en sus senderos.
Quisiera recorrer nuevos caminos
buscando en los umbrales del inferno,
la voz tan angustiada de los pobres
que piden un abrazo con un beso.
Las olas me entregaron sus metáforas
con voces procedentes de otros tiempos,
surgían de los libros olvidados
en viejas bibliotecas y el silencio.
Escucho a las sirenas sus cantares
y admiro su figuras y salero,
igual que los autores, que hace años,
plasmaron sus relatos en los cuentos.
Escucho a los susurros de las olas
que dejan las resacas con esmero,
y buscan, en un acto de lujuria,
unirse con la arena, en blando lecho.
No entiendo de mesanas medio altivas,
tampoco de la rosa de los vientos,
ni sé si los cantiles de la costa
escuchan los suspiros de los remos.
Más siento que me abriga la esperanza,
el beso ilusionado como premio,
y el mar con su salitre ya me grita
y entrega su amistad con un trofeo.
"...Yo navego en un barco de poemas
en medio de la vida con esfuerzo,
y busco entre las brumas tu figura
para ir a susurrarte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/13
en medio de mil versos incompletos,
navego sin timón ni tripulantes
y surco los confines del océano.
Quisiera terminar esta derrota,
volver a los jardines de los sueños,
entrar en los senderos del Olimpo
y allí descansaría, en sus senderos.
Quisiera recorrer nuevos caminos
buscando en los umbrales del inferno,
la voz tan angustiada de los pobres
que piden un abrazo con un beso.
Las olas me entregaron sus metáforas
con voces procedentes de otros tiempos,
surgían de los libros olvidados
en viejas bibliotecas y el silencio.
Escucho a las sirenas sus cantares
y admiro su figuras y salero,
igual que los autores, que hace años,
plasmaron sus relatos en los cuentos.
Escucho a los susurros de las olas
que dejan las resacas con esmero,
y buscan, en un acto de lujuria,
unirse con la arena, en blando lecho.
No entiendo de mesanas medio altivas,
tampoco de la rosa de los vientos,
ni sé si los cantiles de la costa
escuchan los suspiros de los remos.
Más siento que me abriga la esperanza,
el beso ilusionado como premio,
y el mar con su salitre ya me grita
y entrega su amistad con un trofeo.
"...Yo navego en un barco de poemas
en medio de la vida con esfuerzo,
y busco entre las brumas tu figura
para ir a susurrarte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/13
ES HERMOSO OBSERVAR LA SONRISA DE UN NIÑO...
Es hermoso observar la sonrisa de un niño
y sentir el candor de su tierna palabra.
Es la voz armoniosa y sublime, con timbre,
la que llena el oído de luz y de magia.
Y es ahí donde el mundo se para y detiene,
donde surgen del bosque sin nombre las hadas,
donde el alma se llena de paz y ternura
y hasta brillan los ojos repletos de lágrimas.
Porque el niño nos dicta lecciones sin nombre
con tan solo dejarnos su dulce mirada,
con la risa tan fresca que asoma a sus labios
y el tic-tac de su pecho tan fresco que emana.
Yo quisiera ser niño y seguir esas huellas
las del niño que ríe y que juega en la plaza,
las del ser que nos deja canciones sin nombre
mientras siento en el alma su mano de plata.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/08/13
HOY BUSCO SOLEDAD EN EL SILENCIO...
Hoy busco soledad en el silencio
y espero que lo entiendas sin preguntas,
hay días con presagios y desgracias
y hay otros con celliscas y con brumas.
Recorre las pestañas el rocío
y brotan las guirnaldas de las dudas,
las dulces cenicientas de las almas,
aquellas que nos cubren de negruras.
Vacilan las palabras en la boca
y cantan las cigarras a la luna,
yo quedo contemplando el horizonte
y pienso, sin querer, en la ternura.
No puedo remediar cierto suspiro
que viene hasta mis labios y se suma,
al lento proceder de la nostalgia
que aprieta hasta doler y que me abruma.
Mi cuerpo no conoce los descansos,
camina sin cesar en su locura,
se marcha con la eterna borrachera
en busca de la imagen de su musa.
Precisa conocer a quien le inspire,
quien quite los pañales de su cuna,
quien tenga la paciencia ilimitada
y eleve los cometas con premura.
Preciso conocerte vida mía,
y sé que cuando lees, tú ya me escuchas,
percibes los sonidos que el silencio
te lleva con paciencia y con dulzura.
Es fácil prometer lo que no tienes
y luego suplicarte una disculpa,
más creo que no debo atosigarte
y menos prometer de forma injusta.
"...Hoy busco soledad en el silencio
y espero que me acoja su penumbra,
quisiera tu silencio y tu presencia
y un poco de tu aliento y tu cordura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/08/13
y espero que lo entiendas sin preguntas,
hay días con presagios y desgracias
y hay otros con celliscas y con brumas.
Recorre las pestañas el rocío
y brotan las guirnaldas de las dudas,
las dulces cenicientas de las almas,
aquellas que nos cubren de negruras.
Vacilan las palabras en la boca
y cantan las cigarras a la luna,
yo quedo contemplando el horizonte
y pienso, sin querer, en la ternura.
No puedo remediar cierto suspiro
que viene hasta mis labios y se suma,
al lento proceder de la nostalgia
que aprieta hasta doler y que me abruma.
Mi cuerpo no conoce los descansos,
camina sin cesar en su locura,
se marcha con la eterna borrachera
en busca de la imagen de su musa.
Precisa conocer a quien le inspire,
quien quite los pañales de su cuna,
quien tenga la paciencia ilimitada
y eleve los cometas con premura.
Preciso conocerte vida mía,
y sé que cuando lees, tú ya me escuchas,
percibes los sonidos que el silencio
te lleva con paciencia y con dulzura.
Es fácil prometer lo que no tienes
y luego suplicarte una disculpa,
más creo que no debo atosigarte
y menos prometer de forma injusta.
"...Hoy busco soledad en el silencio
y espero que me acoja su penumbra,
quisiera tu silencio y tu presencia
y un poco de tu aliento y tu cordura..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/08/13
PALABRAS Y SILENCIOS.
Palabras y silencios se mezclan y confunden,
resuenan como un eco entusiasmado
que devuelven las mareas,
y se extienden por el mar y el horizonte
más allá del infinito.
Silencio de los barcos que cansados,
aguardan su destino varados en la arena
y silencio de los hombres que miran a lo lejos,
buscando ese resquicio y la ventana de la barra
que deje faenar a las traineras.
Palabras retenidas en los pechos soñolientos
que esperan las caricias del amante,
del ser que les transforme en algo vivo
y les haga palpitar y saborear cada segundo
de la vida.
Silencio de la iglesia que se extiende,
desde el alto, con sombra misteriosa
y busca en los lejanos horizontes,
ocultos por la niebla,
respuestas que no llegan.
Palabras que resuenan de las almas
de los muertos
y nos dejan su voz en los cristales
con ráfagas de incienso adormecido.
Silencio de poetas que vagan por la noche
buscando entre las sombras la luna
y las estrellas que les lleven mil suspiros.
Palabras y promesas que llegan tibiamente,
que son como un crescendo que deja la resaca,
y ocultan los dolores de la vida,
con lágrimas vacías,
mintiendo en sus constantes.
Silencio que se busca, cual agua en el desierto,
tratando de aliviar la hipocresía,
el gesto tan amable, el hola y la sonrisa
que se ofrecen y se dicen,
tan solo por cumplir ante unos ojos.
...Palabras y silencios que dices y que buscas,
que encuentras y se escapan,
que escuchas y se ausentan,
y tú, te quedas solo, anclado en el silencio
y mudo en tu palabra.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/08/13
NUEVAMENTE VI UNA ROSA...
Nuevamente vi una rosa
y yo quise rescatarla,
con mis dedos y paciencia,
del espino en que se hallaba.
No sé bien qué me sucede
con las rosas y su magia,
hay encanto misterioso
y un lenguaje sin palabras.
Si diviso nuevas rosas
llevo el alma desbocada,
tengo sed y tengo frío
con un nombre en la garganta.
Yo sé bien que, entre las rosas,
hay susurros que me hablan,
y corales y sirenas
de ese mundo de las hadas.
Porque todo es fantasía
y las rosas dan la calma,
a los hombres y mujeres
que suspiran por tocarlas.
Por rozar entre sus dedos
una rosa pura y casta,
esa piel que vibra y siente
mientras crece entre las ramas.
Ese suave terciopelo
es la rosa en la mañana,
es aroma y es frescura
que te embriaga y que te abraza.
Hay quien dice que las rosas
son un tiempo de nostalgia,
un otoño sin fronteras
y sonrisas marchitadas.
Más no importan lo que digan
de las rosas de mi alma,
solo pido que te cubran
con sus pétalos de grana.
Que pervivan en tu pecho
esas rosas con su nácar,
y ese dulce escalofrío
que les brinda la resaca.
Veo un niño y un cuaderno,
una rosa y una falda,
una madre que contempla
esa escena de la infancia.
Y la rosa está en el centro
de la vida que se pasa,
con ciclones y galernas
y con días de bonanza.
"...Nuevamente vi una rosa
y yo supe que me amaban,
unos labios temblorosos
y una cara de gitana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/08/13
y yo quise rescatarla,
con mis dedos y paciencia,
del espino en que se hallaba.
No sé bien qué me sucede
con las rosas y su magia,
hay encanto misterioso
y un lenguaje sin palabras.
Si diviso nuevas rosas
llevo el alma desbocada,
tengo sed y tengo frío
con un nombre en la garganta.
Yo sé bien que, entre las rosas,
hay susurros que me hablan,
y corales y sirenas
de ese mundo de las hadas.
Porque todo es fantasía
y las rosas dan la calma,
a los hombres y mujeres
que suspiran por tocarlas.
Por rozar entre sus dedos
una rosa pura y casta,
esa piel que vibra y siente
mientras crece entre las ramas.
Ese suave terciopelo
es la rosa en la mañana,
es aroma y es frescura
que te embriaga y que te abraza.
Hay quien dice que las rosas
son un tiempo de nostalgia,
un otoño sin fronteras
y sonrisas marchitadas.
Más no importan lo que digan
de las rosas de mi alma,
solo pido que te cubran
con sus pétalos de grana.
Que pervivan en tu pecho
esas rosas con su nácar,
y ese dulce escalofrío
que les brinda la resaca.
Veo un niño y un cuaderno,
una rosa y una falda,
una madre que contempla
esa escena de la infancia.
Y la rosa está en el centro
de la vida que se pasa,
con ciclones y galernas
y con días de bonanza.
"...Nuevamente vi una rosa
y yo supe que me amaban,
unos labios temblorosos
y una cara de gitana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/08/13
HOY LA NIEBLA Y LA GARÚA...
"...Hoy la niebla y la garúa es la constante
más allá de la ventana.
Tengo un algo que me brilla en las pestañas
y es rocío simplemente.
Yo quisiera tener alas y volar sobre los mares.
Yo quisiera sumergirme entre los labios
temblorosos de las aguas
y dormirme con las olas que se abrazan a la playa.
Yo quisiera sofocar estos latidos que me ahogan
y acallar esta resaca que me llega con tu nombre
hasta mis sienes.
Yo quisiera que la niebla y la garúa
me llevaran a tu lado, en un instante..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/07/13
SI QUIERES SOÑAR SIN PRISA...
Si quieres soñar sin prisa
acércate hasta la playa,
soñarás aunque no quieras
con el baile de las aguas.
Sueña y baila sin descanso
al compás de las resacas,
que tus pies sobre la arena
flotarán llenos de magia.
No le temas a las sombras
ni a la noche con su capa,
hay luceros en el cielo
con los ángeles de guarda.
Hay leyendas que te esperan
enredadas en las algas,
hay sirenas con suspiros
vestiditas de gitanas.
Pero tú, que solo sueñas,
y en los sueños también viajas,
vete al baile de las olas
con su espuma siempre blanca.
Toma de ella sus caricias,
ese roce sin palabras,
la pasión con el salitre
y su furia desatada.
Más si bailas, no te olvides,
de la luna plateada,
que vigila bien tus pasos
a pesar de la distancia.
Es de noche y solo quieres
ese beso que te falta,
un abrazo y el susurro
de las olas por tu falda.
"...Si quieres soñar despierta
vete al mar que allí te aguarda,
vete al baile de las olas
y serás afortunada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/13
acércate hasta la playa,
soñarás aunque no quieras
con el baile de las aguas.
Sueña y baila sin descanso
al compás de las resacas,
que tus pies sobre la arena
flotarán llenos de magia.
No le temas a las sombras
ni a la noche con su capa,
hay luceros en el cielo
con los ángeles de guarda.
Hay leyendas que te esperan
enredadas en las algas,
hay sirenas con suspiros
vestiditas de gitanas.
Pero tú, que solo sueñas,
y en los sueños también viajas,
vete al baile de las olas
con su espuma siempre blanca.
Toma de ella sus caricias,
ese roce sin palabras,
la pasión con el salitre
y su furia desatada.
Más si bailas, no te olvides,
de la luna plateada,
que vigila bien tus pasos
a pesar de la distancia.
Es de noche y solo quieres
ese beso que te falta,
un abrazo y el susurro
de las olas por tu falda.
"...Si quieres soñar despierta
vete al mar que allí te aguarda,
vete al baile de las olas
y serás afortunada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/13
CUANDO TE MIRO Y TE VEO...
Cuando te miro y te veo
quiero tenerte en mis brazos,
quiero tus labios de seda,
quiero tus senos temblando.
Porque querer es sentir
y así te sienten mis manos
siempre soltando suspiros
y con tus labios temblando.
Quiero el candor de tus besos
para seguir a los astros,
para cerrar las pupilas
y así seguir a tu lado.
Debo querer que me quieras
y que te busquen mis manos
para inventar mil caricias.
sobre la piel que yo amo.
Quiero quererte sin prisas,
quiero besarte despacio,
quiero dormirme en tu seno
y desnudar tu costado.
Pero si quiero en futuro
quiero el presente en el acto,
para admirar tu figura
que así la iré desnudando.
Quiero bajar tu vestido,
desanudar ese lazo,
quiero tus muslos despiertos
y su jardín floreado.
Por los caminos sin nombre
quiero seguir hacia abajo,
quiero mojar a mis dedos
junto a la rosa del lago.
Quiero que digas mi nombre
en un susurro velado,
mientras tus ojos se cierran
en merecido descanso.
Hay un querer que se ofrece
y otro que entrega un regalo,
besos y abrazos unidos
son compartidos y dados.
Quiero que vengas conmigo
y te abandones un rato,
para tenderte entre flores
en la campiña del prado.
Sé que querer de esta forma
es ilusión y teatro,
pero no importa: "te quiero"
aunque me encierren mil años.
"...Cuando te miro y te veo
siento recuerdos de antaño,
aunque ya sé, que el presente,
debo seguir y tomarlo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/08/13
quiero tenerte en mis brazos,
quiero tus labios de seda,
quiero tus senos temblando.
Porque querer es sentir
y así te sienten mis manos
siempre soltando suspiros
y con tus labios temblando.
Quiero el candor de tus besos
para seguir a los astros,
para cerrar las pupilas
y así seguir a tu lado.
Debo querer que me quieras
y que te busquen mis manos
para inventar mil caricias.
sobre la piel que yo amo.
Quiero quererte sin prisas,
quiero besarte despacio,
quiero dormirme en tu seno
y desnudar tu costado.
Pero si quiero en futuro
quiero el presente en el acto,
para admirar tu figura
que así la iré desnudando.
Quiero bajar tu vestido,
desanudar ese lazo,
quiero tus muslos despiertos
y su jardín floreado.
Por los caminos sin nombre
quiero seguir hacia abajo,
quiero mojar a mis dedos
junto a la rosa del lago.
Quiero que digas mi nombre
en un susurro velado,
mientras tus ojos se cierran
en merecido descanso.
Hay un querer que se ofrece
y otro que entrega un regalo,
besos y abrazos unidos
son compartidos y dados.
Quiero que vengas conmigo
y te abandones un rato,
para tenderte entre flores
en la campiña del prado.
Sé que querer de esta forma
es ilusión y teatro,
pero no importa: "te quiero"
aunque me encierren mil años.
"...Cuando te miro y te veo
siento recuerdos de antaño,
aunque ya sé, que el presente,
debo seguir y tomarlo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/08/13
HOY EL DÍA AMANECE Y SE MUERE...
Hoy el día amanece y se muere
bajo un cielo de azules guirnaldas,
yo contemplo su paso en silencio
escuchando la música sacra.
Una niebla muy densa resurge,
una bruma que sale del alma,
son las nubes de inciertas galernas,
temporales que llegan y pasan.
Pero así como surgen las dudas,
y también los sedientos se callan,
hay poemas que siempre amanecen
y recuerdos que calman las ansias.
Unos labios que vienen de lejos,
unos versos cubiertos de plata,
una luna llamando al olvido
y unos ojos que leen tus palabras.
He cerrado, sin prisas, la puerta,
y tras ella cerré las ventanas,
intentando dejar los recuerdos
alejados de mi y de mi casa.
Sólo quiero tener unos cuantos,
los que lleven la esencia bordada,
los que digas sus letras: "te quiero",
los que traigan sonrisas tempranas.
Porque quiero dormirme contigo,
y con ellos, mi niña adorada,
junto al fuego febril de tu cuerpo
y en los labios que besan y llaman.
Es posible quedarse dormido
y sentir la caricia del alba,
y es humano sentir el susurro
del recuerdo que así te reclama.
"...Hoy el día amanece y se muere
y a su lado florecen las hadas,
los recuerdos se agitan inquietos
con suspiros que ansían la magia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/13
bajo un cielo de azules guirnaldas,
yo contemplo su paso en silencio
escuchando la música sacra.
Una niebla muy densa resurge,
una bruma que sale del alma,
son las nubes de inciertas galernas,
temporales que llegan y pasan.
Pero así como surgen las dudas,
y también los sedientos se callan,
hay poemas que siempre amanecen
y recuerdos que calman las ansias.
Unos labios que vienen de lejos,
unos versos cubiertos de plata,
una luna llamando al olvido
y unos ojos que leen tus palabras.
He cerrado, sin prisas, la puerta,
y tras ella cerré las ventanas,
intentando dejar los recuerdos
alejados de mi y de mi casa.
Sólo quiero tener unos cuantos,
los que lleven la esencia bordada,
los que digas sus letras: "te quiero",
los que traigan sonrisas tempranas.
Porque quiero dormirme contigo,
y con ellos, mi niña adorada,
junto al fuego febril de tu cuerpo
y en los labios que besan y llaman.
Es posible quedarse dormido
y sentir la caricia del alba,
y es humano sentir el susurro
del recuerdo que así te reclama.
"...Hoy el día amanece y se muere
y a su lado florecen las hadas,
los recuerdos se agitan inquietos
con suspiros que ansían la magia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/13
NO ES PRECISO MENDIGAR...
No es preciso mendigar un sentimiento
cuando llevas en el alma tantas rosas,
la frescura de las mismas es tu aliento
y también las indulgentes mariposas.
Porque debes recoger del dulce viento
las palabras que te lleva temblorosas,
ellas son las que transmite un sentimiento
que confiesa, por amor, cosas hermosas.
Ellas son las compañeras de la brisa,
las que cuidan en la noche a las estrellas,
las que brincan y alborotan tu costado.
...No es preciso mendigar una sonrisa
cuando amas y persigues unas huellas,
que bien sabes que estarán siempre a tu lado.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/07/13
cuando llevas en el alma tantas rosas,
la frescura de las mismas es tu aliento
y también las indulgentes mariposas.
Porque debes recoger del dulce viento
las palabras que te lleva temblorosas,
ellas son las que transmite un sentimiento
que confiesa, por amor, cosas hermosas.
Ellas son las compañeras de la brisa,
las que cuidan en la noche a las estrellas,
las que brincan y alborotan tu costado.
...No es preciso mendigar una sonrisa
cuando amas y persigues unas huellas,
que bien sabes que estarán siempre a tu lado.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/07/13
UNA ROSA EN UN ROSAL...
Una rosa en un rosal
destacaba dulcemente,
con los pétalos rosados
destacando entre la nieve.
Rosa roja y misteriosa,
que cautivas en presente,
y que llenas de dulzura
a los hombres y mujeres.
Yo sentí como esa rosa
se acercaba hasta mis sienes,
y noté el escalofrío
de su roce tan perenne.
Era el beso de unos labios
con sus pétalos calientes,
y era sangre con su lava
producida por la fiebre.
Una rosa en un rosal
mira al cielo fijamente,
y una gota de rocío
en su tallo permanece.
Esa gota es un susurro,
un suspiro, simplemente,
una lágrima cautiva
del amor que nace y muere.
Yo bendigo los recuerdos
y a esos tiempos diferentes,
y me acojo a los rosales,
sin espinas, que contienen.
¡Ay amor, no me abandones
a mi sino en la corriente,
voy contigo y a tu lado,
ten mi alma si tú quieres!
"...Una rosa en un rosal
se columpia suavemente;
con los pétalos sin nombre
de unos días de septiembre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/13
destacaba dulcemente,
con los pétalos rosados
destacando entre la nieve.
Rosa roja y misteriosa,
que cautivas en presente,
y que llenas de dulzura
a los hombres y mujeres.
Yo sentí como esa rosa
se acercaba hasta mis sienes,
y noté el escalofrío
de su roce tan perenne.
Era el beso de unos labios
con sus pétalos calientes,
y era sangre con su lava
producida por la fiebre.
Una rosa en un rosal
mira al cielo fijamente,
y una gota de rocío
en su tallo permanece.
Esa gota es un susurro,
un suspiro, simplemente,
una lágrima cautiva
del amor que nace y muere.
Yo bendigo los recuerdos
y a esos tiempos diferentes,
y me acojo a los rosales,
sin espinas, que contienen.
¡Ay amor, no me abandones
a mi sino en la corriente,
voy contigo y a tu lado,
ten mi alma si tú quieres!
"...Una rosa en un rosal
se columpia suavemente;
con los pétalos sin nombre
de unos días de septiembre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/13
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