ME GUSTAN PEQUEÑAS COSAS...
Me gustan pequeñas cosas
como el cine y las estrellas,
también me gustan los libros
y el candor de los cometas.
Me gusta andar por la calle
y subir las escaleras,
las que van a la colina
y me acercan a la iglesia.
Me gusta ver la laguna,
pasear por su ribera,
rescatando de las aguas
las montañas siempre frescas.
Me gusta vivir la vida
y sentir nuevas vivencias,
que aceleren los sentidos
y la sangre de las venas.
Me gustan los ojos negros,
los azules y violetas,
pero también los castaños
y los verdes, dejan huella.
Me gusta notar la brisa
cuando roza tu cadera,
y con ella te estremeces
y me enseñas más las piernas.
Me gusta cuando suspiras
y a la vez, cuando me dejas,
ese nombre que es mi nombre,
que cautiva y que te besa.
Me gusta tomar tu mano
con la mía bien abierta,
y llevarla hasta mis labios
y rozarla con mi lengua.
Me gusta bien desnudarte
y sacando la chaqueta,
retirarte el fiel vestido
y las faldas y las medias.
Me gusta luego seguirte,
con mis dedos por tus sendas,
recorriendo palmo a palmo
los desiertos de tu arena.
Me gusta dormir contigo
y aunque tú no te lo creas,
me gusta velar tu sueño
para así sentirte cerca.
Me gusta beber la lluvia
que se escurre por tu oreja,
y luego baja a tu cara,
a tus senos y a la tierra.
Me gusta sentirte dentro
y también sentirte afuera,
para saciar los dos juntos
esa sed que nos acecha.
"...Me gustan pequeñas cosas
como el vino y los poemas,
pero también tú me gustas
con tu cara de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/08/13
como el cine y las estrellas,
también me gustan los libros
y el candor de los cometas.
Me gusta andar por la calle
y subir las escaleras,
las que van a la colina
y me acercan a la iglesia.
Me gusta ver la laguna,
pasear por su ribera,
rescatando de las aguas
las montañas siempre frescas.
Me gusta vivir la vida
y sentir nuevas vivencias,
que aceleren los sentidos
y la sangre de las venas.
Me gustan los ojos negros,
los azules y violetas,
pero también los castaños
y los verdes, dejan huella.
Me gusta notar la brisa
cuando roza tu cadera,
y con ella te estremeces
y me enseñas más las piernas.
Me gusta cuando suspiras
y a la vez, cuando me dejas,
ese nombre que es mi nombre,
que cautiva y que te besa.
Me gusta tomar tu mano
con la mía bien abierta,
y llevarla hasta mis labios
y rozarla con mi lengua.
Me gusta bien desnudarte
y sacando la chaqueta,
retirarte el fiel vestido
y las faldas y las medias.
Me gusta luego seguirte,
con mis dedos por tus sendas,
recorriendo palmo a palmo
los desiertos de tu arena.
Me gusta dormir contigo
y aunque tú no te lo creas,
me gusta velar tu sueño
para así sentirte cerca.
Me gusta beber la lluvia
que se escurre por tu oreja,
y luego baja a tu cara,
a tus senos y a la tierra.
Me gusta sentirte dentro
y también sentirte afuera,
para saciar los dos juntos
esa sed que nos acecha.
"...Me gustan pequeñas cosas
como el vino y los poemas,
pero también tú me gustas
con tu cara de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/08/13
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