YO NAVEGO EN UN BARCO DE POEMAS...
Yo navego en un barco de poemas
en medio de mil versos incompletos,
navego sin timón ni tripulantes
y surco los confines del océano.
Quisiera terminar esta derrota,
volver a los jardines de los sueños,
entrar en los senderos del Olimpo
y allí descansaría, en sus senderos.
Quisiera recorrer nuevos caminos
buscando en los umbrales del inferno,
la voz tan angustiada de los pobres
que piden un abrazo con un beso.
Las olas me entregaron sus metáforas
con voces procedentes de otros tiempos,
surgían de los libros olvidados
en viejas bibliotecas y el silencio.
Escucho a las sirenas sus cantares
y admiro su figuras y salero,
igual que los autores, que hace años,
plasmaron sus relatos en los cuentos.
Escucho a los susurros de las olas
que dejan las resacas con esmero,
y buscan, en un acto de lujuria,
unirse con la arena, en blando lecho.
No entiendo de mesanas medio altivas,
tampoco de la rosa de los vientos,
ni sé si los cantiles de la costa
escuchan los suspiros de los remos.
Más siento que me abriga la esperanza,
el beso ilusionado como premio,
y el mar con su salitre ya me grita
y entrega su amistad con un trofeo.
"...Yo navego en un barco de poemas
en medio de la vida con esfuerzo,
y busco entre las brumas tu figura
para ir a susurrarte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/13
en medio de mil versos incompletos,
navego sin timón ni tripulantes
y surco los confines del océano.
Quisiera terminar esta derrota,
volver a los jardines de los sueños,
entrar en los senderos del Olimpo
y allí descansaría, en sus senderos.
Quisiera recorrer nuevos caminos
buscando en los umbrales del inferno,
la voz tan angustiada de los pobres
que piden un abrazo con un beso.
Las olas me entregaron sus metáforas
con voces procedentes de otros tiempos,
surgían de los libros olvidados
en viejas bibliotecas y el silencio.
Escucho a las sirenas sus cantares
y admiro su figuras y salero,
igual que los autores, que hace años,
plasmaron sus relatos en los cuentos.
Escucho a los susurros de las olas
que dejan las resacas con esmero,
y buscan, en un acto de lujuria,
unirse con la arena, en blando lecho.
No entiendo de mesanas medio altivas,
tampoco de la rosa de los vientos,
ni sé si los cantiles de la costa
escuchan los suspiros de los remos.
Más siento que me abriga la esperanza,
el beso ilusionado como premio,
y el mar con su salitre ya me grita
y entrega su amistad con un trofeo.
"...Yo navego en un barco de poemas
en medio de la vida con esfuerzo,
y busco entre las brumas tu figura
para ir a susurrarte que te quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/13
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