MI MUNDO SIEMPRE TROPIEZA...
Mi mundo siempre tropieza
con un mar de incomprensiones,
la familia, los amigos
y otros más espectadores.
Pero no importa, yo sigo
escribiendo lo que toque,
unas veces de la luna
y otras veces de emociones.
Así la vida transcurre
entre risas y rumores,
y se animan los silencios
y hasta el alma se repone,
Es fácil perder la vida
y no saber cómo y dónde,
pero difícil hacerlo
sin permiso de los dioses.
Mi mundo siempre tropieza
como un clown con zapatones,
que camina por la pista
con su cara de colores.
Doy dos pasos adelante
aunque siento los azotes,
de ese viento traicionero
que me pisa los talones.
Es otoño, no lo dudes,
y hay estrellas en la noche,
las cigarras ahora callan
abrigadas y en desorden.
Un cometa cruza el cielo
y un barquito el horizonte,
yo los sigo, en la distancia,
en un sueño que se rompe.
Mi mundo siempre se altera
en un mar de sensaciones,
entre sueños, sentimientos
y el candor de los albores.
Brotan lágrimas, de pronto,
y no sé dónde está el norte,
he perdido referencias
y mi brújula se esconde.
Hago un alto en el camino
para ver cuál es mi nombre,
la razón que a mí me lleva
de tener este desorden.
Este viento sin destino,
esta brisa que me absorbe,
este mundo, que es mi mundo,
que quizás me corresponde.
"...Mi mundo siempre está vivo,
chispeante y sin razones,
para ofrecerme la chispa
que yo vierto en mis amores..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/13
con un mar de incomprensiones,
la familia, los amigos
y otros más espectadores.
Pero no importa, yo sigo
escribiendo lo que toque,
unas veces de la luna
y otras veces de emociones.
Así la vida transcurre
entre risas y rumores,
y se animan los silencios
y hasta el alma se repone,
Es fácil perder la vida
y no saber cómo y dónde,
pero difícil hacerlo
sin permiso de los dioses.
Mi mundo siempre tropieza
como un clown con zapatones,
que camina por la pista
con su cara de colores.
Doy dos pasos adelante
aunque siento los azotes,
de ese viento traicionero
que me pisa los talones.
Es otoño, no lo dudes,
y hay estrellas en la noche,
las cigarras ahora callan
abrigadas y en desorden.
Un cometa cruza el cielo
y un barquito el horizonte,
yo los sigo, en la distancia,
en un sueño que se rompe.
Mi mundo siempre se altera
en un mar de sensaciones,
entre sueños, sentimientos
y el candor de los albores.
Brotan lágrimas, de pronto,
y no sé dónde está el norte,
he perdido referencias
y mi brújula se esconde.
Hago un alto en el camino
para ver cuál es mi nombre,
la razón que a mí me lleva
de tener este desorden.
Este viento sin destino,
esta brisa que me absorbe,
este mundo, que es mi mundo,
que quizás me corresponde.
"...Mi mundo siempre está vivo,
chispeante y sin razones,
para ofrecerme la chispa
que yo vierto en mis amores..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/13
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