HACE UN RATO...


Hace un rato que he cerrado la cancela
de la puerta de  mi alma.

Siete vueltas y un suspiro me ha costado,
pero pienso que he dejado las ventanas abatidas,
y en penumbra aquella estancia,
con su carga de recuerdos, bien dispersos,
en los cuartos y rincones,
esperando que otra mano les devuelva la cordura.

Hoy mis manos abandonan la batalla
y se cuelan temblorosas en bolsillos invisibles.
Ya no quieren ser objeto de miradas indiscretas,
de preguntas sin palabras por el miedo retenido,
de saludos calurosos sin motivos trascendentes,
de caricias inocentes y carentes de cariño,
de los roces de otras manos que no están
ni se las busca.

He sentido el ramalazo de la brisa por mi cuerpo
y ese beso, cual orgasmo, que acelera los latidos
de mi pecho enamorado.

He creído que una mano dirigía la batuta de
una orquesta
y que en ella se encontraban mis sentidos,
respondiendo en un adagio a los continuos
movimientos de un artista extraordinario.

Y es así que hasta mi vista ha confundido las encinas
de la plaza, y mi manos, han buscado, el dulce talle
entre sus troncos.
Pero luego los oídos confundían y escuchaban melodías
en el viento que llegaba,
y mezclaban el nordeste y el oeste con un tango
y pasodoble que escapaba, ¡cómo no!, de una gramola.
Y así fue como el sabor de tus palabras
se mezclaba con las mías
en un beso imaginario, acallando las preguntas sin respuesta
y llenando los vacíos con "te quieros"
que aplacaban las pasiones.
Mas tu cuerpo desgranaba el aroma inconfundible
de la eterna juventud que en él latía,
y lo hacía renovando la esperanza
y llenando mis sentidos con la droga
insuperable de tu sexo.
Y al final eran mis dedos los que hacían
de pinceles
y llenaban cada surco de tu cuerpo,
dibujaban los senderos y bajaban a tus valles,
ascendían las colinas que llevaban a tus senos
y prendían margaritas en los mismos
con eterna suavidad y mil caricias.

Hace un rato que he cerrado la cancela
de la puerta de mi alma
y ahora marcho en el silencio hacia la nada,
suspirando con mis sueños y también con tu figura
que se aleja, lentamente,
en el recuerdo.

Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14

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