IN MEMORIAM - FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO.
(Mis versos de hoy son un pequeño homenaje a la figura de este poeta nacido muy cerca de donde vivo y que residía en EEUU. Dejo su página web por si alguien quiere disfrutar de sus poemas: http://poesiadelmomento.com/ )
Aprendí con tus poemas
el valor de las palabras,
y aprendí, que los sonetos,
eran flores para el alma.
Me enseñaste tantas cosas,
compañero que te marchas,
que me quedo ensimismado
y no sé ni numerarlas.
Tus poemas prodigiosos,
eran lumbre y eran llama,
y eran versos refulgentes
y caricias bien rimadas.
Paseaban tus estrofas
en un mundo siempre en danza,
donde existen las pasiones
y el amor en la distancia.
Tú rompiste muchos diques
y alejaste la nostalgia,
con los versos y cuartillas
que en tu página colgabas.
Los leímos muchas veces
admirando tu elegancia,
y esa huella, que en tus dedos,
puso el aire de Cantabria.
Porque nunca lo negaste
y orgulloso te mostrabas,
de sentir, en tus raíces,
un salitre y mar en calma.
El salitre de esta tierra
que está vivo y nunca engaña,
y se pega en cada verso,
y en los dedos de quien ama.
Y eso tú, bien lo sabías,
versador en tierra sabia,
con nostalgias corraliegas
y hasta un tanto campurrianas.
Para ti van estas letras,
en la tarde que se acaba,
y en la noche que comienzas
a escribir en otra lanzas.
Ahora tienes las estrellas
muy cerquita con su magia,
y el Olimpo de los dioses
con sus elfos y sus hadas.
Cumplirás tantas promesas
que en tus versos reclamabas,
el amor sin condiciones
y el descanso en la jornada.
Estos versos para ti,
trovador de la montaña,
y un abrazo y un recuerdo
son mis dádivas sagradas.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/14
el valor de las palabras,
y aprendí, que los sonetos,
eran flores para el alma.
Me enseñaste tantas cosas,
compañero que te marchas,
que me quedo ensimismado
y no sé ni numerarlas.
Tus poemas prodigiosos,
eran lumbre y eran llama,
y eran versos refulgentes
y caricias bien rimadas.
Paseaban tus estrofas
en un mundo siempre en danza,
donde existen las pasiones
y el amor en la distancia.
Tú rompiste muchos diques
y alejaste la nostalgia,
con los versos y cuartillas
que en tu página colgabas.
Los leímos muchas veces
admirando tu elegancia,
y esa huella, que en tus dedos,
puso el aire de Cantabria.
Porque nunca lo negaste
y orgulloso te mostrabas,
de sentir, en tus raíces,
un salitre y mar en calma.
El salitre de esta tierra
que está vivo y nunca engaña,
y se pega en cada verso,
y en los dedos de quien ama.
Y eso tú, bien lo sabías,
versador en tierra sabia,
con nostalgias corraliegas
y hasta un tanto campurrianas.
Para ti van estas letras,
en la tarde que se acaba,
y en la noche que comienzas
a escribir en otra lanzas.
Ahora tienes las estrellas
muy cerquita con su magia,
y el Olimpo de los dioses
con sus elfos y sus hadas.
Cumplirás tantas promesas
que en tus versos reclamabas,
el amor sin condiciones
y el descanso en la jornada.
Estos versos para ti,
trovador de la montaña,
y un abrazo y un recuerdo
son mis dádivas sagradas.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/14
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