NO TE OLVIDES...
No te olvides de mis manos
ni tampoco de mis besos,
las primeras te aguantaban
de tus prisas y tus miedos.
Los segundos, temblorosos,
eran lágrimas y versos,
que brotaban, desde el alma,
a tus labios y al cuaderno.
Es por ello que preciso
el mensaje que te dejo,
"no te olvides niña mía
de mis actos y mi cuerpo"
Porque fuimos, sin pensarlo,
a la plaza de los cuerdos
y llevamos la locura
de la infancia, sin saberlo.
No te olvides de la fuente
ni del líquido tan fresco,
la primera está vacía
y las aguas por el suelo.
Y aquel líquido preciado,
que bebíamos sin freno,
se ha perdido en los marjales
por envidias y por celos.
Yo quisiera simplemente
una gota, en el desierto,
de los labios temblorosos
que la piden con anhelo.
Pero solo me responden
las cenizas de los fuegos,
y unas llamas que agonizan
y crepitan con jadeos.
No te olvides de la hora
capitán, y estate atento,
las sirenas han sonado
y es el día del silencio.
Las sirenas caprichosas
dan avisos en los puertos,
y también en estaciones
a los viajes más diversos.
Es el día de la calma,
de fundirse con el hielo,
y es el día en que, la niebla,
se aposenta sin el viento.
Una bruma misteriosa
nos rodea con misterio,
transmitiendo sensaciones
de relatos y de cuentos.
"...No te olvides de la vida
trovador de los recuerdos,
y separa realidades
de ficciones y de sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14
ni tampoco de mis besos,
las primeras te aguantaban
de tus prisas y tus miedos.
Los segundos, temblorosos,
eran lágrimas y versos,
que brotaban, desde el alma,
a tus labios y al cuaderno.
Es por ello que preciso
el mensaje que te dejo,
"no te olvides niña mía
de mis actos y mi cuerpo"
Porque fuimos, sin pensarlo,
a la plaza de los cuerdos
y llevamos la locura
de la infancia, sin saberlo.
No te olvides de la fuente
ni del líquido tan fresco,
la primera está vacía
y las aguas por el suelo.
Y aquel líquido preciado,
que bebíamos sin freno,
se ha perdido en los marjales
por envidias y por celos.
Yo quisiera simplemente
una gota, en el desierto,
de los labios temblorosos
que la piden con anhelo.
Pero solo me responden
las cenizas de los fuegos,
y unas llamas que agonizan
y crepitan con jadeos.
No te olvides de la hora
capitán, y estate atento,
las sirenas han sonado
y es el día del silencio.
Las sirenas caprichosas
dan avisos en los puertos,
y también en estaciones
a los viajes más diversos.
Es el día de la calma,
de fundirse con el hielo,
y es el día en que, la niebla,
se aposenta sin el viento.
Una bruma misteriosa
nos rodea con misterio,
transmitiendo sensaciones
de relatos y de cuentos.
"...No te olvides de la vida
trovador de los recuerdos,
y separa realidades
de ficciones y de sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14
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