ME ENAMORÉ DE TUS OJOS...
Me enamoré de tus ojos
y tu preciosa sonrisa,
porque los míos buscaban,
en tus labios, margaritas.
Y así, sin más, me robaste,
mi corazón y mi vida,
que se metió en tus pestañas
y en tus ardientes pupilas.
Fueron tus ojos gitanos
notas de un arpa bravía,
guiños, un tanto, celestes
de una guitarra amarilla.
Porque el amor de tus ojos
siempre llegó, cada día,
a estremecer mis sentidos
con su candor y caricia.
Ellos, sin fin, susurraban
unas canciones bonitas,
en las que hablaban de amores
y de riberas tranquilas.
Pude saber, por tus ojos,
cuanto yo ansiaba y quería,
y hasta logré estremecerme
con el placer de la brisa.
Era una magia sin nombre,
una feliz utopía,
y una locura sin frenos
el disfrutar de esta dicha.
Porque el amor desbocado
era real, y existía;
me lo decían tus ojos
con sus letritas divinas.
Me enamoré de tus ojos
y tu carita tan linda
para cubrirte de besos
en una linda cuartilla.
Y así nacieron poemas
con sus estrofas y rimas,
siendo el amor, ese centro,
que yo buscaba y pedía.
Y compartieron mis ojos
esas estrofas sencillas,
con los suspiros robados
de quien yo tanto quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/14
y tu preciosa sonrisa,
porque los míos buscaban,
en tus labios, margaritas.
Y así, sin más, me robaste,
mi corazón y mi vida,
que se metió en tus pestañas
y en tus ardientes pupilas.
Fueron tus ojos gitanos
notas de un arpa bravía,
guiños, un tanto, celestes
de una guitarra amarilla.
Porque el amor de tus ojos
siempre llegó, cada día,
a estremecer mis sentidos
con su candor y caricia.
Ellos, sin fin, susurraban
unas canciones bonitas,
en las que hablaban de amores
y de riberas tranquilas.
Pude saber, por tus ojos,
cuanto yo ansiaba y quería,
y hasta logré estremecerme
con el placer de la brisa.
Era una magia sin nombre,
una feliz utopía,
y una locura sin frenos
el disfrutar de esta dicha.
Porque el amor desbocado
era real, y existía;
me lo decían tus ojos
con sus letritas divinas.
Me enamoré de tus ojos
y tu carita tan linda
para cubrirte de besos
en una linda cuartilla.
Y así nacieron poemas
con sus estrofas y rimas,
siendo el amor, ese centro,
que yo buscaba y pedía.
Y compartieron mis ojos
esas estrofas sencillas,
con los suspiros robados
de quien yo tanto quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/14
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario