AQUELLA VIEJA CASA...



Aquella vieja casa
y el porche polvoriento,
tenía el gran encanto
que dejan los recuerdos.

Los años transcurridos,
vividos sin remedio,
con hambres y penuria
y nubes a destiempo.

También con margaritas
proclives a los sueños,
y un poco de inocencia
con niños en sus juegos.

Miradas extendidas
buscando el firmamento,
pupilas soñadoras
llorando sin remedio.

Aquella vieja casa
guardaba mil secretos,
de voces y de risas
de miedos y de anhelos.

De miedos reprimidos
por culpa de los vientos,
tormentas y galernas
llegadas de muy lejos.

Anhelos y suspiros
salidos de los pechos,
susurros encantados
con magia y embeleso.

No sé lo que tenía
la casa que recreo,
quizás la bella estampa
de un cuadro soñoliento.

Aquella vieja casa
es todo lo que tengo,
de un tiempo y un pasado
marchito y ya muy lejos.

Quizás es como el alma
que sale de paseo,
desvanes con hollines
y otoños por los suelos.

Hay puertas con arañas,
baúles semi abiertos,
y libros apilados
que un día se leyeron.

También está la cuna,
la bici y el plumero,
formando así la magia
que tienen los recuerdos.

"...Aquella vieja casa
hoy viene aquí, a mis dedos,
renace en un poema
y vive entre mis versos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/14

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