EN TUS OJOS COMIENZA EL PARAÍSO...
En tus ojos comienza el paraíso,
ese mundo tan lleno de aventuras,
la ilusión de los niños en la infancia
cuando miran al cielo y a la luna.
Porque tienes mensajes y leyendas
en las dulces palabras tan profundas,
que tejieron las manos temblorosas
intentando cubrirlas de ternura.
Y es ahí, donde brilla tu pupila,
en que salen respuestas a preguntas,
formuladas por labios temblorosos
temerosos y llenos de mil dudas.
Es muy fácil perderse en los atajos,
confundir los estuarios por lagunas,
el cambiar el camino placentero
con la senda que lleva a la locura.
Es muy fácil mirar para otro lado
y llenarte de ideas muy confusas,
olvidando que tienes un camino
y una meta que espera y que te busca.
Pero todo se olvida con tus ojos,
con la tierna mirada que susurra,
con las letras que surgen dulcemente
y que ofrecen palabras y ternura.
Una estrella que pasa por los cielos
con su cola brillante nos saluda,
y se llenan tus ojos de alegría
que tus labios ofrecen con dulzura.
Yo quisiera tenerte entre mis brazos
como ardilla que pasa vagabunda,
y subir por las ramas, hasta el cielo,
persiguiendo las nanas de la cuna.
Pero tú te quedabas extasiada
con los ojos cubiertos de negrura,
y una luz nos llevaba hasta el cuaderno
donde estaba el mensaje de tu pluma.
"...Llego a ti, mi dorado paraíso,
donde está la preciada partitura,
y la tomo sin más, entre las manos,
mientras busco en tus ojos la batuta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/11/12
ese mundo tan lleno de aventuras,
la ilusión de los niños en la infancia
cuando miran al cielo y a la luna.
Porque tienes mensajes y leyendas
en las dulces palabras tan profundas,
que tejieron las manos temblorosas
intentando cubrirlas de ternura.
Y es ahí, donde brilla tu pupila,
en que salen respuestas a preguntas,
formuladas por labios temblorosos
temerosos y llenos de mil dudas.
Es muy fácil perderse en los atajos,
confundir los estuarios por lagunas,
el cambiar el camino placentero
con la senda que lleva a la locura.
Es muy fácil mirar para otro lado
y llenarte de ideas muy confusas,
olvidando que tienes un camino
y una meta que espera y que te busca.
Pero todo se olvida con tus ojos,
con la tierna mirada que susurra,
con las letras que surgen dulcemente
y que ofrecen palabras y ternura.
Una estrella que pasa por los cielos
con su cola brillante nos saluda,
y se llenan tus ojos de alegría
que tus labios ofrecen con dulzura.
Yo quisiera tenerte entre mis brazos
como ardilla que pasa vagabunda,
y subir por las ramas, hasta el cielo,
persiguiendo las nanas de la cuna.
Pero tú te quedabas extasiada
con los ojos cubiertos de negrura,
y una luz nos llevaba hasta el cuaderno
donde estaba el mensaje de tu pluma.
"...Llego a ti, mi dorado paraíso,
donde está la preciada partitura,
y la tomo sin más, entre las manos,
mientras busco en tus ojos la batuta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/11/12
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