HE DEJADO A MI ESPALDA LOS RECUERDOS...
He dejado a mi espalda los recuerdos,
las negras telarañas y la niebla,
la hiedra que trepaba por los muros
y el viejo caserón con la tristeza.
Y quedaron también las ilusiones
recogidas en verdes primaveras,
y con ellas los besos y suspiros
que surgieron mirando a las estrellas.
Me abandono a la noche del futuro,
a ese largo camino sin respuestas,
al eterno y tenaz interrogante
que persiguen mis pasos por la senda.
He salido a fumar bajo la luna
y las manos nerviosas ya me tiemblan
al tomar con las mismas las cerillas
y encender un pitillo en las tinieblas.
Es tan falsa y tan vil esta memoria
que se escuda en las sombras y miserias,
del pasado que queda a las espaldas
recubierto de frases y promesas.
Unas frases nacidas en verano
al calor de pasiones satisfechas,
y promesas que nunca se cumplieron
porque fueron palabras muy ligeras.
Ya termino el cigarro y continúo
este largo camino de siluetas,
el que forman los pinos y los olmos
con la luz de la luna tan coqueta.
Más la luz que yo busco y que deseo
es aquella que brilla y que destella,
la que manda un mensaje en sus latidos
y una suave caricia hasta mis venas.
"...He dejado a mi espalda los recuerdos,
la nostalgia se funde en las leyendas,
mientras sigo, adelante, caminando,
tras el sueño de añil de la inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/11/12
las negras telarañas y la niebla,
la hiedra que trepaba por los muros
y el viejo caserón con la tristeza.
Y quedaron también las ilusiones
recogidas en verdes primaveras,
y con ellas los besos y suspiros
que surgieron mirando a las estrellas.
Me abandono a la noche del futuro,
a ese largo camino sin respuestas,
al eterno y tenaz interrogante
que persiguen mis pasos por la senda.
He salido a fumar bajo la luna
y las manos nerviosas ya me tiemblan
al tomar con las mismas las cerillas
y encender un pitillo en las tinieblas.
Es tan falsa y tan vil esta memoria
que se escuda en las sombras y miserias,
del pasado que queda a las espaldas
recubierto de frases y promesas.
Unas frases nacidas en verano
al calor de pasiones satisfechas,
y promesas que nunca se cumplieron
porque fueron palabras muy ligeras.
Ya termino el cigarro y continúo
este largo camino de siluetas,
el que forman los pinos y los olmos
con la luz de la luna tan coqueta.
Más la luz que yo busco y que deseo
es aquella que brilla y que destella,
la que manda un mensaje en sus latidos
y una suave caricia hasta mis venas.
"...He dejado a mi espalda los recuerdos,
la nostalgia se funde en las leyendas,
mientras sigo, adelante, caminando,
tras el sueño de añil de la inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/11/12
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