TE FUISTE Y SE CALLARON LAS FONTANAS...
Te fuiste y se callaron las fontanas
y también los gorriones en las eras,
un manto se posó sobre los campos,
oscuro y, conteniendo la tristeza.
Un manto de palabras escanciadas
surgieron esparcidas por la tierra,
con letras y con versos renacidos
volcados por la alegre primavera.
La voz de tu garganta silenciada
quedaba en los oídos como prenda,
regalo y melodía inconfundible
de viejos recitales en las ventas.
Ya sé que los estanques se vacían
por falta de la lluvia que no llega,
y sé que en el otoño, las alondras,
emprenden su regreso a las aldeas.
Más sé que volverán en otro otoño,
las lágrimas del cielo, como perlas,
y tú renacerás con las fontanas
mostrando la sonrisa siempre fresca.
La voz resurgirá desde tu pecho
temblando en los jardines las palmeras,
y el verbo brotará de tu garganta
con versos y con besos en la entrega.
Pues tienes esa magia y fantasía,
tan propio de sirenas y princesas,
que haces que los sueños den comienzo
y callen y enmudezcan las estrellas.
No sé si los amantes sorprendidos,
se queden escuchando las mareas,
o busquen el silencio de la nada,
allí, donde resuena con más fuerza.
Suspiras y recuerdas las fontanas,
la plaza con la torre de la iglesia,
las calles medievales de tu pueblo
y el vuelo singular de las cigüeñas.
Suspiras y recuerdas tantas cosas
que el alma se te encoge y ya no piensa,
se queda adormilada entre nostalgias
de un tiempo de la infancia y de la escuela.
Por eso las miradas se apagaron
perdidas las pupilas en la arena,
y en ellas se borraron los mensajes
escritos con fervor en tantas fechas.
Escritos conteniendo sentimientos,
abrazos seductores y promesas,
con besos, que robados a la noche
hacían más hermosos los poemas.
"...Te fuiste y se callaron las fontanas;
te fuiste corazón y aquí nos dejas,
un manto se posó sobre las almas
ardientes, soñadoras y sedientas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/12
y también los gorriones en las eras,
un manto se posó sobre los campos,
oscuro y, conteniendo la tristeza.
Un manto de palabras escanciadas
surgieron esparcidas por la tierra,
con letras y con versos renacidos
volcados por la alegre primavera.
La voz de tu garganta silenciada
quedaba en los oídos como prenda,
regalo y melodía inconfundible
de viejos recitales en las ventas.
Ya sé que los estanques se vacían
por falta de la lluvia que no llega,
y sé que en el otoño, las alondras,
emprenden su regreso a las aldeas.
Más sé que volverán en otro otoño,
las lágrimas del cielo, como perlas,
y tú renacerás con las fontanas
mostrando la sonrisa siempre fresca.
La voz resurgirá desde tu pecho
temblando en los jardines las palmeras,
y el verbo brotará de tu garganta
con versos y con besos en la entrega.
Pues tienes esa magia y fantasía,
tan propio de sirenas y princesas,
que haces que los sueños den comienzo
y callen y enmudezcan las estrellas.
No sé si los amantes sorprendidos,
se queden escuchando las mareas,
o busquen el silencio de la nada,
allí, donde resuena con más fuerza.
Suspiras y recuerdas las fontanas,
la plaza con la torre de la iglesia,
las calles medievales de tu pueblo
y el vuelo singular de las cigüeñas.
Suspiras y recuerdas tantas cosas
que el alma se te encoge y ya no piensa,
se queda adormilada entre nostalgias
de un tiempo de la infancia y de la escuela.
Por eso las miradas se apagaron
perdidas las pupilas en la arena,
y en ellas se borraron los mensajes
escritos con fervor en tantas fechas.
Escritos conteniendo sentimientos,
abrazos seductores y promesas,
con besos, que robados a la noche
hacían más hermosos los poemas.
"...Te fuiste y se callaron las fontanas;
te fuiste corazón y aquí nos dejas,
un manto se posó sobre las almas
ardientes, soñadoras y sedientas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/12
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