AHORA QUE SE CIERRA EL CALENDARIO...
Ahora que se cierra el calendario,
y hacemos un balance de la vida,
es tiempo de poner en la balanza
lo malo con lo bueno de la misma.
Se cierran unos días y un pasado,,
se apagan ilusiones ya marchitas,
y quedan mariposas en el alma
en busca del placer y de la dicha.
Volvemos, sin querer, hasta el recuerdo,
y vemos una etapa que termina,
la cifra contadora de los años,
la resta del final que se aproxima.
La etapa que ha pasado está cerrada
y en ella no hay lugar para la brisa,
tan sólo los recuerdos se mantienen
ansiosos de este tiempo que agoniza.
Ahora que se cierra el calendario
volvemos al futuro muy deprisa,
tratando de enmendar tantos errores
con días venideros y folías.
Pensamos que el pasado está pasado,
que importa la experiencia conseguida,
y que ella nos transforma con sigilo
en hombres de conciencia muy tranquila.
Queremos corregir tandos defectos
y ver las primaveras florecidas,
hablando como niños, a las cosas,
y oyendo sus canciones más sencillas.
Queremos los abrazos y los besos
y dar y recibir tantas caricias,
que ahoguen a los miedos del pasado
y errores cometidos en su día.
"...Ahora que se cierra el calendario
yo quiero que se cierren las heridas,
y broten nuevos rayos de esperanza
del año que ya dobla por la esquina..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/12
y hacemos un balance de la vida,
es tiempo de poner en la balanza
lo malo con lo bueno de la misma.
Se cierran unos días y un pasado,,
se apagan ilusiones ya marchitas,
y quedan mariposas en el alma
en busca del placer y de la dicha.
Volvemos, sin querer, hasta el recuerdo,
y vemos una etapa que termina,
la cifra contadora de los años,
la resta del final que se aproxima.
La etapa que ha pasado está cerrada
y en ella no hay lugar para la brisa,
tan sólo los recuerdos se mantienen
ansiosos de este tiempo que agoniza.
Ahora que se cierra el calendario
volvemos al futuro muy deprisa,
tratando de enmendar tantos errores
con días venideros y folías.
Pensamos que el pasado está pasado,
que importa la experiencia conseguida,
y que ella nos transforma con sigilo
en hombres de conciencia muy tranquila.
Queremos corregir tandos defectos
y ver las primaveras florecidas,
hablando como niños, a las cosas,
y oyendo sus canciones más sencillas.
Queremos los abrazos y los besos
y dar y recibir tantas caricias,
que ahoguen a los miedos del pasado
y errores cometidos en su día.
"...Ahora que se cierra el calendario
yo quiero que se cierren las heridas,
y broten nuevos rayos de esperanza
del año que ya dobla por la esquina..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/12
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