PARA LOS NIÑOS...
I
Para los niños traviesos
una dulce melodía,
con el canto de unos labios
maternales y sin prisa.
Esta noche es Nochebuena,
noche de eterna folía,
las que nos dejan los niños
al robarles su sonrisa.
Noche de estrellas fugaces
que van pasando tranquilas,
mientras abajo, en la tierra,
alguien las mira y suspira.
Cantan cigarras y grillos,
suena la música linda,
que entre los copos de nieve
suben al cielo, enseguida.
II
Para los niños sin techo
un hogar y mil caricias,
y una mano que les tome
con paciencia y alegría.
Esta noche es diferente
y el Amor hoy cobra vida,
a pesar de tantas dudas
y de barros con arcillas.
Noche de sueños truncados
y de llorosas pupilas,
en que los niños soportan
necesidades y envidias.
Cantan los labios ajados,
en la oración que musitan,
piden al Niño que viene
una cabaña chiquita.
III
Para los niños con hambre
unas tortitas de harina,
y una tacita de caldo
para aliviar sus mejillas.
Esta noche es especial
y la entrega es gratuíta,
un poquito de cariño
de la forma más sencilla.
Noche en que todos los niños
quieren su cena servida,
pero son muchos, sin duda,
los que no alcanzan tal dicha.
Cantan los vientos sin nombre,
y van citando las listas,
de las naciones y pueblos
donde no tienen comida.
IV
"...Para los niños sin nombre
sopla la brisa marina,
mientras comparto sus sueños
y su ilusión hago mía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/12
Para los niños traviesos
una dulce melodía,
con el canto de unos labios
maternales y sin prisa.
Esta noche es Nochebuena,
noche de eterna folía,
las que nos dejan los niños
al robarles su sonrisa.
Noche de estrellas fugaces
que van pasando tranquilas,
mientras abajo, en la tierra,
alguien las mira y suspira.
Cantan cigarras y grillos,
suena la música linda,
que entre los copos de nieve
suben al cielo, enseguida.
II
Para los niños sin techo
un hogar y mil caricias,
y una mano que les tome
con paciencia y alegría.
Esta noche es diferente
y el Amor hoy cobra vida,
a pesar de tantas dudas
y de barros con arcillas.
Noche de sueños truncados
y de llorosas pupilas,
en que los niños soportan
necesidades y envidias.
Cantan los labios ajados,
en la oración que musitan,
piden al Niño que viene
una cabaña chiquita.
III
Para los niños con hambre
unas tortitas de harina,
y una tacita de caldo
para aliviar sus mejillas.
Esta noche es especial
y la entrega es gratuíta,
un poquito de cariño
de la forma más sencilla.
Noche en que todos los niños
quieren su cena servida,
pero son muchos, sin duda,
los que no alcanzan tal dicha.
Cantan los vientos sin nombre,
y van citando las listas,
de las naciones y pueblos
donde no tienen comida.
IV
"...Para los niños sin nombre
sopla la brisa marina,
mientras comparto sus sueños
y su ilusión hago mía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/12
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