TUS LETRAS ME ENSEÑARON QUE LA VIDA...


Tus letras me enseñaron que la vida
tenía los perfumes y la esencia,
de un tiempo dulcemente transcurrido
llegado y confundido con promesas.

Recuerdo aquellos versos incipientes,
las rosas en el tarro con las velas,
tus ojos en mis ojos susurrando
la estrofa subyugante del poema.

Recuerdo que tus dedos señalaban
la nota silenciosa de la orquesta,
como una directora sin batuta
del mundo y del momento tan ajena.

Recuerdo, a tus pupilas seductoras
y el brillo que dejaban las estrellas,
un lago parecían simplemente
donde ellas se mostraban tan coquetas.

Tus letras me enseñaron tantas cosas
que ahora, señalarlas, ya me cuesta,
más siento que tus letras eran besos
llegando hasta mi cuerpo con presteza.

En ellas me entregabas el cariño
por medio de palabras muy correctas,
los signos que llegaban a tu mano
nacían en tu pecho y tu cabeza.

Tenías tantas cosas que ofrecerme
que el mundo te dejaba boquiabierta,
tus ojos sorprendidos e inocentes,
cambiaban sus figuras por tus letras.

Me hablabas de los ríos y las fuentes,
de campos y de casas solariegas,
de tiernas amapolas que nacían
con blancas margaritas por la hierba.

"...Tus letras me enseñaron a mirarte
de nuevo con cariño y con más fuerza,
tenían esa tierna melodía
que nubla el corazón de los poetas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/12

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