EN SERVILLETAS DE PAPEL...
En servilletas de papel anota
un joven que se escuda en la penumbra;
escribe con su mano temblorosa
nostalgias y pequeñas aventuras.
Apunta, recordando tantos ratos,
retazos de poemas a la luna,
estrofas que salieron de su pecho
mezcladas con las olas y la espuma.
Describe mil proyectos emergentes
que surgen de inquietudes muy profundas,
envueltos con el manto de la infancia
y mezcla de impacientes travesuras.
Hay algo que resalta en esa imagen,
quizás es la ventana tan difusa,
la arruga de la frente inmaculada
y el trazo candoroso de la pluma...
En servilletas de papel se deja
un joven las espinas y las dudas,
las rosas florecientes del camino
cargadas de regalos y preguntas.
No son las mariposas que esperaba
ni el dulce caramelo con su azúcar,
ni es el aleteo inesperado
surgido entre los pliegues de una blusa.
Escribe de los sueños vacilantes,
de niños que no buscan la disculpa,
y quieren que les miren a los ojos
y un beso que les llene de ternura.
Escribe del abrazo que ya ansía,
y pide con mirada vagabunda,
no quiere compasiones ni migajas
que oculten realidades muy injustas...
"...En servilletas de papel, sin tinta,
un joven va dejando su tortura,
los versos que le salen sin palabras
y el alma que en las letras le rezuma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/12
un joven que se escuda en la penumbra;
escribe con su mano temblorosa
nostalgias y pequeñas aventuras.
Apunta, recordando tantos ratos,
retazos de poemas a la luna,
estrofas que salieron de su pecho
mezcladas con las olas y la espuma.
Describe mil proyectos emergentes
que surgen de inquietudes muy profundas,
envueltos con el manto de la infancia
y mezcla de impacientes travesuras.
Hay algo que resalta en esa imagen,
quizás es la ventana tan difusa,
la arruga de la frente inmaculada
y el trazo candoroso de la pluma...
En servilletas de papel se deja
un joven las espinas y las dudas,
las rosas florecientes del camino
cargadas de regalos y preguntas.
No son las mariposas que esperaba
ni el dulce caramelo con su azúcar,
ni es el aleteo inesperado
surgido entre los pliegues de una blusa.
Escribe de los sueños vacilantes,
de niños que no buscan la disculpa,
y quieren que les miren a los ojos
y un beso que les llene de ternura.
Escribe del abrazo que ya ansía,
y pide con mirada vagabunda,
no quiere compasiones ni migajas
que oculten realidades muy injustas...
"...En servilletas de papel, sin tinta,
un joven va dejando su tortura,
los versos que le salen sin palabras
y el alma que en las letras le rezuma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/12
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