ENTIENDO TU CANSANCIO...
Entiendo tu cansancio en este día
y siento la caricia del verano,
quisiera compartir las emociones
por medio de unos versos encantados.
Quisiera que olvidaras la fatiga
pudiendo descansar entre mis brazos,
igual que recibieras el nordeste
por medio del embrujo de mis labios.
Entiendo que te invada la pereza
y sientas esa ausencia de que hablo,
mas debes comprender que la distancia
aumenta los temblores de mi mano.
Quisiera que se abrieran las fronteras
y andar por paraísos añorados,
sin prisas de relojes ni testigos
que hicieran más violentos nuestros pasos.
Entiendo que la vida es un instante,
un ciclo que se agota como un pábulo,
la linda mariposa que amanece
y luego se desliza por el lago.
Quisiera detener estos momentos,
vivirlos y hasta incluso rescatarlos,
allí, cuando el destino ya nos pese
por culpa de la edad y de los años.
Entiendo a tus ojitos soñadores,
lo mismo que a tu cara y tu cansancio,
entonces yo te abrazo simplemente
y le hablo al corazón, en tu regazo.
Quisiera que escucharas mis palabras,
que oyeras mi suspiro entrecortado,
dejándote mi amor y mi cariño
en versos y poemas con un lazo.
"...Entiendo tu cansancio, y lo comprendo,
y el sueño que aletea en tu costado,
y quiero que tú sientas mis latidos
diciendo sin cesar cuánto te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/15
y siento la caricia del verano,
quisiera compartir las emociones
por medio de unos versos encantados.
Quisiera que olvidaras la fatiga
pudiendo descansar entre mis brazos,
igual que recibieras el nordeste
por medio del embrujo de mis labios.
Entiendo que te invada la pereza
y sientas esa ausencia de que hablo,
mas debes comprender que la distancia
aumenta los temblores de mi mano.
Quisiera que se abrieran las fronteras
y andar por paraísos añorados,
sin prisas de relojes ni testigos
que hicieran más violentos nuestros pasos.
Entiendo que la vida es un instante,
un ciclo que se agota como un pábulo,
la linda mariposa que amanece
y luego se desliza por el lago.
Quisiera detener estos momentos,
vivirlos y hasta incluso rescatarlos,
allí, cuando el destino ya nos pese
por culpa de la edad y de los años.
Entiendo a tus ojitos soñadores,
lo mismo que a tu cara y tu cansancio,
entonces yo te abrazo simplemente
y le hablo al corazón, en tu regazo.
Quisiera que escucharas mis palabras,
que oyeras mi suspiro entrecortado,
dejándote mi amor y mi cariño
en versos y poemas con un lazo.
"...Entiendo tu cansancio, y lo comprendo,
y el sueño que aletea en tu costado,
y quiero que tú sientas mis latidos
diciendo sin cesar cuánto te amo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/15
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