TU SONRISA DE CRISTAL...
Tu sonrisa de cristal
encadena mi destino
con amarras presurosas
que me arrancan mil suspiros.
Son tus labios inocentes
los que causan el delirio,
esa imagen tan preciosa
que yo guardo y va conmigo.
Pero hay algo que cautiva
de tu boca y de su brillo,
y es el canto y la esperanza
que desgrana con sigilo.
Esa boca encantadora,
esa fuente, como un grifo,
con su eterna letanía
de consuelo y de cariño.
Tu sonrisa de cristal
me seduce este domingo,
me adormece y acompaña
y hasta busca en mí, su abrigo.
Unos ojos soñadores
aceleran ese ritmo,
ese baile de las olas
y ese vals de los navíos.
Porque todo es poesía
en los ojos tan bonitos,
y en los labios soñadores
que sonríen de los niños.
Ellos miran dulcemente
y hasta esperan ser oídos,
por los padres y mayores
refugiados en sus limbos.
Tu sonrisa de cristal
me redime, cual cautivo,
de pecados y pasiones
de otros tiempos ya marchitos.
Porque das un aire nuevo
en tus versos y en los libros,
donde hablan los poemas
a los hombres bien dormidos.
Y les cuentan las historias
que han pasado, desde siglos,
con los cuentos y leyendas
recogidas en mil sitios.
Son sucesos de un pasado
con momentos transcurridos,
sensaciones, sentimientos
y hasta sueños amarillos.
"...Tu sonrisa de cristal
me transporta al infinito,
a tus brazos, nuevamente,
y a dejarte lo que escribo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/04/15
encadena mi destino
con amarras presurosas
que me arrancan mil suspiros.
Son tus labios inocentes
los que causan el delirio,
esa imagen tan preciosa
que yo guardo y va conmigo.
Pero hay algo que cautiva
de tu boca y de su brillo,
y es el canto y la esperanza
que desgrana con sigilo.
Esa boca encantadora,
esa fuente, como un grifo,
con su eterna letanía
de consuelo y de cariño.
Tu sonrisa de cristal
me seduce este domingo,
me adormece y acompaña
y hasta busca en mí, su abrigo.
Unos ojos soñadores
aceleran ese ritmo,
ese baile de las olas
y ese vals de los navíos.
Porque todo es poesía
en los ojos tan bonitos,
y en los labios soñadores
que sonríen de los niños.
Ellos miran dulcemente
y hasta esperan ser oídos,
por los padres y mayores
refugiados en sus limbos.
Tu sonrisa de cristal
me redime, cual cautivo,
de pecados y pasiones
de otros tiempos ya marchitos.
Porque das un aire nuevo
en tus versos y en los libros,
donde hablan los poemas
a los hombres bien dormidos.
Y les cuentan las historias
que han pasado, desde siglos,
con los cuentos y leyendas
recogidas en mil sitios.
Son sucesos de un pasado
con momentos transcurridos,
sensaciones, sentimientos
y hasta sueños amarillos.
"...Tu sonrisa de cristal
me transporta al infinito,
a tus brazos, nuevamente,
y a dejarte lo que escribo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/04/15
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