HA LLEGADO LA LLUVIA...
Ha llegado la lluvia
y se acerca noviembre,
va pasando el otoño
sin pensar, lentamente.
Y se pasan los días
como pasan los trenes,
con vagones sombríos
de semanas y meses.
He pensado que un día,
cuando llegue la muerte,
temblarás como un niño
al que asusta la nieve.
Y tus ojos castaños
dormirán para siempre,
en el lecho de rosas
y también de claveles.
Ha llegado la lluvia
y no sé lo que tiene,
ya que altera la sangre
y hasta sube la fiebre.
El otoño transcurre
y los días no mienten,
amanece más tarde
y primero anochece.
He pensado en mañana,
en tu voz insolente,
recitando poemas
a llorosos cipreses.
Y una lágrima dulce
con su gota latente,
bajará por tu rostro
a besar a tu vientre.
Ha llegado la lluvia
y ha llenado las fuentes,
con la luz y esperanza
de cercanos belenes.
Van menguando los días
y se acerca diciembre,
con sus barbas tan blancas
que dan vida a las sienes.
Y es que el tiempo discurre
desde ayer y por siempre,
y nos marca la fecha
y el segundo latente.
El tic-tac de la vida
sin cesar palidece,
y se buscan los sueños
para hacernos más fuertes.
"...Ha llegado la lluvia
con sus besos calientes,
y empapar de cordura
a los hombres que duermen..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/12
y se acerca noviembre,
va pasando el otoño
sin pensar, lentamente.
Y se pasan los días
como pasan los trenes,
con vagones sombríos
de semanas y meses.
He pensado que un día,
cuando llegue la muerte,
temblarás como un niño
al que asusta la nieve.
Y tus ojos castaños
dormirán para siempre,
en el lecho de rosas
y también de claveles.
Ha llegado la lluvia
y no sé lo que tiene,
ya que altera la sangre
y hasta sube la fiebre.
El otoño transcurre
y los días no mienten,
amanece más tarde
y primero anochece.
He pensado en mañana,
en tu voz insolente,
recitando poemas
a llorosos cipreses.
Y una lágrima dulce
con su gota latente,
bajará por tu rostro
a besar a tu vientre.
Ha llegado la lluvia
y ha llenado las fuentes,
con la luz y esperanza
de cercanos belenes.
Van menguando los días
y se acerca diciembre,
con sus barbas tan blancas
que dan vida a las sienes.
Y es que el tiempo discurre
desde ayer y por siempre,
y nos marca la fecha
y el segundo latente.
El tic-tac de la vida
sin cesar palidece,
y se buscan los sueños
para hacernos más fuertes.
"...Ha llegado la lluvia
con sus besos calientes,
y empapar de cordura
a los hombres que duermen..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/12
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