QUISIERA PLISAR EL TIEMPO...
(A Paty, ya que su escrito inspiró estos versos)
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo en mi almohada
para que fuera el soporte
que necesitan las almas.
Esa fuerza vigorosa
y candente como lava,
ese néctar de energías
que sacuda las entrañas.
Porque el tiempo se detiene
en la piel y en la mirada,
en el vello que se eriza
y en los ojos con sus lágrimas.
Una brisa que acaricia
y un susurro que se lanza,
todo viene con el tiempo
silencioso y sin palabras.
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo entre mis sábanas,
alejado de polillas
y de envidias y batallas.
Porque el tiempo es la bandera
y la rosa perfumada,
que se goza y que se aspira
de las manos que lo escancian.
Y es la bella mariposa,
llamativa con sus alas,
que revuelve nuestras sienes
y realza nuestras canas.
Es, en fin, ese suspiro,
y es la nota fiel del arpa,
la que pide una limosna
y hasta el beso que reclama.
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo por mi casa
para tenerlo muy cerca
y que apenas se notara.
Porque el tiempo en primavera
es delicia floreada,
es placer en el verano
con reflejos escarlatas.
Es alfombra en el otoño
con las hojas tan doradas,
y es blancura en el invierno
con la nieve en las montañas.
Pero el tiempo es más que esto,
más que un cáliz que se acaba,
es el poso y la reserva
de latidos y nostalgias.
"...Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo en una nana,
que de noche te daría
con un beso y sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/12
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo en mi almohada
para que fuera el soporte
que necesitan las almas.
Esa fuerza vigorosa
y candente como lava,
ese néctar de energías
que sacuda las entrañas.
Porque el tiempo se detiene
en la piel y en la mirada,
en el vello que se eriza
y en los ojos con sus lágrimas.
Una brisa que acaricia
y un susurro que se lanza,
todo viene con el tiempo
silencioso y sin palabras.
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo entre mis sábanas,
alejado de polillas
y de envidias y batallas.
Porque el tiempo es la bandera
y la rosa perfumada,
que se goza y que se aspira
de las manos que lo escancian.
Y es la bella mariposa,
llamativa con sus alas,
que revuelve nuestras sienes
y realza nuestras canas.
Es, en fin, ese suspiro,
y es la nota fiel del arpa,
la que pide una limosna
y hasta el beso que reclama.
Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo por mi casa
para tenerlo muy cerca
y que apenas se notara.
Porque el tiempo en primavera
es delicia floreada,
es placer en el verano
con reflejos escarlatas.
Es alfombra en el otoño
con las hojas tan doradas,
y es blancura en el invierno
con la nieve en las montañas.
Pero el tiempo es más que esto,
más que un cáliz que se acaba,
es el poso y la reserva
de latidos y nostalgias.
"...Quisiera plisar el tiempo
y guardarlo en una nana,
que de noche te daría
con un beso y sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario