EN UN LUGAR DEL MUNDO...
En un lugar del mundo
(perdido en los recuerdos),
un hombre, al horizonte,
hoy mira con esfuerzo.
Quizás en otros ratos,
alegres y ligeros,
tuviera su mirada
la fuerza de los vientos.
El grito inseparable
que portan los guerreros,
las ansias y la angustia
de abrazos y deseos.
Quizás en el pasado
mirara con denuedo,
el paso de la brisa
rompiendo los silencios.
Más ahora, que es presente,
el hombre ansía el beso,
las algas y mareas,
las olas y el lamento.
Ansía los abrazos
del mar siempre rompiendo,
llegando hasta la costa
viril y tan violento.
Él mira el horizonte
y busca los veleros,
las telas blanquecinas
de adioses que se fueron.
Y busca en el pasado
gaviotas en los puertos,
también los cormoranes
secándose sus flecos.
Las plumas tan mojadas,
lo intenso de su negro,
nos dejan una imagen
grabada, sin saberlo.
"...En un lugar del mundo,
(quizás en un desierto),
un hombre se consuela
tan solo con sus versos..."
Él busca en los poemas
la gracia y el salero,
la luz y la alegría
que llenen el cuaderno.
Él quiere que otros ojos
contemplen su reflejo,
y admiren sus pupilas
y el fondo de su pecho.
No quiere los laureles
de artistas y de genios,
ni quiere las premisas
que van con los trofeos.
Él quiere solo un mundo
de amor y de derechos,
un mundo sin fronteras
y abrazos muy sinceros.
Y él quiere que otros labios
suspiren al leerlo,
y sientan la caricia
pausada de sus dedos.
"...En un lugar del mundo,
(no sé si está muy lejos),
un niño se ha dormido
perdido entre los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/13
(perdido en los recuerdos),
un hombre, al horizonte,
hoy mira con esfuerzo.
Quizás en otros ratos,
alegres y ligeros,
tuviera su mirada
la fuerza de los vientos.
El grito inseparable
que portan los guerreros,
las ansias y la angustia
de abrazos y deseos.
Quizás en el pasado
mirara con denuedo,
el paso de la brisa
rompiendo los silencios.
Más ahora, que es presente,
el hombre ansía el beso,
las algas y mareas,
las olas y el lamento.
Ansía los abrazos
del mar siempre rompiendo,
llegando hasta la costa
viril y tan violento.
Él mira el horizonte
y busca los veleros,
las telas blanquecinas
de adioses que se fueron.
Y busca en el pasado
gaviotas en los puertos,
también los cormoranes
secándose sus flecos.
Las plumas tan mojadas,
lo intenso de su negro,
nos dejan una imagen
grabada, sin saberlo.
"...En un lugar del mundo,
(quizás en un desierto),
un hombre se consuela
tan solo con sus versos..."
Él busca en los poemas
la gracia y el salero,
la luz y la alegría
que llenen el cuaderno.
Él quiere que otros ojos
contemplen su reflejo,
y admiren sus pupilas
y el fondo de su pecho.
No quiere los laureles
de artistas y de genios,
ni quiere las premisas
que van con los trofeos.
Él quiere solo un mundo
de amor y de derechos,
un mundo sin fronteras
y abrazos muy sinceros.
Y él quiere que otros labios
suspiren al leerlo,
y sientan la caricia
pausada de sus dedos.
"...En un lugar del mundo,
(no sé si está muy lejos),
un niño se ha dormido
perdido entre los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/03/13
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