PRIMAVERA DE LA VIDA...
Primavera de la vida
me dan ganas de imitarte,
de volar con tus poemas
y en su magia recostarme.
Es la hora del hechizo
y también del oleaje,
y es la hora en que la vida
cobra forma en las ciudades.
Margaritas que madrugan
con colores ancestrales,
y entre el verde y amarillo
hay un blanco que renace.
Mariposas de colores
de jardines y trigales,
que nos dejan mil suspiros
en el alma y en el aire.
Estas son, a grandes rasgos,
las figuras singulares,
los gorriones de la fiesta
que se animan en la tarde.
Y se animan con nosotros,
los poetas y mortales,
los ancianos y los niños
y mujeres que les hablen.
Porque somos primaveras
y añoramos mil saudades,
de los tiempos que resuenan
con leyendas y con viajes.
Es fugaz la poesía
como nota discordante,
que se escapa de unos labios
silenciosos y fugaces.
Y es así la primavera,
que se pasa en un instante,
desgranando los suspiros
de los hombres y los sauces.
Porque fueron los poetas
los autores de la clave
y pararon con sus versos
los momentos inmortales.
Los minutos de aquel tiempo
de alegría desbordante,
son las olas y el segundo
cual resaca de los mares.
Y perviven en recuerdos
entre brumas y desvanes,
en los pechos que suplican
el pasado inalcanzable.
"...Primavera de la vida
me dan ganas de abrazarte,
de soñar con los poemas
y dormir en tus rosales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/13
me dan ganas de imitarte,
de volar con tus poemas
y en su magia recostarme.
Es la hora del hechizo
y también del oleaje,
y es la hora en que la vida
cobra forma en las ciudades.
Margaritas que madrugan
con colores ancestrales,
y entre el verde y amarillo
hay un blanco que renace.
Mariposas de colores
de jardines y trigales,
que nos dejan mil suspiros
en el alma y en el aire.
Estas son, a grandes rasgos,
las figuras singulares,
los gorriones de la fiesta
que se animan en la tarde.
Y se animan con nosotros,
los poetas y mortales,
los ancianos y los niños
y mujeres que les hablen.
Porque somos primaveras
y añoramos mil saudades,
de los tiempos que resuenan
con leyendas y con viajes.
Es fugaz la poesía
como nota discordante,
que se escapa de unos labios
silenciosos y fugaces.
Y es así la primavera,
que se pasa en un instante,
desgranando los suspiros
de los hombres y los sauces.
Porque fueron los poetas
los autores de la clave
y pararon con sus versos
los momentos inmortales.
Los minutos de aquel tiempo
de alegría desbordante,
son las olas y el segundo
cual resaca de los mares.
Y perviven en recuerdos
entre brumas y desvanes,
en los pechos que suplican
el pasado inalcanzable.
"...Primavera de la vida
me dan ganas de abrazarte,
de soñar con los poemas
y dormir en tus rosales..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/03/13
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