RESUENAN LAS GOTERAS DE LA LLUVIA...
Resuenan las goteras de la lluvia
y dejan un saludo por los suelos,
son notas escapadas de los dioses,
suspiros que nos llegan con su aliento.
Son lágrimas furtivas de las almas,
de niños y poetas que en el cielo,
se enfrentan a las dudas y dilemas
con carga de nostalgia y de silencios.
Hay una sensación inenarrable
y en ella, se estremece todo el cuerpo,
es algo que carece de palabras
igual que la caricia de los vientos.
A veces observamos que la brisa
abraza con lascivia nuestro pecho,
e incluso se permite ser amable,
y roza nuestros labios con un beso.
Resuenan los timbales en la noche
y vuelan con las sombras los recuerdos,
se mezclan con banderas y batallas,
que surgen cual girones en los sueños.
Hay una soledad desgarradora,
preludio y despedida de un invierno,
quizás la primavera está cercana
y puede que la lluvia sea el beso.
Es fácil que la lágrima fecunda,
inunde las cuartillas con mil versos,
y puede que se extienda por las almas
y excite los ojitos soñolientos.
Es fácil que la lluvia sea un tesoro,
metáfora cuidada con esmero,
y es fácil que bebamos esas gotas
sintiendo la alegría del encuentro.
Resuenan los pilares de la tierra
y vemos bajo ellos, los cimientos,
la historia insuperable de los hombres
las manos artesanas del labriego.
Las manos que bogaban día a día
buscando entre los mares su alimento,
las otras que esperaban de la lluvia
el líquido preciado de los huertos.
Hoy veo los jardines de los parques
mojados y encharcados con exceso,
y siento soledad por tantos bancos
carentes de presencia y compañeros.
La lluvia tiene peros y ventajas,
y es eso lo que dice el manifiesto,
las rosas son muy bellas sin espinas,
y a ellas aspiramos y queremos.
"...Resuenan las goteras de la lluvia
y en ellas encontramos nuestros ecos,
la clave y la respuesta de una vida
que busca en el Amor, el sentimiento..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/13
y dejan un saludo por los suelos,
son notas escapadas de los dioses,
suspiros que nos llegan con su aliento.
Son lágrimas furtivas de las almas,
de niños y poetas que en el cielo,
se enfrentan a las dudas y dilemas
con carga de nostalgia y de silencios.
Hay una sensación inenarrable
y en ella, se estremece todo el cuerpo,
es algo que carece de palabras
igual que la caricia de los vientos.
A veces observamos que la brisa
abraza con lascivia nuestro pecho,
e incluso se permite ser amable,
y roza nuestros labios con un beso.
Resuenan los timbales en la noche
y vuelan con las sombras los recuerdos,
se mezclan con banderas y batallas,
que surgen cual girones en los sueños.
Hay una soledad desgarradora,
preludio y despedida de un invierno,
quizás la primavera está cercana
y puede que la lluvia sea el beso.
Es fácil que la lágrima fecunda,
inunde las cuartillas con mil versos,
y puede que se extienda por las almas
y excite los ojitos soñolientos.
Es fácil que la lluvia sea un tesoro,
metáfora cuidada con esmero,
y es fácil que bebamos esas gotas
sintiendo la alegría del encuentro.
Resuenan los pilares de la tierra
y vemos bajo ellos, los cimientos,
la historia insuperable de los hombres
las manos artesanas del labriego.
Las manos que bogaban día a día
buscando entre los mares su alimento,
las otras que esperaban de la lluvia
el líquido preciado de los huertos.
Hoy veo los jardines de los parques
mojados y encharcados con exceso,
y siento soledad por tantos bancos
carentes de presencia y compañeros.
La lluvia tiene peros y ventajas,
y es eso lo que dice el manifiesto,
las rosas son muy bellas sin espinas,
y a ellas aspiramos y queremos.
"...Resuenan las goteras de la lluvia
y en ellas encontramos nuestros ecos,
la clave y la respuesta de una vida
que busca en el Amor, el sentimiento..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/13
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