SEMBREMOS NUEVOS PÉTALOS SIN NOMBRE...
Sembremos nuevos pétalos sin nombre
y brotarán, sin duda, poesías,
volarán los gorriones por el parque
en medio de la paz y la alegría.
Porque la vida es corta y caprichosa,
es un jardín eterno de sonrisas,
donde florecen labios y latidos
para sentir la luz del nuevo día.
Es fácil que tropiecen las azadas
y choquen con las piedras muy calizas,
que abundan por los campos y la tierra,
en vez de temblorosas margaritas.
Es fácil que se escuchen los rosarios
y suenen las campanas de la misa,
en vez de las cigarras y el nordeste
tan propios de este tiempo y de su clima.
Más sigue sembrador, con tus poemas,
no importen las durezas ni la arcilla,
desbroza los matojos de los pechos
y deja que se inunden de caricias.
Vendrá la primavera nuevamente,
quizás con ilusiones en la brisa,
con nuevas sensaciones y mil sueños
a punto de nacer en las semillas.
Vendrán los sentimientos a las almas
y en ellas brotarán, sin que lo impidan,
las rosas más hermosas y preciosas
y puede que, tal vez, las golondrinas.
Vendrán esas estrofas sin palabras,
que dicta el corazón en su vigilia,
llegando hasta los hombres más humildes
sus versos y palabras tan sencillas.
Seamos como niños simplemente
que juegan y que sueñan todavía,
vivamos para siempre en la inocencia
de un mundo diferente a nuestra vista.
"...Sembremos nuevos pétalos sin nombre
y hagamos del amor la fantasía,
dejemos que este día se perdure
y quede para siempre en la cuartilla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/13
y brotarán, sin duda, poesías,
volarán los gorriones por el parque
en medio de la paz y la alegría.
Porque la vida es corta y caprichosa,
es un jardín eterno de sonrisas,
donde florecen labios y latidos
para sentir la luz del nuevo día.
Es fácil que tropiecen las azadas
y choquen con las piedras muy calizas,
que abundan por los campos y la tierra,
en vez de temblorosas margaritas.
Es fácil que se escuchen los rosarios
y suenen las campanas de la misa,
en vez de las cigarras y el nordeste
tan propios de este tiempo y de su clima.
Más sigue sembrador, con tus poemas,
no importen las durezas ni la arcilla,
desbroza los matojos de los pechos
y deja que se inunden de caricias.
Vendrá la primavera nuevamente,
quizás con ilusiones en la brisa,
con nuevas sensaciones y mil sueños
a punto de nacer en las semillas.
Vendrán los sentimientos a las almas
y en ellas brotarán, sin que lo impidan,
las rosas más hermosas y preciosas
y puede que, tal vez, las golondrinas.
Vendrán esas estrofas sin palabras,
que dicta el corazón en su vigilia,
llegando hasta los hombres más humildes
sus versos y palabras tan sencillas.
Seamos como niños simplemente
que juegan y que sueñan todavía,
vivamos para siempre en la inocencia
de un mundo diferente a nuestra vista.
"...Sembremos nuevos pétalos sin nombre
y hagamos del amor la fantasía,
dejemos que este día se perdure
y quede para siempre en la cuartilla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/13
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