MUCHAS VECES AÑORAMOS EL PASADO...
Muchas veces añoramos el pasado
y buscamos en el mismo los recuerdos
olvidando los vaivenes de la vida
y los duros temporales de hace tiempo.
Es quizás, el despertar de la nostalgia,
y el placer de un sentimiento que está muerto;
es quizás la fantasía del suspiro
que termina, en un susurro, con el viento...
...Si despiertas algún día, en la mañana
y te quitas las legañas de los sueños,
es posible que amanezcas nuevamente
a la vida de un presente verdadero.
Es preciso que te quites la careta
y que seas el amante y compañero,
la persona de sonrisa inmaculada
que palpita entre tus labios y tus besos.
Es posible que revuelvas el pasado
y que busques las cenizas de algún fuego,
los rescoldos calcinados de otras almas,
que te amaron, que lloraron y sufrieron.
Pero debes afrontar esas derrotas
y las lágrimas vertidas de tus versos;
debes ser el caminante que impasible
se dirige hacia la meta metro a metro.
Porque tienes la esperanza en tu costado
que palpita y que te anima en tanto esfuerzo,
y no debes retirarte de la lucha,
prosiguiendo tu camino en el desierto.
Yo no sé lo que te aguarda en el futuro
y no sé si alcanzarás, al fin, tu premio,
pero sé que las montañas y los ríos
ya cavilan con robarte tus secretos.
"...Muchas veces añoramos tantas cosas
que el pasado se hace vivo en ese empeño,
y olvidamos a los ojos tan azules
que nos miran y nos aman tan sinceros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/13º
y buscamos en el mismo los recuerdos
olvidando los vaivenes de la vida
y los duros temporales de hace tiempo.
Es quizás, el despertar de la nostalgia,
y el placer de un sentimiento que está muerto;
es quizás la fantasía del suspiro
que termina, en un susurro, con el viento...
...Si despiertas algún día, en la mañana
y te quitas las legañas de los sueños,
es posible que amanezcas nuevamente
a la vida de un presente verdadero.
Es preciso que te quites la careta
y que seas el amante y compañero,
la persona de sonrisa inmaculada
que palpita entre tus labios y tus besos.
Es posible que revuelvas el pasado
y que busques las cenizas de algún fuego,
los rescoldos calcinados de otras almas,
que te amaron, que lloraron y sufrieron.
Pero debes afrontar esas derrotas
y las lágrimas vertidas de tus versos;
debes ser el caminante que impasible
se dirige hacia la meta metro a metro.
Porque tienes la esperanza en tu costado
que palpita y que te anima en tanto esfuerzo,
y no debes retirarte de la lucha,
prosiguiendo tu camino en el desierto.
Yo no sé lo que te aguarda en el futuro
y no sé si alcanzarás, al fin, tu premio,
pero sé que las montañas y los ríos
ya cavilan con robarte tus secretos.
"...Muchas veces añoramos tantas cosas
que el pasado se hace vivo en ese empeño,
y olvidamos a los ojos tan azules
que nos miran y nos aman tan sinceros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/13º
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