QUISIMOS CAMINAR Y ANDAR DESPACIO...
Quisimos caminar y andar despacio
buscando los secretos de la tierra,
más pronto tropezamos con las dudas
y sombras que borraban a las huellas.
Buscamos en el tiempo los suspiros
y el labio suplicante de la estrella,
y sólo contestó a nuestra llamada
el lago del silencio con la niebla.
Volamos por la noche hasta la luna
guiados por la luz de la linterna,
y pronto equivocamos el camino
en medio del desierto y de las letras.
Tratamos de envolvernos en susurros
y espumas de las olas tan traviesas,
logrando que arrecieran los ladridos
de canes apostados en las puertas.
Quisimos resistir frente al olvido
en medio de un otoño de promesas,
y vimos en los árboles, llorando,
sus ramas temblorosas con gran pena.
Buscamos el amor en nuestros cuerpos
con dosis de pasión y sin cadenas,
no viendo los grilletes de las almas
atados con recuerdos en poemas.
Volamos en alegres madrugadas
cubiertos de rocío, como esencia,
y el viento disipó tantos perfumes
cual brisa del nordeste en las mareas.
Tratamos de decirnos las palabras
precisas, desde luego, y muy directas,
pero algo selló pronto nuestros labios
dejando más inquietas las conciencias.
"...Quisimos simplemente amar, y amarnos,
en una comunión de dos poemas,
ojales y botones de una blusa
sublime y con candores de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/13
buscando los secretos de la tierra,
más pronto tropezamos con las dudas
y sombras que borraban a las huellas.
Buscamos en el tiempo los suspiros
y el labio suplicante de la estrella,
y sólo contestó a nuestra llamada
el lago del silencio con la niebla.
Volamos por la noche hasta la luna
guiados por la luz de la linterna,
y pronto equivocamos el camino
en medio del desierto y de las letras.
Tratamos de envolvernos en susurros
y espumas de las olas tan traviesas,
logrando que arrecieran los ladridos
de canes apostados en las puertas.
Quisimos resistir frente al olvido
en medio de un otoño de promesas,
y vimos en los árboles, llorando,
sus ramas temblorosas con gran pena.
Buscamos el amor en nuestros cuerpos
con dosis de pasión y sin cadenas,
no viendo los grilletes de las almas
atados con recuerdos en poemas.
Volamos en alegres madrugadas
cubiertos de rocío, como esencia,
y el viento disipó tantos perfumes
cual brisa del nordeste en las mareas.
Tratamos de decirnos las palabras
precisas, desde luego, y muy directas,
pero algo selló pronto nuestros labios
dejando más inquietas las conciencias.
"...Quisimos simplemente amar, y amarnos,
en una comunión de dos poemas,
ojales y botones de una blusa
sublime y con candores de inocencia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/13
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