YO CERRARÉ TUS OJOS DULCEMENTE...
Yo cerraré tus ojos dulcemente
con un beso de nata de mis labios
con la noble intención de ser tu amigo
y cubrirte en la noche con mis brazos.
Soñaré con las hadas nuevamente
al sentir tu cabeza en mi regazo,
y buscaré, sin duda, en tu pupila
esa luz temblorosa de los faros.
Ya duermen las gaviotas en la costa
y cantan las cigarras en el campo,
ya suenan los arpegios de las olas
y envían mil suspiros al espacio.
Se cierran las ventanas de las casa,
se apuran las bebidas de los vasos,
y queda el corazón entristecido
tan lleno de vacío y sin buscarlo.
Pero es la sinrazón, quizás la causa,
llegando en un galope hasta tu lado,
con restos de recuerdos ya perdidos
haciendo de las almas un rosario.
Entonces, entre tantas pesadillas,
yo soplo en tus ojitos, sin pensarlo,
susurro en tus oídos unas nanas
y miro como duermes con agrado.
Dejemos que se cierren las heridas
y surjan margaritas de las manos,
dejemos que se agoten los espinos
y queden los recuerdos en retratos.
Pequeñas piedrecillas del sendero,
que añoran y que ansían el pasado,
astillas desprendidas de las almas
dejadas con los besos de los labios.
"...Yo quiero que tus ojos hoy descansen
y sueñes como nunca hayas soñado,
con lindas mariposas de colores
que cubran tus ojitos tan castaños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/13
con un beso de nata de mis labios
con la noble intención de ser tu amigo
y cubrirte en la noche con mis brazos.
Soñaré con las hadas nuevamente
al sentir tu cabeza en mi regazo,
y buscaré, sin duda, en tu pupila
esa luz temblorosa de los faros.
Ya duermen las gaviotas en la costa
y cantan las cigarras en el campo,
ya suenan los arpegios de las olas
y envían mil suspiros al espacio.
Se cierran las ventanas de las casa,
se apuran las bebidas de los vasos,
y queda el corazón entristecido
tan lleno de vacío y sin buscarlo.
Pero es la sinrazón, quizás la causa,
llegando en un galope hasta tu lado,
con restos de recuerdos ya perdidos
haciendo de las almas un rosario.
Entonces, entre tantas pesadillas,
yo soplo en tus ojitos, sin pensarlo,
susurro en tus oídos unas nanas
y miro como duermes con agrado.
Dejemos que se cierren las heridas
y surjan margaritas de las manos,
dejemos que se agoten los espinos
y queden los recuerdos en retratos.
Pequeñas piedrecillas del sendero,
que añoran y que ansían el pasado,
astillas desprendidas de las almas
dejadas con los besos de los labios.
"...Yo quiero que tus ojos hoy descansen
y sueñes como nunca hayas soñado,
con lindas mariposas de colores
que cubran tus ojitos tan castaños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/13
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