ANTES DE PARTIR QUISIERA QUE ME PERDONARAS.


Antes de partir quisiera que me perdonaras.
Ya sé que es difícil y no te lo reprocho
más tengo que marchar,
buscar la solución a mis pecados
y redimir la culpa en esta ausencia.


Fue un tiempo pasado muy difícil
y no tengo que justificarme.
Lo que ocurrió es algo irreversible
y ahora tengo que mirar hacia adelante,
debo de seguir buscando la verdad,
pero la verdadera verdad y no los sueños,
la realidad palpable de la vida en el aire
y en la música,
la que dejaron allí las aves y los bosques,
con el paso apresurado de los días
y ahora se esconde y duerme en la mullida alfombra,
entre el musgo y las hojas desnudadas.


Te pìdo nuevamente me perdones
por haber creído que me amabas,
por haber buscado tu compañía y tu mirada,
por tomar tu mano en la tarde y besar tus labios,
por creer que tu corazón latía locamente, como el mío,
mientras tus labios pronunciaban mi nombre
respondiendo a mis caricias.


Quizás debí de reprimir mis impulsos
y tratar de escribir, como ahora,
en un cuaderno vacío y para nadie,
mientras congelaba los sentimientos
y dormía las pasiones que llegaban a mi alma.


Perdóname Amor, ya sé que es tarde,
pero tenía que decírtelo antes de partir,
antes de marchar a mi destierro voluntario,
a compartir la soledad con mi silencio.


Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/12

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