DESPOJO DE VESTIDOS A MI ALMA...


Despojo de vestidos a mi alma
y dejo la inocencia en su costado,
las ropas se evaporan, entre sueños,
y siento la caricia de unas manos.

Se quedan las palabras en susurros
y surgen los suspiros deseados,
desnudos y temblando por los besos
ardientes, que llegaron de tus labios.

Me ahogan los calores de la noche,
y busco entre tus senos el adagio,
la dulce sinfonía de las sombras
y el roce de los cuerpos sin descanso.

No niego que me arden las entrañas
y es fuego el universo en que me hallo,
desnudo con mis pobres sentimientos
sedientos de tu cuerpo tan ansiado.

Me duele el corazón y tengo frío,
más quiero continuar este relato,
el verso y la pasión no tienen precio,
y deben transmitirse con cuidado.

Desnudo, como estoy, en tu presencia,
no quiero más obsequio que el abrazo,
la seda de las ramas de ese roble
marcado con tu nombre en un verano.

Allí nos desnudamos sin palabras,
allí nos confiamos los pecados,
allí participamos de ese rito
y juntos, sin descanso, nos amamos.

Pasión desenfrenada de dos cuerpos,
suspiros desgarrados de los labios,
clamor por ese espacio detenido
que un día, en nuestros sueños alcanzamos.

Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/12

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