ME GUSTARÍA...
Ya sé que tus besos no están vacíos
y que no salen de una boca silenciosa
y apagada.
Me gustaría que estuviéramos más cerca
para poder sentirlos en mis labios.
Me gustaría tenerte enfrente
para poder mirar tus ojos fijamente.
Me gustaría poder leer en tus pupilas
y ver en ellas la sonrisa y la tristeza
de tu vida.
Me gustaría poder ojear ese libro
relleno de días, y carente de poemas,
donde se alternaron las luces con las sombras.
Me gustaría poder poner un dedo en tus labios
y pedirte silencio,
para que tus palabras no salieran en la voz
y sí en el reflejo de tus ojos,
en el movimiento de tus manos,
y en los dedos tan llenos de caricias.
Me gustaría mirar al cielo
y enseñarte las estrellas en la noche.
Me gustaría cerrar tus ojos y los míos,
para volar en un sueño sin límites ni fronteras,
donde el mar y el horizonte se fundieran
y las montañas fueran más factibles de escalarse.
Me gustaría desnudarte despacio y sin prisas,
para acariciar tu cuerpo y susurrar tu nombre
mientras separaba tu pelo del cuello
y dejaba los hombros estremecidos
con el soplo fugaz de mis labios.
Me gustaría que fueras el lienzo de mis dedos
para dibujar en tus senos unos círculos concéntricos
y trazar sendas y caminos por tu vientre,
bajando luego a tus muslos
y creando un mundo de pasión y fantasía.
Me gustaría beber el agua fresca de tu fuente
y emborracharme con el néctar que destila
el alambique y la alquitara que proteges
y resguardas.
Me gustaría unirme y compartir el mismo sueño
en una noche de pasión y de romance sin sentido.
Me gustaría amar y que me amaras
y hacerlo sin palabras ni testigos
en una comunión perfecta de dos almas.
Me gustaría...
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/13
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