PENSABA EN UNOS GLOBOS EN LA NOCHE...
Pensaba en unos globos en la noche
subiendo entre las sombras a los cielos,
en medio de la magia y fantasía
creada con leyendas en los sueños.
Los globos, con su carga de colores,
llevaban muy adentro sentimientos,
las luces oscilantes de la vida
del día en que surgieron y nacieron.
En unos se enviaban las sonrisas
y en otros se mandaban los recuerdos.
La mano que portaba aquellos globos
temblaba como el junco con el viento.
Pensaba en la silueta tan divina
y el eco inconfundible de sus besos,
llegando hasta mis labios tan ansiosos
y llenos de caricias y deseos.
Los besos se marchaban en los globos
sin rumbo, más allá del universo,
en medio de suspiros y nostalgias
que hacía estremecerse a nuestro pecho.
Ya llora la fontana entristecida
y deja su susurro en un lamento,
mis labios hoy quisieran de ese agua
tan fresca y cristalina que no tengo.
Pensaba en la quietud de las mareas
y el fondo, sin estrellas, y tan negro,
un fondo sugerente el de los mares
carentes de la luna y los luceros.
Y abajo yo pensaba en esos globos,
hermosos y creados con anhelo,
pensaba en las caricias infantiles
trazadas sobre ellos con los dedos.
Quizás en ese instante ya surgían
las letras iniciales de los versos,
quizás en cada globo va un poema
sin una dirección y sin un sello.
"...Pensaba en unos globos que escapaban
llevando sentimientos muy eternos,
pensaba en tu figura irreverente
y el dulce escalofrío de tu seno..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/13
subiendo entre las sombras a los cielos,
en medio de la magia y fantasía
creada con leyendas en los sueños.
Los globos, con su carga de colores,
llevaban muy adentro sentimientos,
las luces oscilantes de la vida
del día en que surgieron y nacieron.
En unos se enviaban las sonrisas
y en otros se mandaban los recuerdos.
La mano que portaba aquellos globos
temblaba como el junco con el viento.
Pensaba en la silueta tan divina
y el eco inconfundible de sus besos,
llegando hasta mis labios tan ansiosos
y llenos de caricias y deseos.
Los besos se marchaban en los globos
sin rumbo, más allá del universo,
en medio de suspiros y nostalgias
que hacía estremecerse a nuestro pecho.
Ya llora la fontana entristecida
y deja su susurro en un lamento,
mis labios hoy quisieran de ese agua
tan fresca y cristalina que no tengo.
Pensaba en la quietud de las mareas
y el fondo, sin estrellas, y tan negro,
un fondo sugerente el de los mares
carentes de la luna y los luceros.
Y abajo yo pensaba en esos globos,
hermosos y creados con anhelo,
pensaba en las caricias infantiles
trazadas sobre ellos con los dedos.
Quizás en ese instante ya surgían
las letras iniciales de los versos,
quizás en cada globo va un poema
sin una dirección y sin un sello.
"...Pensaba en unos globos que escapaban
llevando sentimientos muy eternos,
pensaba en tu figura irreverente
y el dulce escalofrío de tu seno..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/13
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