SE VAN QUEDANDO VACÍAS...


Se van quedando vacías
las esquinas del colegio
porque la sombras avanzan
con estupor y silencio.

Pero en la tarde tranquila
algo se prende en el cielo,
es una luna que asoma
con su candil de farero.

Es esa mágica imagen
que nos transporta a los sueños,
y nos invita a quedarnos
junto a la calma del suelo.

Bailan los pies en el agua
con sus pasitos inciertos,
mientras la brisa los seca
con el nordeste al acecho.

Se van quedando dormidos
los cristales sin reflejos,
porque los niños en casa
dejan deberes y juegos.

Hay una rosa prendida
y un corazón está atento,
hay unos labios que tiemblan
cuando pronuncian "te quiero..."

Pero las almas que dudan
buscan allí, en los recuerdos,
esas respuestas en blanco
y en los papeles ya muertos.

Sirven algunas cuartillas
donde trazaron mil versos,
los sempiternos juglares
con su locura sin freno.

Se van quedando sin nombre
las arenas del desierto,
porque el ocaso ha llegado
y ya se duermen los cuervos.

Salta el candor de la brasa,
brinca la llama en el fuego,
mientras la miro y remiro
con la pasión y el deseo.

Hay una tecla pulsada
de una guitarra, a lo lejos,
cuyo rasgueo me envuelve
y se estremece mi cuerpo.

Flotan aromas sin nombre,
brillan las luces del puerto,
y hay una estela muy blanca
con esperanza y consuelo.

"...Se va quedando la nieve
entre tu lindo cabello,
pero la gracia no acaba,
sigue latiendo en tu pecho..."

Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/13

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