ME GUSTA CUANDO DEJAS...
Me gusta cuando dejas
tu cuerpo en el espejo,
fusión y fantasía,
preludio de mis sueños.
Por eso quedo absorto
mirando tu reflejo,
de rasgos bien formados
y pelo más bien suelto.
Hoy llevas un vestido
con tiras en el cuello,
de seda sugerente
que incita a los deseos.
Tus brazos ya se estiran
y acaban en tus dedos,
que tiernos acarician
la rosa de los vientos.
Arriba, en la cabeza,
deslizas a tu pelo,
en dulce remolino
al hombro soñoliento.
No sé lo que me pasa
y vuelo, sin saberlo,
al sitio en que te encuentras
y al lado de tu lecho.
No sueña alegorías
mi pobre pensamiento,
más sé que tu figura
le causa gran revuelo.
Desnuda tus espaldas
la luna del espejo,
y baja tu vestido
cayendo hasta los suelos.
Allí se juntan todos,
cristales de mis sueños,
la eterna fantasía
que guardan mis recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/13
tu cuerpo en el espejo,
fusión y fantasía,
preludio de mis sueños.
Por eso quedo absorto
mirando tu reflejo,
de rasgos bien formados
y pelo más bien suelto.
Hoy llevas un vestido
con tiras en el cuello,
de seda sugerente
que incita a los deseos.
Tus brazos ya se estiran
y acaban en tus dedos,
que tiernos acarician
la rosa de los vientos.
Arriba, en la cabeza,
deslizas a tu pelo,
en dulce remolino
al hombro soñoliento.
No sé lo que me pasa
y vuelo, sin saberlo,
al sitio en que te encuentras
y al lado de tu lecho.
No sueña alegorías
mi pobre pensamiento,
más sé que tu figura
le causa gran revuelo.
Desnuda tus espaldas
la luna del espejo,
y baja tu vestido
cayendo hasta los suelos.
Allí se juntan todos,
cristales de mis sueños,
la eterna fantasía
que guardan mis recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/13
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