NO ME JUZGUES POR DECIR QUE TE QUERÍA...
No me juzgues por decir que te quería
ni tampoco por estar enamorado,
es difícil contenerse cada día
y evitar al corazón descontrolado.
Es más fácil comprender tanta alegría
y hasta ahogar el suspiro ilusionado,
del amor que es constante en su porfía
como un potro pertinaz y desbocado.
No me juzgues por amarte locamente
exprimiendo la demencia y la ternura.
Es posible que te ofrezca dulcemente
unas gotas de elixir con mi cordura.
Y es posible, que este amor, irreverente
sea al fin la explicación de una locura.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/12/13
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