6.188 - TE AMO EN EL SILENCIO...
Te amo en el silencio
y sobran las palabras,
si acaso en unos versos
me das lo que me falta.
El néctar fabuloso
que cubre la distancia
en forma de latidos
que siempre me regalas.
Tus versos son las rosas,
la brisa y la resaca,
el campo y sus estepas
y el bosque de las hayas.
Me das la poesía
eterna y desnudada
por medio de tus letras
y dedos que me hablan.
Escribes bajo el cielo
llevando la mirada,
quizás al horizonte
y al sol que se levanta.
Escribes con tu sangre
un tanto alborotada,
queriendo que me digan
lo que, en tu pecho guardas.
Que ansías mi presencia,
igual que yo tu cara,
para besar tus ojos
y labios sin tardanza.
Que quieres, como quiero,
dejar en ti mi alma
y amarte, para siempre,
aquí y en la distancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/04/25
6.187 - ME SIENTO Y DECIDO...
6.186 - VEO BAILAR A LAS RAMAS...
Veo bailar a las ramas
de los robles, los hayedos,
y también los eucaliptus
hacen guiños bajo el cielo.
Es un baile sin orquesta
con la música del viento
que no tiene partituras
ni batutas ni solfeo.
Yo vigilo su susurro
y mis ojos cobran sueños,
y se pierden por instantes
recreando mil momentos.
Unos son de fantasías
y otros dejan mil recuerdos,
de este mundo de los niños
egoísta y tan sincero.
Y es que fuimos, de esta guisa,
Peter Pan de un universo,
que buscaba por los mares
la princesa con un reino.
Se suceden los susurros
de ese viento al que no veo,
y que mueve a nuestras ramas
y al poeta en estos versos.
Verso y baile que hoy se juntan
y proclaman, sin recelo,
que es el día en que unos labios
piden paz, amor y besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/25
6.185 - EL CIELO AZUL...
El cielo azul
y el mar y las resacas
te harán soñar.
Eso decían
tu voz y tus palabras
en un poema.
Fueron tus versos
la brisa que, invisible,
me estremeció.
Luego busqué,
el mar, en tus pupilas,
y entre las olas.
Y allí latían,
surgiendo muy gozosas
de entre las algas.
Y me embrujó
el néctar del salitre
sin darme cuenta.
Soñé contigo,
viviendo esos momentos,
intensamente.
Y hoy me pregunto
si solo fueron sueños
o realidad.
De todas formas
me quedo con tu imagen
que tanto amé.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/04/25
6.184 - ENSÉÑAME EL CAMINO...
Enséñame el camino,
que sé que no está lejos,
el fin de esta aventura
vivida como un sueño.
Pues tú me regalaste
la misma con un tiempo,
y fecha de partida
y no la de regreso.
No importa, me dijiste,
la vida es un misterio,
camina día a día
y búscala sin miedo.
No temas a la vida,
el miedo es de los necios,
disfruta del camino
y encanto de los cielos.
Tendrás la poesía
oculta entre sus versos,
y presta para darte
el néctar de otros besos.
Verás muchas personas,
sabrás de sus recelos,
tendrás mil tentaciones
de ser como son ellos.
No cedas a ese impulso
y sigue con tu vuelo,
buscando a lo que amas,
y, quizás llevas muy dentro.
"Enséñame el camino",
tus labios le dijeron,
al sol que amanecía
y tú veías lejos...
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/25
6.183 - UN DÍA GRIS...
Un día gris
con algo de llovizna,
llega a mis ojos.
Lloran los cielos
que mandan mil suspiros
a mis pupilas.
Me siento triste,
igual que la mañana
con lluvia y bruma.
Pero sonríen,
mis labios sin motivo
ante este cuadro.
Hoy, necesito,
volver a ese pasado
que tanto añoro.
Parar el tiempo
y juntos, desnudar
los corazones.
Unir latidos,
igual que sentimientos
y ser sinceros.
Me duele el alma
y sé que llora el cielo
por mis pecados.
Te amé y callé,
y es malo amar los sueños
y los recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/25
6.182 - BUSQUÉ AL AMOR...
Busqué al amor
por campos y senderos
y no le vi.
Vi muchas flores,
senderos tortuosos,
y hasta poblados.
Busqué el amor
por bosques y ciudades
y algunos ríos.
Y vi a los niños,
personas ya mayores
y muchos jóvenes.
Vi gentes serias
y pocas sonrientes,
como lejanas.
Busqué al amor
gritando bien su nombre,
con insistencia.
Estaba sordo
y no llegó mi voz
hasta su oído.
Y se perdió
mi grito entre las nubes
con un suspiro.
Y me quedé,
temblando, en el silencio,
sin poder verte.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/25
6.181 - TIEMBLA LA ROSA...
Tiembla la rosa
que llevas en la mano,
como tus labios.
Es por el viento,
te dices, como excusa
que no te crees.
Y es que la brisa,
cargada de caricias,
llega y abraza.
Tiemblan tus ojos
y corren unas lágrimas
por tus mejillas.
Quizás retienen,
los ojos que, en silencio,
allí te amaron.
Y que te hablaban,
despacio y sin palabras,
en un susurro.
Tiembla tu cuerpo
de frío y por la ausencia
en este instante.
Y es que se fue
el sueño y la figura
de aquel poema.
Y hoy te ves sola,
parada en los recuerdos,
y entre la lluvia.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/04/25
6.180 - EMPIEZA EL DÍA...
Empieza el día,
pequeño caracol,
y ya amanece.
Hoy, tu figura,
despierta, nuevamente,
a mis latidos.
Una sonrisa
me viene hasta los labios
y te saludo.
Vas con tu casa,
y en ella tu refugio
para vivir.
Nada te sobra
y nada te molesta,
eres valiente.
Sales con sol;
también tras la llovizna
subes paredes.
Algunas veces
del techo, te rescato,
por imprudente.
Y la sonrisa
que sale de mi pecho
es por tu culpa.
Tú eres la causa,
la esencia y el motivo
de este poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/04/25
6.179 - TE ESCRIBO A TI...
Te escribo a ti,
en esta madrugada,
desde las nubes.
El sol despierta
y yo también despierto,
con tus recuerdos.
Son un tesoro,
los ratos y momentos,
que compartimos.
Fueron un sueño
y sé que muchos de ellos,
una utopía.
Soñé contigo,
viviendo mil instantes
y fantasías.
Y nos amamos
y hablamos sin palabras,
como dos niños.
Yo fui feliz
corriendo tras tus pasos
y travesuras.
No sé, en tu caso,
(no te lo pregunté),
si fue lo mismo.
Pero el amor
estaba en tus pupilas
y así lo vi.
Tú me enseñaste
que amar es solo dar,
sin egoísmo.
Y recibí,
de ti, un beso con amor
y sin palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/04/25
6.178 - QUIERO DORMIR...
Quiero dormir,
con los ojos cerrados,
en tu regazo.
Será una noche,
de eternas utopías,
junto a tus manos.
El cielo limpio,
sin nubes y con luna,
desde su faro.
Pero una nube
será nuestro refugio
cual lecho aislado.
Y soñaremos,
mirando las estrellas,
que estén charlando.
Quiero besar
los ojos de la luna
en tus pupilas.
Y hasta beber
la lluvia de la noche
entre tus ojos.
Seré feliz,
si arranco de tus labios
un tibio beso.
Y te amaré,
sin duda, no lo dudes,
en ese rato.
Luego, en la aurora,
los dos despertaremos
viviendo el sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/25
6.177 - SIENTO LA BRISA...
Siento la brisa
que roza mis cabellos
en la mañana.
También el beso
que deja en las mejillas
con su caricia.
¡Brisa del norte,
la brisa del nordeste,
brisa del mar!
¡Cuántas historias
fluyeron a tu paso
desde los muelles!
Risas y llantos
mezclados, sin un orden,
con las resacas.
Tú, acariciaste
a muchos marineros
y a sus familias.
Fuiste el salitre
y el yodo que llegaba
hasta sus cuerpos.
Y eras, también,
anuncio de buen tiempo
cuando venías.
¡Brisa del norte,
que vienes de los mares,
hoy me estremeces!
Rafael Sánchez Ortega ©
15/04/25
6.176 - HAY BESOS...
Hay besos breves,
que son como un suspiro
insatisfecho.
Besos que tiemblan,
y piden, con temor,
una caricia.
Besos ardientes,
cargados de pasión
y de deseo.
Hay besos puros
que llevan la inocencia
en sus pupilas.
Besos que siguen,
las caras y los pasos,
del ser querido.
Besos que buscan
el beso de otros labios
sobre su piel.
Hay besos fríos,
que surgen con mil dudas
en la garganta.
Besos mezclados
con hiel y con palabras
que están vacías.
Y besos tuyos,
amor, a quien recuerdo
y nunca olvido.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/04/25
6.175 - HAY SILENCIOS...
Hay silencios que estremecen
en el tiempo de la infancia
y que hacen, a los niños,
superarse en esos miedos
y acostumbran sus miradas
a la búsqueda sencilla
del tesoro de su alma.
Hay silencios y suspiros
en las nuevas primaveras,
cuando el alma enamorada
se desliza hacia otra alma
a encontrar esa caricia y complemento,
que, la edad, y juventud ya le reclaman,
sin palabras.
Hay silencios en las calles y en las casas,
con el paso de los tiempos,
y una vida, con rutinas, enlazada,
que transcurre en lo vulgar
y el sin sentido de unas almas
que se amaron,
y hoy reparten su silencio
en la distancia.
Hay silencios y tristezas,
en los ojos del anciano,
que se sienta en aquel parque
y que busca en las palomas
esa paz y poesía que hoy añora
y que le falta.
Hay silencios, en la vida,
que son gritos de gargantas
que quedaron prisioneras
de utopías y de sueños
que nacieron y murieron. en silencio,
hace años,
sin respuesta en las entrañas...
Hay silencios que no busco,
y que llegan a mi lado,
me rodean y me envuelven
y me abrazan con sus garras...
Hay silencios que no quiero
y sin duda los rechazo, pero son
el contrapunto de las olas en el alma,
y las resacas en sus playas.
¡Hay silencios, sí...!
Rafael Sánchez Ortega ©
13/04/25
6.174 - CRISTALES ROTOS...
Cristales rotos
conforman los recuerdos
de aquel poeta.
Fue en primavera,
cantaban los gorriones
sobre los tilos.
La vio, sentada,
debajo de las ramas,
y pensativa.
Estaba ausente,
mirando, silenciosa,
al infinito.
Cristales rotos,
dejaban sus pupilas,
en unas lágrimas.
Eran susurros
y el aire de una brisa
que los hería.
Gemía el alma,
sangrando y malherida
pensando en él.
Pero el pasado,
volvía en el presente
en unas rimas.
Y eran gorriones,
aquellos que imploraban
volver a amar.
Cristales rotos,
uniros, nuevamente,
de la "A a la Erre".
Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/25
6.173 - PENSÉ EN TUS OJOS...
6.172 - POR LAS CALLES VACÍAS...
6.171 - ERA EL AMOR...
Era el amor,
decían los poetas
y los románticos.
Y tú bebiste
el néctar de unos labios
que eran sublimes.
Y hasta tus dedos
temblaron como juncos
en primavera.
Aquellas tardes
de risas y susurros
mirando al río.
Y en los cantiles
buscando a las resacas
de blanca estola.
Y el viento nuestro,
con brisa del nordeste
y sus caricias.
Y en plena noche
la luna y las estrellas
mandando besos.
¡Cuántos susurros
llegaron a los cuerpos
estremeciéndonos!
¡Es el amor!,
decíamos nosotros
mirando al cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/25
6.170 - UNA SONRISA...
Una sonrisa,
pedían esos labios
de aquel poeta.
Una sonrisa,
en forma de caricias
y de palabras.
Una sonrisa
que abriera las pupilas,
ahora cerradas.
Y es que el silencio
de versos y de labios
era asfixiante.
Estoy cansado,
rumiaba en su silencio
el alma inquieta.
Una mochila,
pesada, de recuerdos,
iba en su espalda.
Y le apretaban
el tiempo y el pasado
del gran esfuerzo.
Quería un rato
de paz y de descanso
que precisaba.
Miró a los cielos
buscando a la sonrisa,
hoy tan ausente.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/25
6.169 - ESPESA NIEBLA...
6.168 - ESTOY CANSADO...
Estoy cansado,
decía el vagabundo,
ante la iglesia.
La vieja puerta
oía sus lamentos
desde el silencio.
El templo fresco
y oscuro, le invitaba
a descansar.
Buscando un banco,
en él sentó su cuerpo
y descansó.
Rezó, sin prisas,
en diálogo a los cielos,
en un susurro.
Y descansó
su cuerpo, amodorrado,
por largo viaje.
Muchos kilómetros
habían recorrido
sus largas piernas.
Y precisaba
del alto en el camino
y un buen descanso.
Soñó, despierto,
con nuevas primaveras
y mariposas.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/25
6.167- YA TIEMBLAN LAS FLORES...
Ya tiemblan las flores
por tantas mentiras
que dicen las gentes
con lengua maldita.
Engañan al hombre
y al niño le quitan
la fe y la inocencia
que es prenda divina.
Y lloran las flores
y el niño suspira,
ajenos al drama
que existe en la vida.
Hay ojos que buscan
la luz que precisan,
y labios que anhelan
el beso y caricia.
También hay palabras
que antaño venían,
del hombre sensato
que amaba sin prisas.
Hoy andan ausentes
y están ya perdidas.
las frases amables
de tiernas pupilas.
Atrás se quedaron
las mil utopías,
con sueños, de infancia
sin manchas ni heridas.
Por eso la rosa
temblando se agita,
y lloran sus hojas
y muere marchita.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/04/25
6.166 - TE VI VENIR...
Te vi venir,
sombría y silenciosa,
hacia mi encuentro.
Noté, primero,
tu sombra deslizarse
junto a la orilla.
Silencio adjunto,
impuesto por las olas,
hoy sin resacas.
Playa vacía
de almas y personas,
aquella tarde.
Y es que la cita
no estaba programada
y era imprevista.
Nada te dije
y nada preguntaste
cuando nos vimos.
Quise llorar,
llevarme los recuerdos,
pero sobraban.
Eso dijeron
tus labios, sin palabras,
en un susurro.
Y te seguí,
marchando al infinito
y hacia lo eterno.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/04/25