CUALQUIER DÍA...

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Cualquier día tendré tiempo
para escribir lo que quieres,
lo que te sale del alma
y con sigilo me ofreces.

Será una tarde de otoño,
o quizás entre las redes,
al amparo de la bruma
y las estrellas celestes.

Escribiré de tus sueños
y, también lo que prometen,
esas pupilas traviesas
cuando pierden los papeles.

Escribiré de tus labios
que se muestran sugerentes
y me dejan un suspiro
en los míos, y en sus pliegues.

Cualquier día tendré tiempo
para darte ricas mieles
y empalagar tus sentidos
como quiero y te mereces.

Será una noche sin luna,
con traineras y bateles,
donde canten las sirenas
mientras las olas las peinen.

Escribiré de tus ojos
que me parecen claveles
y esos dos faros divinos
que en tus pupilas se mecen.

Escribiré de tus senos
y los perfiles en "ese"
que van formando con gracia
esos pezones turgentes.

"...Cualquier día tendré tiempo
de escribir como mereces
para que sepas entonces
como este amor es por siempre..."

Rafael Sánchez Ortega ©
Granada, 06/09/15

AGUANTA CORAZÓN...

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(Este poema hace el número 2.500 de los que he subido a este Blog desde comienzos del año 2010, en que fue abierto. Mi agradecimiento a tantos amigos, que me han animado y ayudado, para que día a día fuera aportando mi granito de arena en estos versos).


Aguanta corazón, el sinsentido,
de un mundo tan cruel y sin palabras,
allí donde terminan las caricias
y abunda la pasión descontrolada.

No sabes la fortuna que has tenido
viviendo en ese mundo de la infancia,
allí, donde los niños crecen libres,
sin miedos y temor en sus pestañas.

Pero eso terminó, y bien lo sabes,
y el hombre destrozó las esperanzas
de niños y mayores, que reían,
rompiendo aquel marfil de sus entrañas.

Ahora se promete y se perjura,
abundan las mentiras solapadas,
en labios de profetas seductores
que dictan mil doctrinas y proclamas.

Me duele el corazón, y es una pena,
por culpa de una espina atravesada,
la rosa del amor está vendida
y llora, en un rincón, mientras desangra.

Son gotas del rocío, simplemente,
aquellas que recojo con tus lágrimas,
yo sé lo que tú sientes, vida mía,
y quiero tu caricia, en la distancia.

Será la medicina y el sedante
el tierno corazón, que late y llama,
la sangre enamorada de tus venas,
y el néctar y la miel que a mí me falta.

Regresan los demonios del combate
y llaman las trompetas a batalla,
tú buscas tu mirada en mi pupila,
yo busco el corazón que a mí me ama.

Pero es tu corazón el que yo quiero
y el beso de tus labios, sin tardanza,
así ya saciaré la sed, tan grande,
que corre por mis venas y garganta.

Rafael Sánchez Ortega ©
Granada, 06/09/15

VOLVEREMOS A VERNOS...

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Volveremos a vernos
cuando menos lo pienses,
aunque tú no lo creas
sea lunes o viernes.

Otra vez las campanas
moverán los cipreses,
con sus breves latidos
de los rezos y preces.

Y en la noche que llega
los faroles se encienden,
y también las ventanas
con siluetas silentes.

Y saldrán las sirenas
a fisgar en las redes,
a buscar en la playa
caracolas celestes.

***

Volveremos a vernos,
no lo dudes y piensa,
que saldrán golondrinas
a volar por las eras.

Y sin prisas ni pausas
surgirá la sorpresa,
al latir corazones
repicando sus venas.

Porque entonces seremos
un camino y dos huellas,
que se juntan y unen
para ir paralelas,

Para ir hacia el cielo
a mirar las estrellas,
y a besar esos labios
que desean y anhelan.

"...Volveremos a vernos
y estaremos más cerca,
que ese mar y las olas
que se juntan y anean..."

Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/15

DESCUBRÍ QUE LA VIDA SE VIVE...

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Descubrí que la vida se vive
al sentir el sabor de tus besos,
y reí como ríen los niños
con sus ojos mirando a los cielos.

Es por eso que miro tu cara
y que juega mi mano en tu pelo,
porque quiero sentir tu presencia
y ese dulce latir de tus senos.

Mariposas que vuelan y pasan,
con colores festivos y neutros,
nos inundan de paz y alegría
alcanzando valores supremos.

Porque todo renace y reluce
con el tierno sabor del recuerdo,
cuando escuchas el breve suspiro
con que rompe tu labio el silencio.

Descubrí que la vida se vive
cuando vi que aceptabas, sin miedo,
a mi mano, tomando la tuya,
y a mis dedos rozando tus dedos.

Y así fue como alzamos los brazos,
desnudando con fe nuestros cuerpos,
y trazamos mil versos sublimes
en la piel que ejerció de cuaderno.

Desde entonces yo soy diferente
y tú buscas la rima en el viento,
ese verso que lleva tu nombre
en un beso que intentas cogerlo.

Porque tú me entregaste tus labios
y ese beso marcado con fuego,
para luego fundir nuestras almas
y calmar la pasión del momento.

"...Descubrí que la vida se vive
al sentir, como sienten los ciegos,
y aparté la negrura y la noche
para ver tus ojitos despiertos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
04/09/15

UN DÍA DE VERANO...

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Un día de verano
miramos las estrellas,
la noche ya cubría,
las calles y las tejas.

Ventanas mal cerradas,
rendijas en las puertas,
y solo, nuestros pasos,
andando en la calleja.

Buscamos a la luna
que andaba peripuesta,
vistiendo blancas galas
y un guiño entre las cejas.

Nosotros la miramos,
la hablamos con franqueza,
pedimos que alumbrara
y fuera cual linterna.

El faro prometido
del puerto y la galerna,
el sueño ilusionado
que espera en la taberna.

Y así, con nuestros sueños,
seguimos un poema,
del verso tras las olas
corriendo por la arena.

Un baile de pasiones
y sangre sin fronteras,
latiendo, enloquecidas,
las olas en las venas.

Por eso nos paramos
y unimos nuestras huellas,
corriendo, como niños,
que buscan las sirenas.

"...Un día de verano
rocé, mi Amor, tu lengua,
y entonces tú sentiste
el fuego que me quema..."

Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/15

RECUERDOS...

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Recuerdos de un otoño
de sueños y promesas,
dos manos que se unían
queriendo ser eternas.

Caminos compartidos,
dolores y tristezas,
con risas y alegrías
que aunaron nuestras fuerzas.

Un día, en un verano,
vivimos una fiesta,
al ver como nacía
el verso de un poema.

Y así pasamos juntos
bonanzas y galernas,
llevando nuestra nave
al puerto con su entrega.

Por eso, en este otoño,
renuevo la promesa,
de amarte y de quererte
sintiendo tu presencia.

Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/15

MUCHAS VECES LAS PRISAS...

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Muchas veces las prisas
nos convierten en tontos,
y otras veces las dudas
aceleran los odios.

Yo escuché muchas veces,
los refranes que anoto,
los que dejo en mis versos
ateridos y flojos.

Porque son unas letras
que carecen de fondo,
aunque tengan su ritmo
y aunque digan muy poco.

Es por eso que, ellas,
se convierten en lodo,
en princesas azules
de un castillo de locos.

Muchas veces las prisas
nos ocultan los ojos,
y esas lindas pestañas
que no saben de antojos.

Porque en ellas se esconde
ese verso indoloro,
y la dulce caricia
de los dedos que rozo.

Allí están las cigarras
que me cantan y todo,
y las bellas pupilas
de quien amo y adoro.

Y no puedo evitarlo
y soy yo, y no el otro,
el que abraza sin tiempo
a ese cuerpo precioso.

"...Muchas veces las prisas
son recursos de pocos,
aunque yo no las quiero,
corazón tan hermoso..."

Rafael Sánchez Ortega ©
02/08/15

HOY ME VIENE A LA MEMORIA...

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Hoy me viene a la memoria
aquel niño de hace tiempo,
el poeta, con sus libros,
caminando hacia el colegio.

Era un niño ilusionado
por leyendas y por cuentos,
encontrando en la aventura
el placer de estar viviendo.

Él leía en solitario,
compartiendo su silencio,
con las líneas tan difusas
que forjaba con los sueños.

Entre ellas se mezclaban
Dulcineas y guerreros,
con castillos y princesas
en la liza del torneo.

Hoy me viene a la memoria,
y no puedo contenerlo,
una rosa solitaria
con sus pétalos al viento.

Ella estaba compungida,
rodeada de misterio,
esperando aquella mano
que tratara de romperlo.

Que llevara a sus pupilas
la frescura de su aliento,
el aroma inconfundible
de ese talle tan señero.

Rosa roja, rosa blanca,
rosa azul, de aquel invierno,
ahora siento la ternura
de tu seda por mi cuerpo.

Hoy me viene a la memoria
unos ojos que ya anhelo,
y esa voz, con el suspiro,
que se escapa de tu pecho.

Es preciso que tú veas
aquel niño, un tanto serio,
y penetres en su alma
para ver que está despierto.

Y verás que lo que digo
es igual que un dulce verso,
una hermosa poesía
de unos ojos soñolientos.

Un poema inacabado
en espera de tus besos,
y unos ojos especiales
de aquel niño que recuerdo.

"...Hoy me viene a la memoria
repetirte que te quiero,
y te entrego aquella rosa
que he guardado con gran celo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
01/09/15

HOY, DE NUEVO, MIS OJOS LLORARON...

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Hoy, de nuevo, mis ojos lloraron
tras un largo periodo de tiempo
y salieron del pecho suspiros
en lugar de poemas y versos.

Es el hombre que piensa en el barro,
en la lucha cerval contra el miedo,
y es el niño, con pasos menudos,
el que ansía cumplir esos sueños.

Tempestad y galerna en el alma,
donde luchan con fuerza los celos,
sin saber que la llama es profunda
y el Amor, entregado está dentro.

Porque entablan crueles batallas,
esos pechos que están tan sedientos,
y también las sonrisas se borran
y en los labios se sellan a fuego.

Hoy, de nuevo, mis ojos lloraron
y no pude evitar contenerlos,
porque el agua, fugaz, de la lluvia
era fruto del alma y el cielo.

He sentido tu mano de plata,
la blancura especial de tus senos,
y he querido sentirte a mi lado
revolviendo, con calma, tu pelo.

Y aquí estabas, Amor, como siempre,
sofocando la sed del sediento,
entregando tus labios sencillos
a mis labios, cruzando el desierto.

Y limpiaste mis ojos llorosos
y posaste en mi pecho tus dedos,
para hacer que la sangre fluyera
y latiera, en mis venas, de nuevo.

"...Hoy, de nuevo, mis ojos lloraron,
al saber que te amo y te quiero,
y te dije que sí, en esas lágrimas,
que no quiero perder lo que siento..."

Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/15

ESTA NOCHE LA LUNA...

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Esta noche la luna,
ha quebrado las sombras,
y ha dejado sus besos
complaciendo a las rosas.

Pero tú que salías
a pisar esa alfombra,
del jardín adornado
por estrellas hermosas...

Has sentido, mi cielo,
el candor de las olas,
y el susurro invisible
de las gotas que mojan.

Esta noche la luna
es aún más hermosa,
pues conserva su gracia
y su lazo que adorna.

Es un lazo que estira
las mejillas sinuosas,
de ese blanco de plata
que a la vez enamora.

Tú la miras, mi cielo,
y la sientes y notas,
y presientes el labio
que temblando deshoja.

Esta noche la luna
está llena y redonda,
y se estira, en el cielo,
entre estrellas remotas.

Son candiles y faros
cual latidos sin forma,
que dejaron los dioses
por hacerse personas.

Por ser libres y audaces
y buscar su derrota,
ese rumbo del hombre
que refleja la historia.

"...Esta noche la luna
está aquí, y es la hora,
para ser fiel testigo
de mi beso en tu boca..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/15

SI SUPIERAS, AMOR...

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Si supieras, Amor, cuánto te extraño
y hasta busco tu nombre en las estrellas,
cuando salgo de noche de paseo
intentando encontrarte en las mareas.

Porque fue tu sonido inconfundible,
la resaca y el beso que me dieras,
el perfume, especial, de aquel salitre,
seductor, suplantando a las violetas.

Y allí estaba la gracia de tus muslos,
el perfil singular de tus caderas,
que mis dedos rozaron dulcemente,
arrancando susurros a mi lengua.

Y también tu mirada embriagadora,
la pupila fugaz y siempre tierna,
el encanto sublime de tu cuello
extendido a tu espalda y tu melena.

Si supieras, Amor, cuánto te quiero,
que hasta salgo en las noches de galerna
para ver si has llegado a tu destino
con la lancha que llevas por trainera.

Porque fue tu canción, inconfundible,
ese verso surgido del poema,
el tic-tac, del reloj, en el silencio
al romper esa paz de la conciencia.

Aún recuerdo la gracia de tus labios
y la frase bendita que me dieran,
cuando tú me dijiste que me amabas
y querías seguirme por la arena.

Era un viaje rayando lo imposible,
persiguiendo los sueños y las huellas,
pero tú me embriagaste con tus besos
y quedé sucumbido por su néctar.

"...Si supieras, Amor, cuánto te amo,
me darías, con fe, lo que pidiera,
hasta hacer que perdiera los sentidos,
en tus brazos, preciosos, de sirena..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/08/15

POR AQUELLAS SENDAS...

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Por aquellas sendas,
donde tú pisaste,
volvieron mis ojos
de nuevo otra tarde.

Llegaron sedientos,
cargados de hambre,
buscando los pasos
que en ella dejaste.

Y entonces volvieron
cometas fugaces,
la luna de mayo
mirando los mares.

Dos labios unidos
temblando renacen,
mezclando sus besos
que son realidades.

Por aquellas sendas,
que tú me enseñaste,
crecían los bosques
formando pinares.

Había caminos,
silencios totales,
con sendas perdidas
y sombras fugaces.

También unos bancos
querían mostrarse
y en ellos calmamos
la sed del que arde.

La tierna caricia,
el dedo que hable,
robando el suspiro
del pecho insaciable.

"...Por aquellas sendas
vivimos instantes,
minutos preciosos
que extraña mi sangre..."

Rafael Sánchez Ortega ©
28/08/15

DESPÓJAME DESPACIO...

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Despójame despacio, del vestido,
y túmbame, desnuda, en esa roca,
(decía el corazón, en su latido,
y el labio tembloroso de tu boca).

No temas profanar lo que está unido,
ni ser el timonel que se equivoca,
si acaso ten en cuenta que has querido,
calmar este calor que me trastoca.

Por eso, cuando sientas la marea,
contén al corazón, en su derrota.

Es fácil propasarse en la tarea
y hacer del vigilante un ser idiota.

No pierdas a la hermosa Dulcinea
siguiendo al gavilán por la gaviota.

"...Despójame despacio, me decías,
y así tendrás, también, lo que tú ansías..."

Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/15

AQUEL CAMINO OSCURO...

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Aquel camino oscuro,
repleto de recuerdos,
quedaba a mis espaldas
perdido y polvoriento.

Los pasos me llevaban
ligeros, con el viento,
allí donde las aves
volaban por los cielos.

Quizás a las montañas
repletas de neveros,
quizás a las colinas
con ventas, de los puertos.

De todo era consciente
el grito de mi pecho,
el llanto y el suspiro
perdidos y revueltos.

Aquel camino oscuro
tenía luz muy dentro,
rompiendo las tinieblas
de robles y de abetos.

Por eso, entre las ramas,
del bosque soñoliento,
corrían los venados
en busca de los elfos.

Buscaban las escenas
de magia y embeleso,
las hadas seductoras,
refugio de los ciegos.

Y allí se encaminaron
mis pies sin desconsuelo,
en busca del cariño,
descanso del guerrero.

"...Aquel camino oscuro
es todo lo que tengo,
y ahora tú, en mis brazos,
pues sabes que te quiero..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/15

VOLVERÁN LOS OTOÑOS...

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Volverán los otoños
con su eterna neblina,
y también con su manto
volarán  las sonrisas.

Eran solo recuerdos
y quizás fantasías,
los momentos dorados
con las cosas sencillas.

Aquel cruce de versos
que dejaban los días,
aquel agua, sin nombre,
de las fuentes marchitas.

Pero tú me olvidaste
y perdí la alegría,
con la rosa de mayo
que tomé en tu pupila.

Volverán los otoños
te repito, sin prisa,
y otra vez, las ciudades,
quedarán muy tranquilas.

Pero el alma del hombre,
la del niño que vibra,
seguirá en su poema
aunque falte una línea.

Seguirá suspirando
por la tierra bendita,
donde duermen los sueños
entre nanas y encinas.

Él espera que llegue
la diadema divina,
la que fue, de tus labios,
una fiel campanilla.

"...Volverán los otoños
y con ellos la vida,
cobrará nuevo impulso
para amar cada día..."

Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/15

NO EXISTE...

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No existe un alma dormida
que no disfrute del sueño,
de un suspiro de la luna
y el encanto de los cielos.

Porque las almas benditas
son el cáliz de los ciegos,
las fontanas de los labios
y los pechos tan sedientos.

En la noche, las cigarras,
canturrean con denuedo,
las extrañas partituras
con que rompen el silencio.

Al final otro suspiro
se desprende de unos versos,
un poema inacabado,
que yo escribo y que te ofrezco.

No existe un alma dormida
en el pecho del despierto,
ya que busca, en las estrellas,
algo más que sus recuerdos.

Porque las almas sencillas
quieren paz y ese sosiego,
que rezuman las resacas,
por la playa en su jadeo.

En la noche las sirenas
hacen guardia a los luceros,
y les cantan las canciones,
donde dejan sus deseos.

Al final, el que te busca,
(el que clama en el desierto),
es el niño enamorado
de unos ojos soñolientos.

"...No existe amor sin batalla,
ni cariño sin esfuerzo,
porque si busco tus labios
quiero robarte sus besos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/15

TENÍAS ESE ENCANTO...

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Tenías ese encanto sugerente
que emana de la tierra y de la vida,
la eterna maravilla de los dioses
que hicieron renacer a las cenizas.

Por eso no te cause gran sorpresa,
saber estas palabras que te diga,
pues fueron las respuestas de mi alma
al ver y al entender tu poesía.

Imágenes sucintas y concretas
de un cuerpo doblegado por la brisa,
igual que tantos lirios, en el río,
mecidos por el agua en sus orillas.

Dejaste en mi recuerdo tantas cosas
que incluso me prestaste tu sonrisa,
la misma que afloraba por tus labios
llenándolos de tiernas margaritas.

Tenías ese encanto diferente
que pronto comprendí lo que sentía,
el duro corazón que va en mi pecho,
por medio de latidos y de prisas.

Quería recorrer aquel camino
llevándote, mi Amor, hasta la cima,
allí, donde se duermen las estrellas,
oyendo a las cigarras que platican.

Entonces me tomaste de las manos
queriendo que escribiera en tu cuartilla,
el verso enamorado, con tu nombre,
que torpe, en mis estrofas, escondía.

Y así lo realicé, sin gran demora,
pudiendo comprobar la luz divina,
aquella que saliendo de tus ojos
también iluminaba mis mejillas.

"...Tenías ese encanto, diferente,
que de él me enamoré, querida niña,
por eso yo te dije que te amaba
y un sí, me contestaron, tus pupilas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/08/15

VOLVEREMOS A VERNOS...

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Volveremos a vernos
cuando pase el verano,
y otra vez los cristales
sentirán nuestras manos.

Esos días tranquilos
que vivimos y amamos,
esas tardes sin nombre
que dejamos en mayo.

Porque allí, nuestros pechos,
conocieron su encanto,
y a la vez, sus latidos,
como notas vibraron.

Parecían alondras,
golondrinas volando,
o quizás los gorriones
de las rimas de antaño.

Volveremos sin falta,
otra vez, no sé cuando,
para ir a aquel cerro
de los ángeles santos.

Porque allí, descubrimos,
otro mundo cercano,
y una paz, y el silencio,
que brotaban del campo.

Bordeando pinares
a su base llegamos,
y ascendimos con calma
a ese sitio encantado.

Luego vino la risa
y también el abrazo,
con el beso infinito
que te estaba esperando.

Volveremos a vernos,
dulce otoño cercano,
para ir despacito
al estanque dorado.

Ese estanque que todos
en el pecho llevamos,
con suspiros y miedos,
con sonrisas y llantos.

Pero nada es sublime
en un mundo tan raro,
donde priman los locos
sobre el cuerdo y el sabio.

Mas bendita locura
la de amar sin descanso,
y mirar a los ojos
y besar en los labios.

"...Volveremos a vernos,
te repito y acabo,
para estar mas cerquita
de ese Amor que sellamos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
22/08/15