ALGO HERMOSO...

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Algo hermoso me sucede
cuando cambian las mareas,
cuando suben, cuando bajan
esas olas tan coquetas.

Porque todo es alegría
y se rompen las tinieblas,
con el baile de los mares
a la luz de las estrellas.

Hay mareas que están vivas
y mareas que están muertas,
y las dos tienen su encanto
y hasta besan las riberas.

Una brisa del nordeste
a las olas llega y besa,
y estremece, sin saberlo,
a las playas y a la arena.

Algo hermoso está pasando
en el mar que me rodea,
y yo siento que navego
dulcemente en mi trainera.

Hay resacas que me impulsan
y otras, menos, que me alejan,
a través de las corrientes
sin tener que usar las velas.

Ya se enciende la atalaya
y el fanal brilla con fuerza,
y nos dice que una costa
está brava y traicionera.

Van pasando las gaviotas
por la noche que se acerca,
a este agreste acantilado
donde un nido les espera.

Algo hermoso siento y sueño
y es tan bello que me ciega,
porque escucho de los mares
el rumor de sus mareas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/06/13

AQUELLAS TARDES DE JUNIO...

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Aquellas tardes de junio,
con azules plateados,
fueron chispas de alegría
que en el alma se quedaron.

Las viví profundamente
percibiendo sus regalos,
con la gracia de la vida
y los besos de tus labios.

Fueron tardes que recuerdo
de paseos por el campo,
donde hablaban las pupilas
y los dedos de las manos.

Fueron ratos y momentos
con suspiros tan variados,
que callaban las cigarras
apagándose sus cantos.

Más pasaron esos días
y volvimos al trabajo
al colegio y la rutina
de las aulas y el arado.

Yo buscaba tu presencia
cada día, en solitario,
a la puerta de la clase
y en la sombra de aquel árbol.

Era un roble envejecido,
casi, casi centenario,
con sus ramas retorcidas
y su tronco muy arrugado.

Pero el roble me escuchaba
y sentía de él su abrazo,
a la vez que mis pupilas
no podían con su llanto.

Tú marchaste en otra tarde
cuando ya llegó el verano,
y lo hiciste en el silencio
con los ojos muy cerrados.

Y recuerdo, en tu partida,
que los cielos te lloraron,
y hasta hablaban las camelias
y las rosas sin pensarlo.

Eras pura poesía,
transformada en un humano,
que miraba al infinito
con el rostro enamorado.

Eras ninfa y eras hada,
de los bosques y los prados,
y llevabas la sonrisas
en tus labios con un lazo.

"...Aquellas tardes de junio,
no se olvidan, y las guardo,
con la gracia, en mi recuerdo,
y el salero de tu encanto..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/13

MUCHAS VECES AÑORAMOS EL PASADO...

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Muchas veces añoramos el pasado
y buscamos en el mismo los recuerdos
olvidando los vaivenes de la vida
y los duros temporales de hace tiempo.

Es quizás, el despertar de la nostalgia,
y el placer de un sentimiento que está muerto;
es quizás la fantasía del suspiro
que termina, en un susurro, con el viento...

...Si despiertas algún día, en la mañana
y te quitas las legañas de los sueños,
es posible que amanezcas nuevamente
a la vida de un presente verdadero.

Es preciso que te quites la careta
y que seas el amante y compañero,
la persona de sonrisa inmaculada
que palpita entre tus labios y tus besos.

Es posible que revuelvas el pasado
y que busques las cenizas de algún fuego,
los rescoldos calcinados de otras almas,
que te amaron, que lloraron y sufrieron.

Pero debes afrontar esas derrotas
y las lágrimas vertidas de tus versos;
debes ser el caminante que impasible
se dirige hacia la meta metro a metro.

Porque tienes la esperanza en tu costado
que palpita y que te anima en tanto esfuerzo,
y no debes retirarte de la lucha,
prosiguiendo tu camino en el desierto.

Yo no sé lo que te aguarda en el futuro
y no sé si alcanzarás, al fin, tu premio,
pero sé que las montañas y los ríos
ya cavilan con robarte tus secretos.

"...Muchas veces añoramos tantas cosas
que el pasado se hace vivo en ese empeño,
y olvidamos a los ojos tan azules
que nos miran y nos aman tan sinceros..."

Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/13º

HOY NO SÉ CÓMO EMPEZAR...

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Hoy no sé cómo empezar ni qué decirte
mientras miro y te separo los cabellos
de esa cara soñolienta y perezosa
que se estira entre mis dedos.

Me parece estar mirando las caricias
en las aguas temblorosas de un estanque
y que en ellas, dulcemente, una brisa
las anima y reaccionan
como hacen las resacas de los mares,
con susurros y suspiros que se estiran
y las llevan, poco a poco hacia la playa.

Hace un día muy bonito que se ofrece ante los ojos
y que invita a que se viva intensamente.

Esta noche tú has dormido entre mis brazos
y he escuchado ese sonido de tus labios
en los cientos de suspiros que emitían
y llegaban a mi oído con  sabor
a rompeolas y a salitre.

He jugado mucho rato con tu pelo
y tu cabello, enredando con mis dedos,
y sintiendo las preguntas, sin palabras,
que decían esos senos juveniles,
que esperaban, recelosos e impacientes,
la llegada juguetona de mis dedos.

Yo presiento la impaciencia y su sonrisa
y los veo como crecen y se estiran,
y se muestran impasibles como el junco,
ante una brisa que les llega, y que les sopla
y que corre más abajo,
hacia los muslos de tu cuerpo,
que se abre en un remanso irresistible,
del meandro de tu sexo,
donde brotan margaritas entre fuentes
que despejan los sentidos
y los llevan más arriba de los juncos y los cielos
a ese mundo de los dioses
donde duermen y se agitan las pasiones
al compás de la batuta y el arpegio
irresistible de la vida.

Porque todo es poesía en este acto
y tú eres el poema más hermoso que yo he visto,
que se mece entre mis manos con sus versos
y que siento cuando leo tus pupilas,
cuando miro, cuando escucho
y cuando busco con mis labios a tus labios,
tan sensibles y ligeros,
y rescato de los mismos ese beso del amor,
que allí se encuentra y, que me falta.

Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/13

ES PRECISO...

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Es preciso que mires
el color de las nubes,
y también a los cielos
con reflejos azules.

Es preciso que sientas
a mis dedos tan torpes,
rebuscando en tus senos
los eternos galopes.

Es preciso que digas
sin dudar que me quieres,
y que busquen tus labios
a mis besos ardientes.

Es preciso que huelas
el olor de mis ropas,
y te embriagues sin freno
de su néctar sin sombra.

Es preciso que vean,
el azul de tus ojos,
a los míos, hoy tristes,
recordando el otoño.

Es preciso que palpes
en la sábana amarga,
esa arruga incipiente
que dejó la almohada.

Es preciso que tiembles
al mirar las estrellas,
y susurres mi nombre
sin palabras ni letras.

Es preciso que escuches
lo que se habla y murmura,
lo que dicen las gentes
y recoge la luna.

Es preciso que bebas
el salitre y vinagre,
de un amor traicionero
que marchó, no se sabe...

Es preciso que sigas
con tus manos remando,
más allá de recuerdos
y de tiempos pasados.

Es preciso que tengas
la ilusión y alegría,
para ver con tus ojos
y reír con tu risa.

Es preciso que acudas
a buscar el cariño,
y aquí estoy, a tu lado,
caminando contigo.

"...Es preciso, sin duda,
que repases mis versos
y que veas y sientas
en sus letras mis besos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
27/06/13

SEGUIRÉ CAMINANDO...

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Seguiré caminando
a pesar del silencio,
a pesar de estar solo
y añorando mil sueños.

Buscaré tus pupilas
y los ojos traviesos,
donde bailan las hadas
mientras duermen los elfos.

Y a pesar del cansancio
seguiré con el viento,
por montañas y valles
bordeando senderos.

Seguiré por la vida
con los pasos sin freno,
y una sed en los labios
que precisan tus besos.

Buscaré más arriba
el azul de tu cielo,
solitario y cansado
que me mira despierto.

Buscaré más abajo
a tu lindo cabello,
al azul de tus ojos
y al candor de tus senos.

Y en la eterna llanura,
donde duermen los muertos,
dejaré a mis suspiros
que recobren su aliento.

Porque quiero la magia
y el calor de tu cuerpo,
y a tus manos de seda
que me presten sus dedos.

Que recorran sin pausa
los caminos eternos,
los que elevan el alma
con ardor y deseo.

Al final del camino
yo sabré que te quiero,
porque vas a mi lado
susurrando mis versos.

"...Seguiré caminando
con mis pasos despiertos
mientras sienta la risa
en tus labios hambrientos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/06/13

A LO LARGO DE LOS AÑOS...

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A lo largo de los años
he escuchado mil secretos,
he leído muchos libros
de relatos y de cuentos.

He seguido a los susurros
de los árboles y el viento,
y he plasmado los suspiros
de sus labios en mis versos.

Pero ahora que el camino
se oscurece con los truenos,
me detengo en un instante
y me abrazo en el silencio.

Yo sé bien que la distancia
es mayor de la que veo,
y que faltan pocas horas
de encontrarme con tus besos.

Me lo dice el corazón
que está vivo y no está muerto,
y también las mariposas
que saludan en su vuelo.

Me lo dicen las mareas
al compás de los veleros,
que navegan por las aguas
con la brisa a sotavento.

Es por eso que confío
en ser libre y muy ligero,
para ir hasta tu lado
y llevarte mi pañuelo.

Y secarte las mejillas
de unas lágrimas sin dueño,
y curarte el corazón
tan herido y con remiendos.

Porque quiero ser tu amigo,
ser tu amante y ser tu dueño,
ser el hombre que te cuide
y el que atienda tus deseos.

Yo prefiero que me mires,
y me cuentes tus desvelos,
que me hablen, sin palabras,
tus pupilas y luceros.

Para así, saber de fijo,
que esa fiebre es por el fuego
que han forjado las pasiones
de tus venas y en el cuerpo.

Yo te quiero, vida mía,
y por eso a ti te entrego
este cáliz de unos labios
donde van mis sentimientos.

Es el néctar que deseas,
el que sacie tus anhelos,
con candor y fantasía
del cariño que te entrego.

"...A lo largo de los años
he corrido mil senderos,
he buscado muchos labios
y en los tuyos me detengo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
25/06/13

ME DETENGO A DESCANSAR...

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Me detengo a descansar unos segundos
y ajustar también mis ojos,
muy resecos por el viento.
Es un viaje agotador y comenzado
no sé dónde y no sé cuándo.

Hace frío, mucho frío y me soplo
entre los dedos de las manos
para dejar en ellos el aliento de mi boca
y calentarlos así, ilusamente.

Doy dos pasos adelante y miro al cielo
que se oculta entre las nubes.
Desde ellas caen los copos de la nieve
que no cesa y que se mezclan
con las gotas de la lluvia
en una combinación perfecta que blanquea
el suelo poco a poco,
transformando a esa tierra
en una alfombra delicada y sugerente.

Mientras esto sucede, retorno a la vida
y escucho el tic-tac del reloj en mi pecho
con ese sonido inconfundible y pendular
que bombea la sangre por mi cuerpo.

Sin darme cuenta he caminado hasta la Residencia
donde esperan la mirada y la esperanza,
tantas gentes.

Aún no sé cómo he llegado hasta este sitio
y no sé cómo mis pasos me trajeron a su puerta.
Veo un timbre y me resisto a su sonido
pues no quiero que se rompa este silencio
ni que el sueño del que duerme
sea roto en mil pedazos por mi culpa.

Una antena misteriosa se desliza
hacia los cielos, justo al lado,
en el campo de deportes.
Es quizás la receptora y emisora de mensajes
en un mundo virtual y sin fronteras.

Nuevamente me detengo,
mientras surge una sonría entre mis labios.
Hay dos mundos diferentes a mi lado
y entre ambos hoy me encuentro.
Uno de ellos tras la puerta blanquecina
de la dulce Residencia
con los hombres y mujeres que allí viven
con sus sueños y esperanzas
masticando el día a día y apurando los segundos
como el tiempo más hermoso que han vivido.
Y en el otro está el presente,
ese mundo de la vida y de las prisas,
donde todo nos estorba y pasa pronto,
donde gritan las pasiones
y hasta gime el corazón en soledad
y entre suspiros.

Hay dos vidas en la vida
y un futuro que se asoma vacilante
y receloso.

..Y yo en medio de las dos aquí me encuentro,
en un cruce de caminos,
con la hermosa margarita de un poema
entre las manos,
sin saber a dónde ir y en qué posada
descansar del largo viaje.

Rafael Sánchez Ortega ©
24/06/13

HAY NOCHES ESPECIALES Y DISTINTAS...

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Hay noches especiales y distintas
en que guardan silencio las estrellas,
y los hombres las miran simplemente
conteniendo un susurro en esta escena.

Porque todo se dice sin palabras
y la vista recoge, sin reservas,
los reflejos que llegan desde el cielo
cual suspiros que vienen desde ellas.

Hay estrellas que velan y no duermen
y las hay que son musas de poetas,
las primeras atienden a los niños
y las otras se plasman en poemas.

Es así como surgen los romances
y también la pasión de las mareas,
en encuentros que surgen sin pensarlo
y en las noches que tiemblan las hogueras.

Hay un vino que espera en unos labios,
una llama que salta y patalea,
una sangre que corre acelerada
y un candor diluyéndose en las venas.

Porque el alma se llena de alegría
y precisa ese labio que le espera,
ese fuego que corre por su cuerpo
y la sangre que el pecho le golpea.

Así nacen momentos que no mueren
y recuerdos que van a la alacena,
al altar que guardamos muy adentro
y sacamos, a veces, en las fiestas.

Es muy fácil querer cuando te quieren
y escribir del amor en primavera,
cuando alumbran estrellas en lo alto
a los labios tan tiernos que se besan.

"...Pero hay noches vacías y en silencio
con las sombras supliendo a las estrellas,
y es allí, donde el hombre, en su alegría,
en la rima las crea y las inventa..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/06/13

HE VISTO COMO LLEGAS EN LA NOCHE...

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He visto como llegas en la noche
con tu sombra preciosa y plateada,
y te estiras, sin miedo, por los mares
y te duermen las olas en la playa.

Yo quisiera llegar como tú llegas
y dormir en un lecho con las algas,
para ser receptor de tus regalos
en los tiernos susurros que nos mandas.

Mas persigo tus pasos en las sombras
tras la luz de una orquesta imaginaria,
esperando que embriague mis sentidos
el rumor cantarino de tus alas.

Unas veces tropiezo con palangres
cuando busco sirenas encantadas,
y libero a los peces prisioneros
del anzuelo sañudo y de las mallas.

Otras veces me encuentro a los poetas
caminando desnudos y en la nada,
sin linternas que alumbren su camino
y farolas que sirvan de atalayas.

Y eres tú, bella luna, la que aportas
esa luz primorosa y necesaria,
la que deja en la noche mil reflejos
y el candor de esperanza que nos falta.

Porque tienes la gracia seductora
de la musa que surge con el arpa,
y nos deja, temblando en un instante,
suspirando de amor y sin palabras.

Es por eso que quiero tu vestido,
desnudarte y robarte una plegaria,
compartiendo los besos de tus labios
y ese néctar que llevas en el alma.

"...Hoy he visto que llegas en la noche
a bailar con las olas, sobre el agua,
y acudí, sin pensarlo, hasta tu lado
a saciar esa sed de mis entrañas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
22/06/13

YA SUENAN LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA...

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Ya suenan las campanas de la iglesia
y pasan las beatas para misa,
caminan con sus velos en el pelo
y un algo singular en las pupilas.

Parece que esta imagen centenaria
volviera a renacer de las cenizas,
y el tiempo y los recuerdos de un pasado
brotara de las brumas a la vida.

El alba se despierta lentamente
con besos del nordeste y de la brisa,
dejando en las callejas de mi infancia
la luz y la ilusión de cada día.

Resuenan las pisadas en las calles
y ascienden por las cuestas conocidas,
ya buscan la oración de la mañana
y el rezo que les doble las rodillas.

Aguardan en el puerto las gaviotas
venidas de la playa por comida,
y llegan las resacas a la arena
y borran las pisadas de la orilla.

No sé como explicar lo que ahora veo
cambiando mi tristeza en alegría,
quizás con la sonrisa de mis labios
que abordan una música infinita.

Recuerdo el miserere de hace años
cantado por aquella escolanía,
el nombre ya no importa, ni recuerdo,
más sí la sensación allí vivida.

Recuerdo las figuras enlutadas,
el rezo del rosario de las niñas,
la luz que se colaba en los cristales
y el beso con la paz en las mejillas.

"...Ya suenan las campanas de la iglesia
y exclamo, sin querer: "¡Ave María!",
es algo que no puedo remediarlo
y quedan las alondras sorprendidas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
21/06/13

EN MEDIO DE LA INFANCIA, TE RECUERDO...

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En medio de la infancia, te recuerdo,
cuartilla inmaculada de aquel libro,
tenías mil historias que contarme
y un algo misterioso en tus latidos.

Tenías la leyenda del amante,
la frase de la amada y el suspiro,
tenías el temblor que me embargaba
y el dulce carrusel de mis latidos.

Llevabas en tus letras la lactancia,
la leche virginal para los niños,
la dulce caracola, que en tus senos
mecía sin cesar a los dormidos.

Dejabas poesía en mis pupilas,
y un halo de locura del Olimpo,
por algo se escapaban de tus hojas
relatos que dormían el olvido.

Y entonces despertaste en un instante,
tus páginas brincaron con alivio,
mis ojos se fundieron con tus letras
y unidos caminaron hacia un río.

No pude imaginar, aquel entonces,
la fuerza impetuosa, cual castigo,
que iría a soportar en el futuro,
mi alma, tan sensible como un lirio.

Más fuiste la fragancia seductora,
perfume de rosales y racimos,
que unidos a azucenas y violetas
causaron la embriaguez de mis sentidos.

Trajiste hasta mi alma la hermosura,
el cáliz con la avena y con el trigo,
la barca con el remo y con la vela
la historia singular de mil castillos.

"...En medio de la infancia, te recuerdo,
¡oh libro del Quijote y tus molinos!,
recuerdo a Dulcinea y Rocinante
y al tierno Sancho Panza con cariño..."

Rafael Sánchez Ortega ©
20/06/13

CON LAS MANOS UNIDAS...

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Con las manos unidas
en la tarde rezaba,
a la Virgen del cielo
una tierna plegaria.

Y era un rezo sincero
que salía del alma,
un susurro sin voces
por la paz que le falta.

Porque el rezo sincero
no precisa palabras,
ni silencios altivos,
ni galernas que braman.

Vale solo una tarde
con el mar en su calma,
y también unas olas
con su beso en la playa.

Un rumor, como incienso,
nos aborda y abraza,
y murmura unas frases
con salitres y algas.

Y el eterno silencio,
oración del que clama,
es la espiga doliente
percibiendo una lágrima.

Es la linda pupila
que se pierde en la nada,
y es el labio tronzado
sin sonrisa que falta.

Oración de los dioses
ven al niño que llama,
y en sus ojos azules
pon la gota de agua.

Pon en  ella el delirio,
la utopía y la magia,
y también el salero
y una pizca de gracia.

Porque el labio del niño
temblará como el alba,
soñará mil suspiros
con los elfos y hadas.

"...Con las manos unidas
hacia el cielo miraba,
aquel niño impaciente
con su dulce mirada..."

Rafael Sánchez Ortega ©
19/06/13

DE SAN VICENTE, MI VILLA...

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De San Vicente, mi Villa,
nacen y surgen poemas
sobre hospitales sombríos
y en el rumor de sus piedras.

Porque la historia tozuda
graba renglones y letras,
donde se narran sucesos
de peregrinos y lepras.

Dicen que fue San Vicente
un roquedal con mil cuestas,
que hasta la Iglesia subían
por empinadas callejas.

Dicen que tuvo Hospitales
cuyas paredes sombrean,
bajo el rigor y nostalgia
el verde manto y la yedra.

Hay peregrinos que narran
vicisitudes diversas,
de que en sus muros pasaron
una infeliz cuarentena.

Hay una historia con sombras
y otra que el tiempo nos lega,
todas nos dicen lo mismo
sobre esta noble tarea.

Pero es la historia sin nombre
la que se oculta en leyendas,
la que susurra en silencio
mientras se borran sus huellas.

Yo no reparo en escudos
ni en las paredes esbeltas,
porque tras estas murallas
sigue la sal y la esencia.

Sigue la historia latente
esa que vibra en las venas,
y nos dejaron sin libros
en el fulgor de la estrella.

De San Vicente se estudian
cosas bonitas y amenas,
pero su historia revive
mientras la sueñe un poeta.

Rafael Sánchez Ortega ©
Entre Sierrallana y San Vicente, 18/06/13

LEJOS DE MI TIERRA...

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Lejos de mi tierra,
lejos de mi casa,
lucen las estrellas,
cantan las cigarras.

Hay unos aromas
llenos de nostalgia,
son como suspiros
que alguien los derrama.

Hay en esta noche
lágrimas amargas,
llantos silenciosos
ruedan por la cara.

En este momento
tengo rota el alma,
algo la aprisiona
rompe y atenaza.

Más estos segundos
venden esperanzas,
falsas utopías,
luces que se engañan.

Porque son quimeras
esas que nos hablan,
con falsos deseos
destilando rabia.

Hablan las pasiones
sobran las palabras,
llegan los delirios
de quien llora y calla.

Y es en ese instante
donde rompe y rasga,
cuando grita el pecho
de quien siente y ama.

Yo me siento ausente
entre tanta zarza,
vago solitario
con mi sombra larga.

Voy por los senderos
tras la estrella clara,
por la oscura noche
de una vida plana.

De una vida oscura
oscilante y vacua,
con mi larga sombra
que no busca nada.

Soy un vagabundo
vaya donde vaya,
tanto en el poniente
o al nacer el alba.

"...Lejos de mi tierra
hay sueños y magia,
son los mil espinos
de las rosas blancas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
Entre Sierrallana y San Vicente, 17/06/13

HAY PLAYAS DESIERTAS...

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Hay playas desiertas que esperan poemas
y versos desnudos que buscan el mar,
hay niños que dejan salitre en su pelo
y hay pelos que escancian la esencia y el pan.

Hay viejos caminos cubiertos de polvo
y hay polvo en las sendas que vienen y van,
hay huellas sin nombre que cubren los suelos
y hay suelos de barro, de sangre y de sal.

Hay seres que lloran con lágrima fácil
y hay lágrimas sordas que salen sin más,
hay vientos que dejan susurros y brisas
y hay brisas que besan haciendo soñar.

Hay noches de luna en que brillan estrellas
y hay brillos que llegan portando verdad,
hay días y tardes que suenan campanas
y hay otros relojes sonando el tic-tac.

Hay negros pianos cubiertos de polvo
y hay polvo en las cejas cansadas de amar,
hay bellos suspiros tal vez marchitados
y hay otros que esperan detrás del cristal.

Hay dioses que entregan la eterna sonrisa
y hay otras sonrisas con gracia fatal,
hay lindas sirenas cubiertas de perlas
y hay perlas que emiten embrujos y paz.

Hay altos cipreses que velan los muertos
y hay muertos en vida que apuran su mal,
hay rosas marchitas que olvidan los labios
y hay labios con besos y flor de azahar.

Hay versos que esperan la tinta y la pluma
y hay plumas que escriben tal vez más allá,
hay frases que dicen: "te quiero, te amo"
y hay otras, que sólo se encargan de amar.

Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/13

UNA VEZ MÁS...

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Una vez más nos hemos olvidado
de que la vida existe
y estamos en sus garras.

Aunque no, no es un olvido.

Quizás nos quedamos retrasados
contemplando una paloma,
una flor,
una nube de color esperanza.

Es posible que también demoremos el paso
porque el sol calienta
y se agradece,
porque la resaca del mar
nos deja en el oído sus sonidos
y evocamos las canciones que se escuchan
en el puerto y las tabernas.

Es posible que olvidemos nuestro sino
y ese día que vivimos
lentamente y sin saberlo.

...Y no hay tiempo para eso.

La vida continúa y estamos en ella,
vivimos en ella,
sufrimos en ella
y a través de la vida y de su tiempo,
de esos segundos que transcurren y pasan
como un suspiro,
se nos escapa el susurro del amor de cada día
y no hacemos nada por evitarlo.

Rafael Sánchez Ortega ©
15/06/13

HOY PRONUNCIÉ TU NOMBRE AL DESPERTARME...

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Hoy pronuncié tu nombre al despertarme
y un temblor se me vino hasta los labios,
estabas en las venas y en mi sangre
con un encanto nuevo y remozado.

Pero perdí la magia en un instante
y se fundió la gracia y el espanto,
logrando que perdiera la sonrisa
y la ilusión marchara de mi lado.

La culpa fue, y me vino sin quererlo,
por culpa de ese viento huracanado,
ese nordeste duro y de su brisa
que asola las cosechas y los campos.

Y así se marchitaron en el alma
imágenes sagradas en sus cuadros,
y en otras, se perdieron para siempre,
los lazos tan hermosos y dorados.

...Más pronuncié tu nombre nuevamente
queriendo del inferno rescatarlo,
traerlo hasta mis labios temblorosos
para sentir el roce de su mano.

Quería navegar con nuevo rumbo
buscando los misterios de los astros,
seguir tras las estelas de otras naves
marchando hacia horizontes muy lejanos.

Y entonces me arrancaron mil suspiros
las olas que llegaban susurrando,
batiéndose con furia en la cubierta
con ecos y galopes de caballos.

Creo que me dormí, no lo recuerdo,
más sé que desperté con un abrazo,
y el tierno palpitar de unas pupilas
muy cerca de las mías, con agrado.

"...Hoy pronuncié tu nombre al despertarme
e ignoro los motivos de ese acto,
más sé que sonrieron las estrellas
y un beso me enviaron con sus labios..."

Rafael Sánchez Ortega ©
Entre Sierrallana y San Vicente, 14/06/13

YO CERRARÉ TUS OJOS DULCEMENTE...

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Yo cerraré tus ojos dulcemente
con un beso de nata de mis labios
con la noble intención de ser tu amigo
y cubrirte en la noche con mis brazos.

Soñaré con las hadas nuevamente
al sentir tu cabeza en mi regazo,
y buscaré, sin duda, en tu pupila
esa luz temblorosa de los faros.

Ya duermen las gaviotas en la costa
y cantan las cigarras en el campo,
ya suenan los arpegios de las olas
y envían mil suspiros al espacio.

Se cierran las ventanas de las casa,
se apuran las bebidas de los vasos,
y queda el corazón entristecido
tan lleno de vacío y sin buscarlo.

Pero es la sinrazón, quizás la causa,
llegando en un galope hasta tu lado,
con restos de recuerdos ya perdidos
haciendo de las almas un rosario.

Entonces, entre tantas pesadillas,
yo soplo en tus ojitos, sin pensarlo,
susurro en tus oídos unas nanas
y miro como duermes con agrado.

Dejemos que se cierren las heridas
y surjan margaritas de las manos,
dejemos que se agoten los espinos
y queden los recuerdos en retratos.

Pequeñas piedrecillas del sendero,
que añoran y que ansían el pasado,
astillas desprendidas de las almas
dejadas con los besos de los labios.

"...Yo quiero que tus ojos hoy descansen
y sueñes como nunca hayas soñado,
con lindas mariposas de colores
que cubran tus ojitos tan castaños..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/06/13

GRITABA EL CORAZÓN, EN EL SILENCIO...

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Gritaba el corazón, en el silencio,
con ecos de emoción en sus latidos,
no supe distinguir, entre la bruma,
la música tan dulce de los lirios.

Tenían esa pátina dorada,
cual capa del amor con gran sigilo,
cubriendo los desnudos de las almas
y el brusco ronroneo con sus gritos.

Quería contener esa avalancha
bebiendo con fervor el remolino,
las aguas infectadas del deshielo,
corriendo por mi sangre hasta el molino.

Y allí se detenían en la presa
los gritos que vencían al abismo,
los otros se arrojaban, sin pensarlo,
en busca del placer y del suicidio.

Gritaba el corazón tantas palabras
que sólo se escuchaban los sonidos,
aquellos que saliendo de mis labios
buscaban ese arpegio tan divino.

La cuerda enamorada de la luna,
el lazo con ribetes y sencillo,
la suave mariposa del otoño,
y el beso con el bello escalofrío.

Gritaba el corazón a los amantes
ajenos a la vida y los delirios,
tratando de enviarles un mensaje
por medio del silencio y de los grillos.

Cantaban las cigarras en el campo
las nanas que adormecen a los niños,
y mientras se cerraban las ventanas
de labios que dejaban mil suspiros.

"...Gritaba el corazón una plegaria
sabiendo que hoy estaba malherido,
la culpa la tenían unos labios
y un beso de cristal con el destino..."

Rafael Sánchez Ortega ©
12/06/13

SE DESMORONA EL MUNDO DE LOS SUEÑOS...

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Se desmorona el mundo de los sueños
porque todos se convierten en cenizas.
La tierra quiere decirnos algo,
pero la lluvia empaña sus labios de seda
y las palabras de cristal se quedan por el camino.
No sé dónde mirar en este día
en que la niebla cubre mis pestañas,
ni sé dónde secar las lágrimas rebeldes
que me acosan.
Quisiera deslizarme por un río interminable
hasta el mar donde se funden los recuerdos.
Quisiera que los cielos me abrazaran
y dejaran su saliva por mi cara.
Quisiera, simplemente, ser el hombre
que despierta en el otoño y camina
paso a paso por la vida que le queda.
El hombre vacilante e inseguro,
el niño ya crecido que retorna hasta su casa,
el hombre que sopesa sentimientos
en la báscula inexacta y compara en tantos tiempos
situaciones y personas
que se duerme en la tarea.

Pero el mundo de los sueños se evapora lentamente
con el alba que despierta
y las cenizas resucitan y florecen nuevamente,
como ortigas, en el hueco
inabordable de las almas.

¡Tengo miedo!, y lo confieso en estos versos.
Tengo miedo de mis "miedos"
y también de los "recuerdos",
tengo miedo de la vida que me acosa
y que me agobia
y que intenta retenerme, en un abrazo,
entre las garras solapadas de mil páginas vividas
que no quiero que retornen al presente.

Y es quizás en ese río que yo busco,
donde encuentro la respuesta.
En el crudo remolino que me besa y me sacude,
en el cauce que me dice que "estoy vivo"
y me lleva hasta el meandro de las hadas
y los Gnomos,
donde un lirio se despierta
mientras cantan las cigarras.

Porque allí podré dormir, en mi letargo,
eternamente.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/06/13

¡QUÉ FÁCIL ENCONTRAR, ENTRE LA NADA...

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¡Qué fácil encontrar, entre la nada,
el miedo y el espanto tan temidos,
igual que el ver con saña incomprendidos
los sueños por la boca deseada!

Déjate subyugar por la mirada
y espera que se alteren tus latidos,
sabrás lo que le piden tus sentidos
al alma que renace enamorada.

Desnuda el corazón sobre la arena
y deja que le besen lentamente,
los labios con aromas de azucena.

Y entonces, desnudado enteramente,
no dudes de romper esa cadena,
y cúbrete de amor eternamente.

Rafael Sánchez Ortega ©
11/09/13

UN ÁNGEL BAJÓ DEL CIELO...

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Un ángel bajó del cielo
por el soplo de una estrella,
para quedarse a mi lado
contemplando a la ribera.

Era un ángel pequeñito
que portaba una melena,
toda entera tan dorada
con ribetes de luciérnaga.

Dos ojitos vivarachos
muy azules, como perlas,
se prendían en su frente
como lazos de azucenas.

Me seguía sin descanso
paso a paso, tras mis huellas,
como sombra inseparable
de resacas y mareas.

Era un ángel sonriente
que ofrecía mil leyendas,
con sus alas invisibles
y sus ropas tan ligeras.

Una seda blanquecina
le cubría como prenda,
y en los pies unas sandalias
le cubrían en las sendas.

Yo vivía con el ángel
una nueva primavera,
entre luces y colores
y entre flores que despiertan.

Más sabía que algún día
subiría en escaleras
y se iría hacia los cielos
aquel ángel y el poeta.

Y no pude remediarlo
y se abrieron las compuertas,
en un llanto sin palabras,
sin preguntas ni respuestas.

Porque el ángel con su mano
me trazó la línea recta,
con el rumbo de mi nave
por los mares y la tierra.

Y partí por mil destinos
sorteando las galernas,
con el ángel cual grumete
y aliviando mis carenas.

De esta forma tan sencilla
escribí muchos poemas,
con su mano entre mis manos
y su viento por mi velas.

"...Un ángel bajó del cielo
desprendido y por sorpresa,
y ahora siento que se marcha
y entre lágrimas me deja..."

Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/13

DETRÁS DE LA VENTANA...

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Detrás de la ventana hay mundo soñoliento
que despierta en la mañana.
Un mundo tan cansino y resignado
que repite día a día sus saludos
y te invita a que lo vivas y lo sientas,
a pesar de ser el mismo que dejaste,
la otra noche cuando fuiste para casa.

Te resistes levemente ante su acoso,
más al fin sí le saludas con tus ojos legañosos
y le dices "buenos días",
en un gesto inconfundible de rutina.
Un susurro solamente, sin palabras, de tus labios,
un suspiro de tus ojos y pupilas
que se van, en la distancia,
a buscar la suave brisa del nordeste que ya sopla.

Y de pronto te despiertas totalmente
cuando observas su figura
paseando por la playa,
cuando ves el cuerpo amado
caminando por la orilla
y sorteando con presteza
a las olas perezosas
que se estiran y le besan los tobillos.
Es entonces cuando notas
a la sangre acelerada por tus venas,
cuando sientes el latido de tu pecho
que te obliga a respirar profundamente,
cuando sabes que el volcán de las pasiones
ha surgido de tu sueño y amenaza,
con su fuerza sobrehumana,
con salir por cada poro de tu cuerpo.

Y es entonces cuando corres,
cuando sales al encuentro de ese cuerpo
que te busca y que te llama,
de ese alma que camina por la arena de la vida
y que busca, como tú, ese Amor inconfundible,
entre los pliegues de las olas
y el salitre que ellas dejan
para unirlos, con un beso de cristal,
en vuestros labios.

Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/13

NO APRESURES, MI VIDA, TU PASO...

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No apresures, mi vida, tu paso
porque veas lejana mi sombra
ni te sientas distinta y extraña
de ese aroma sutil de las rosas;
sigues siendo la lágrima alegre
del llanto nacido y que brota,
el jazmín que se inclina sin prisa
en el campo marcando las horas.

Sigues siendo, y serás, todo aquello,
lo que deja en la playa las olas,
la melena incipiente de otoño,
la sonrisa del arpa y su nota,
y serás, si tú quieres, la musa
que va al baile con brumas y aromas,
más también puedes ser esa niña,
la que busca, sin más, mariposas.

Porque tienes la gracia en tus ojos
que te deja impaciente la aurora,
la llama vibrante en tu pecho
que el fuego furioso enarbola,
la sutil curvatura en tu seno
que el dedo dibuja en su prosa
y también el suspiro del labio
que un beso llegado provoca.

Ya te busca mi mano impaciente
intentando quitarte la ropa,
y te buscan mis ojos distintos
entre medio de brumas y rocas,
y te busca el latido del alma
rompiendo sin miedo las formas
intentando arrancarte el suspiro
y ese grito fugaz de tu boca.

Yo sé bien de locuras eternas
y pasiones queriendo ser otras,
convertirse en lujurias extremas 
con ribetes de mares y esponjas;
y es por eso que quiero tu cuerpo
y que ansío sentir lo que rozas,
para ser tu pasión, con la mía,
un volcán de resinas furiosas.

Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/13

HOY ME VI SOLITARIO Y DESNUDO...

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Hoy me vi solitario y desnudo
en la cima de un monte cualquiera;
una brisa fugaz y sin brillo
alteraba la paz de mis venas.

Porque sólo buscaba, en silencio,
ese dulce rincón de la aldea,
con sus casas muy bien apiñadas
y balcones de gruesas maderas.

¡Bella estampa que vi y que recuerdo!
y que ahora me llega al poema,
en los versos desnudos de nombres
y nerviosos tal vez en sus letras.

Yo sentí que una cáscara amarga
deslizaba su sombra en la iglesia,
y sonaban campanas a misa
y se abrían ventanas y puertas.

Hoy me vi solitario y desnudo
con el alma buscando una estrella,
un lucero, sin más, en el día,
una luz que me guíe y me atienda.

Porque somos soldados sin rostro,
peregrinos en filas desiertas,
ciudadanos de un mundo que ignora
que el amor está cerca, ¡muy cerca...!

Suspiré por los sueños del niño
y miré las llanuras extensas,
intentaba encontrar la figura
que llevara en su mano un cometa.

Pero nadie rompía el camino
y seguían borradas las huellas,
entre sueños, un tanto olvidados,
con los besos, sonrisas y penas.

"...Hoy me vi solitario y desnudo
como el hombre, infeliz, que recuerda
que fue niño, una vez, sin dudarlo,
y que ahora su otoño comienza..."

Rafael Sánchez Ortega ©
08/06/13

LA FUERZA DE LA CORRIENTE...

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La fuerza de la corriente
es remolino en el agua,
es el susurro del viento
y es el suspiro del alma.

Por eso cuando la escucho
siento una dulce nostalgia,
un crepitar de las velas
que tiernamente se apagan.

Hay una loca alegría
y un revoltijo de faldas,
suenan rabeles lejanos
y hasta una oscura guitarra.

Porque la vida es sincera
y es primavera que estalla,
es el volcán encendido
de las locuras sin fragua.

Pero corrientes arriba
hay otras fuerzas que claman,
mientras se funden las nieves
en riachuelos que emanan.

Sueño con ver a los niños
con sus barquitos de plata,
llenos de sed y aventuras
mientras inventa batallas.

Pero también quiero adultos
junto a las aguas que sacian,
el corazón indomable
de la pasión desbocada.

Quiero sentir los latidos,
quiero leer sus palabras,
quiero que siempre sonrían
labios y bocas que aman.

Porque corrientes abajo
hay amargura y resaca,
y bajamares profundos
que no conducen a nada.

Hay la continua rutina
que se despierta en el alba,
y continúa sin freno
mientras las horas se marchan.

Hombres con hombros vencidos,
niños con caras de lágrimas,
chicas que van suspirando,
seres que viven y callan.

Falta la brisa y nordeste
con ese beso sin pausa,
falta el sonido del río
con su piano y el arpa.

"...La fuerza de la corriente
es remolino en su magia,
es la locura del niño
a quien escribe y le habla..."

Rafael Sánchez Ortega ©
07/06/13

ME DUELE CUANDO EL AMIGO...

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Me duele cuando el amigo
se confunde en mis palabras,
y trastoca situaciones
que me hieren en el alma.

Es por eso la tristeza
que me llega cual resaca,
con espinas y salitres
de la herida que ya sangra.

Hay personas que te juzgan
a través de la distancia,
sin saber si estás hoy serio
o si llueve por tu cara.

Más lo malo no es el juicio,
es la duda planteada,
es la siembra de la ortiga
para herir y causar llaga.

Yo no juzgo a las personas
ni les falto en la distancia,
ni permito que las dudas
dejen nieblas y cizañas.

La amistad es más que eso,
algo eterno que se alcanza,
con suspiros y susurros
y entregando confianza.

Pero hay muchos que lo olvidan
y son ellos quien se engañan,
al creer que entre sus celos
hay verdades que se apartan.

Yo creí que un buen amigo
era aquel que me escuchaba,
y el que daba, en el silencio,
todo aquello que hace falta.

...El saludo, la caricia,
y también esa mirada,
tan precisa y seductora
con sonrisa limpia y sana.

Yo creí que los amigos
eran versos que se escapan,
y latidos que en el pecho
revoltosos musitaban.

...Más me siento derrotado
y me faltan las palabras,
al saber que ya he perdido,
sin querer, su confianza.

"...Me duele cuando un amigo
me desnuda y me desarma,
en un acto de soberbia
por despecho y para nada..."

Rafael Sánchez Ortega ©
06/06/13

UN PIANO SOLITARIO...

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Un piano solitario
permanece y se desangra,
con las teclas temblorosas
y el silencio en sus entrañas.

Una brisa de ternura
se desliza y se derrama,
con las notas invisibles
de una música sagrada.

Ahora veo la figura
pensativa y cabizbaja,
reclinada, como en sueños,
en espera de una nana.

Medio cuerpo desnudado,
ofreciéndome su espalda,
y otro medio que se oculta
con pudor a quien le llama.

Hay un algo de tristeza
tras las sombras, que remarcan,
ese cuerpo apasionado
que me invita a la batalla.

Porque entonces entra en juego
esa música inexacta,
la que escapa del piano
con pasión y sin templanza.

Yo recorro lentamente,
con mis dedos su garganta,
continuando por los senos
y bajando hasta sus nalgas.

Un adagio sin fronteras
rompe el velo y lo desgarra,
y unas manos presurosas
reaniman a las llamas.

Y el piano, silencioso,
rompe el ciclo de la calma,
con sus notas y jadeos
como arpegios de resacas.

Hay linternas encendidas
y atalayas apagadas,
que renuevan ilusiones
y palpitan con la lava.

Hay volcanes que desbordan
los confines de las almas,
y pianos que se ofrecen
a los cuerpos que se aman.

"...Un piano solitario,
con su embrujo y añoranza,
es el sueño de un poeta
con su música y su magia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
05/06/13

PROVOCAS CON TUS PUPILAS...

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Provocas con tus pupilas
un sinfín de sensaciones,
como tiernas mariposas
alterando los faroles.

Eres dulce y sensitiva,
soñadora con tus voces,
y un torrente de dulzura
al rozar los corazones.

La alegría de tus ojos,
doblemente soñadores,
se transmite fácilmente
cual tic-tac de los relojes.

Hay temblor entre tus labios
en el beso que se esconde,
y una lágrima furtiva
llega al párpado en su roce.

Un suspiro soñoliento
va a tu boca con un nombre,
y se encienden las hogueras
en los pechos más conformes.

Es un río que despierta,
un torrente junto al bosque,
una dulce melodía
de las hayas y los robles.

Son tus ojos, simplemente,
de esta gracia portadores,
porque encienden las hogueras
y provocan mil pasiones.

Mil rescoldos que resurgen
de las almas de los hombres,
y con ellos resucitan
otras tantas sensaciones.

Porque el beso de tus ojos
es un vino que se esconde,
es la vid con que se embriagan
esos labios seductores.

Yo suspiro con tus besos
y me marcho no sé a dónde,
porque quiero estar contigo
y ser niño, como entonces.

"...Provocas con tus pupilas
que te mire y me emocione
y se alteren mis latidos
en tus manos y de noche..."

Rafael Sánchez Ortega ©
04/06/13

CANTA EL RÍO, EN SU DESCENSO...

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Canta el río, en su descenso,
una tierna melodía,
remolinos y cascadas
que al mirarlos maravillan.

Hay fontanas que dan saltos
y se ocultan a la vista,
bajo el ojo diligente
del viajero que las mira.

Hay saltitos muy sonoros
con su música divina,
y que brindan dulcemente
estas aguas exquisitas.

Pero hay ríos que se ahogan
y se apartan de la vida,
con sus cauces semisecos
que destilan apatías.

Una rana, muy coqueta
ha llegado hasta la orilla,
a buscar esos sonidos
en la música exquisita.

Más hay ciervos y rebecos
en el bosque, que vigilan,
a las aguas, en los saltos,
y en sus danzas y en sus fintas.

Yo disfruto con el río
y hasta escribo poesías,
sentadito, en un recodo,
sobre el cauce que me mira.

Tú disfrutas observando,
y plasmando en tus pupilas,
esa estrofa, sin palabras,
con un beso que le envías.

"...Canta el río, en su descenso,
y nos deja su sonrisa,
con la música sin nombre
de unas aguas cristalinas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
03/06/13

QUISIMOS CAMINAR Y ANDAR DESPACIO...

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Quisimos caminar y andar despacio
buscando los secretos de la tierra,
más pronto tropezamos con las dudas
y sombras que borraban a las huellas.

Buscamos en el tiempo los suspiros
y el labio suplicante de la estrella,
y sólo contestó a nuestra llamada
el lago del silencio con la niebla.

Volamos por la noche hasta la luna
guiados por la luz de la linterna,
y pronto equivocamos el camino
en medio del desierto y de las letras.

Tratamos de envolvernos en susurros
y espumas de las olas tan traviesas,
logrando que arrecieran los ladridos
de canes apostados en las puertas.

Quisimos resistir frente al olvido
en medio de un otoño de promesas,
y vimos en los árboles, llorando,
sus ramas temblorosas con gran pena.

Buscamos el amor en nuestros cuerpos
con dosis de pasión y sin cadenas,
no viendo los grilletes de las almas
atados con recuerdos en poemas.

Volamos en alegres madrugadas
cubiertos de rocío, como esencia,
y el viento disipó tantos perfumes
cual brisa del nordeste en las mareas.

Tratamos de decirnos las palabras
precisas, desde luego, y muy directas,
pero algo selló pronto nuestros labios
dejando más inquietas las conciencias.

"...Quisimos simplemente amar, y amarnos,
en una comunión de dos poemas,
ojales y botones de una blusa
sublime y con candores de inocencia..."

Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/13

HOY TE VI, CUANDO VOLVÍA...

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Hoy te vi, cuando volvía,
paseando en la ribera,
eras dulce y primorosa
y evocabas las sirenas.

Con el paso primoroso,
la mirada tan sincera,
y esos ojos que buscaban
tiovivos que den vueltas.

Hoy no hay globos de colores
ni alfileres con cometas,
y tampoco los castillos
se deslizan por la arena.

Hay rumores y susurros,
con resacas y galernas,
que tú escuchas en silencio
mientras miras la marea.

Hoy hay olas en la barra
con espumas y azucenas,
que mezclaron los salitres
entre rosas y violetas.

No distingue el horizonte
esa luz que parpadea,
y es posible, que en su llanto,
tenga lágrimas de cera.

Hoy llegaron las alondras,
como siempre tan amenas,
y también las golondrinas
con sus alas tan inquietas.

Ya se ven las mariposas
y en la noche las estrellas,
reflejándose en tu cara
sensaciones muy diversas.

Hoy sonaron dulcemente
las campanas de la iglesia,
y llamaron los relojes
a las siete a la novena.

Ya se escuchan en el alma
los tambores de protesta,
de esa sangre desbocada
que galopa por las venas.

Hoy noté que la sonrisa
no quería estarse quieta
y buscaba, entre los labios,
a tus sueños que desea.

He sentido escalofríos
y un abrazo con gran fuerza,
permitiendo que tu nombre
fuera un beso en mi conciencia.

"...Hoy te vi, cuando volvía,
tan sencilla y tan coqueta,
que sentí que ya te amaba
aunque fuera una quimera..."

Rafael Sánchez Ortega ©
01/06/13

SE MORIRÁN LAS FLORES LENTAMENTE...

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Se morirán las flores lentamente
y volverá el otoño y la nostalgia,
dejando atrás veranos deslucidos
mezclados con alfombras muy doradas.

Las rosas se marchitan en otoño
igual que las caricias en el alma,
no importa que reclamen los inviernos
recuerdos con su túnica sagrada.

Existe el paraíso de los dioses
compuesto por los sueños y la magia,
un mundo, de verdad, muy diferente,
y pleno de ilusiones y de infancia.

Allí se arremolinan las mareas
en pétalos de sangre apasionada,
no hay olas ni gaviotas ni corrientes,
ni lágrimas saladas en resacas.

Se morirán las flores lentamente
y entonces notaremos su gran falta,
la alegre campanilla de alegría,
el dulce tulipán de seda blanda.

Nosotros seguiremos el destino
ajenos al otoño que se pasa,
tampoco vibraremos con el viento
que llega, que nos besa y nos abraza.

Seremos, sin querer, espectadores
del corto intermediario de una marcha,
el paso del verano hacia el invierno
cambiando los colores de las caras.

Tendremos ese tierno escalofrío
del hombre que se duerme mientras ama,
sumido en el delirio y el deseo
de un tiempo limitado por el alba.

"...Se morirán las flores lentamente
y en ellas morirán las añoranzas,
las bellas mariposas de la vida,
las rosas del jardín que tanto amaba..."

Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/13

ES TARDE...

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Es tarde y parece que tu ausencia se prolonga,
pero no importa,
porque yo vengo a dejarte mi beso y abrazo
y a pesar de no tener tus letras
me embriagaré con las otras
de anteriores mensajes,
las que tengo apiladas en el recuerdo,
entre mariposas y tulipanes,
y seguiré aspirando el olor de tu cuerpo
y tus dedos
que dejaron esas palabras inmaculadas,
esos trocitos de cariño
y esas migajas de nostalgia
que ahora paladeo incesantemente.

Es bonito querer así,
y es bonito soñar con utopías,
aunque sepas que tras ellas hay una persona,
unos sentimientos,
un corazón que late y que palpita
y un alma que suspira y que te ama.

Porque de la misma manera que eso
captas y te hace estremecer,
tú también te sientes embrujado
con las letras que te faltan
y aspiras a tenerlas luego, más tarde
ó quizás mañana,
y no te importa el retraso,
ya que el mismo acelerará más aún,
tu corazón enamorado.
Y si es así es porque algo no controlas,
algo que acelera los sentimientos
y hace que la ilusión nacida
crezca y dure, siga viva y palpitanto
y no se apague ni en tus labios
ni en tu alma.

Yo te mando en esta hora, con silencio,
mi plegaria
y con ella mi sonrisa,
y las dejo en tu almohada,
bajo el manto blanquecino de ese rayo
que la luna y las estrellas
dejarán junto a tu lado con ternura.

Sé que es tarde y es de noche
y también, que los susurros de los robles,
hoy me dicen que no tema
y que me vaya hacia mi casa,
ya que ellos te darán este mensaje,
este beso que les dejo,
y este abrazo con tu nombre
que me sale desde el alma.

Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/13

DEJÉ MIS MANOS CERCA DE TU CUERPO...

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Dejé mis manos cerca de tu cuerpo
soñando con extrañas fantasías,
pinceles que esperaban una orden
de un alma palpitando con la vida.

Suspiros retenidos en los dedos,
arpegios como notas bien distintas,
susurros recorriendo, sin palabras,
los valles de tus senos y colinas.

Y entonces comencé con gran cuidado
la danza por tu piel con mil caricias,
retratos que arrancaban los gemidos
e imágenes pacientes y furtivas.

Estábamos en medio de la noche
cubiertos por la bruma y la neblina,
tu cuerpo entre mis manos solamente
cual lienzo inmaculado del artista.

Recuerdo que pedías, extasiada,
un beso, con fervor, en tus mejillas,
el labio que saciara tus deseos
cubiertos por el polvo y por la brisa.

Recuerdo que mis dedos te rozaron
y alzaron un poquito tu barbilla,
mis labios se acercaron a tu cuerpo
besando tu preciosa margarita.

Recuerdo aquel instante, lo confieso,
y el mismo se ha quedado en la retina,
grabado como un sueño y sin pecado
unido a tu figura tan sencilla.

Estabas desnudada, ante mis ojos,
cubierta con candor y una sonrisa,
un halo que emanaba de tu cuerpo
y un faro que legaban tus pupilas.

Y entonces se rompieron los cristales,
los sueños de la eterna algarabía,
mis dedos se encontraron en invierno
sin magia y sin figura tan precisa.

Quedaron los recuerdos destrozados,
ocultas las pasiones encendidas,
en medio de galernas y tormentas
y el alma atormentada por la prisa.

Lloraron las farolas de los parques
mojando a los laureles y glicinas,
mis ojos se secaron cruelmente
ahogados con dolor junto a la orilla.

Sabía que aquel sueño imaginario
se había terminado y no existía,
sabía de tu marcha, para siempre,
muy lejos de mis manos ya dormidas.

"...Dejé mis manos cerca de tu cuerpo
soñando con poder hacerte mía,
un cuadro imaginario, sin pinceles,
de un alma, en su inocencia, renacida..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/13

AÚN RECUERDO LOS SUSPIROS...

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Aún recuerdo los suspiros
y también las mariposas
que nacían en el pecho
cada día a todas horas.

Fueron tiempos muy felices
entre besos y entre rosas,
que pasaron con los años
y volaron con sus hojas.

Pero queda la nostalgia
de volar con las gaviotas,
y elevarse por el cielo
por encima de las olas.

De seguir a las traineras,
a sus remos y a su proa,
y sentir como la espuma
se apartaba presurosa.

Aún recuerdo los suspiros
y las voces tan sonoras,
el tic-tac de los relojes
y el volar de las alondras.

Y recuerda todo aquello
mi cabeza un tanto loca,
donde anida la nostalgia
en un pecho que galopa.

Es la sangre con el eco,
es la lava que me brota,
es el canto de los ríos
que bramando se desboca.

Pero hay flores en las manos,
margaritas se deshojan,
y sus pétalos sencillos
se convierten en alfombras.

Aún recuerdo los suspiros
y también las amapolas
y los besos bien robados
de unos labios en la costa.

Y se queda en mi pupila
una lágrima traidora,
una gota de tus ojos
soñolienta y tan hermosa.

No la pierdo ni la olvido,
y la guardo en una joya
con la eterna referencia
de aquel beso que te honra.

Sigo siendo sólo un niño
y en el fondo la persona,
que ocupó tu sentimiento
más allá de toda sombra.

"...Aún recuerdo los suspiros
de las noches tan hermosas,
y aquel tiempo que fue nuestro
se escapó con alas rotas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/05/13