6.328 - PASÓ DESPACIO...
Pasó despacio
volando, la gaviota,
hacia la playa.
Dejaba el puerto
en busca de alimento
que no encontraba.
Hoy, las traineras,
llegaban de vacío
y sin jornal.
Quizás la playa
con olas y resacas
diera su fruto.
Y allí encontraran
el pez, en la restinga,
tan codiciado.
Yo contemplaba
su vuelo, sin palabras,
mientras pensaba.
Pensaba en ti,
mi rosa de los vientos
y mar azul.
En un clavel
de versos y de sueños
entrelazados.
Y oí susurros
de voces y sirenas
que suspiraban.
Te sonreí,
pasado que regresas
con utopías.
Atrás quedaron
los ratos de la infancia
y aquel poeta.
Hoy, el invierno,
acude y estremece
mi realidad.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/09/25
6.327 - MIRÉ LA MESA...
Miré la mesa
repleta de papeles
y en gran desorden.
Muchos papeles
con letras apiñadas
que me llamaban.
Versos quebrados,
relatos inconclusos
y algún ensayo.
Signos y letras
salidos de mi pluma
en ratos de ocio.
Y yo mirando
la marcha del verano
y de mi vida.
Llega el otoño,
con hojas que se apagan,
eso pensaba.
Me estremecí
de forma involuntaria,
sin darme cuenta.
Era verdad
el mundo de las letras
me lo decía.
Y es que entre ellas,
y encima de la mesa
había otoños.
Era la vida
creada de mil formas
en los escritos.
En sus latidos
estaba lo que siento
y lo que pienso.
Había vida
latente, que mis dedos,
iban dejando.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/09/25
6.326 - BUSCABA EL MAR...
Buscaba el mar,
sin prisa, la gaviota,
muy de mañana.
Cielos oscuros
dejaban el anuncio
de una galerna.
Los marineros
miraban, temblorosos
la dura barra.
Había dudas
salir o no a la mar,
duro destino.
Porque los cielos
y el mar con sus presagios
metían miedo.
Miedo al naufragio
que cuentan los mayores
se cobró vidas.
Pero las dudas
y el pan que precisaban,
era su lucha.
Es dura estampa
narrada en los relatos
de mis abuelos.
Hoy la rescato,
la dejo en estos versos
con un suspiro.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/09/25
6.325 - EN LAS MONTAÑAS...
En las montañas
el sol sale primero
y anuncia al día.
Sopla a las nubes
la brisa de sus cimas
recién despiertas.
También los ríos
se animan con sus cantos
en los meandros.
Surge la vida
del sueño de la noche
y del silencio.
Y emprendes vuelo,
pequeña mariposa,
desde mi lado.
Vuelas al cielo
llevando mis suspiros
entre tus alas.
Vas con mis sueños
bordando mil colores
sobre la brisa.
Hay un susurro,
con nieve entre los labios,
que es para ti.
Y es que te quiero,
no importa la distancia,
y tú lo sabes.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/09/25
6.324- SE DESPERTÓ...
Se despertó
el mar y las resacas
junto a la playa.
Fueron las olas,
primero perezosas
las que cantaban.
Con su cadencia,
de algas y corales,
enternecían.
¡Cuánta belleza
dejaba la mañana
y el nuevo día!
Pensaba en ti
bailando entre las olas
que te mojaban.
Te vi nadar,
saltar y acariciarlas
en un instante.
Por eso vino
tu nombre hasta mis labios
que susurré.
Quería verte,
tenerte entre mis brazos,
sentir tus labios.
Quería darte
mi amor y mi cariño
en la distancia.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/09/25
6.323 - DESPIERTA EL DÍA...
Despierta el día
y el alba ya bosteza
con sus caricias.
Sus finos rayos
alegran la mañana
y nos sonríen.
Llovió en la noche
y hay charcos en el suelo
del dulce llanto.
Unos jilgueros
saludan a las flores
en los jardines.
Hay una fuente
que ofrece, en una esquina,
agua fresquita.
Tú te despiertas,
bostezas y sonríes,
con lo que ves.
Hay poesía,
y sientes que tu vida
tiene sentido.
Amor profundo,
se oculta en cada instante
que te rodea.
Todo es ahora:
el día te reclama
y tú despiertas.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/09/25
6.322 - QUISIERA...
Quisiera ver,
de noche, las estrellas,
en tu regazo.
Y contemplar
tus labios, temblorosos,
para besarlos.
Luego soñar
contigo, eternamente,
y así dormir.
Quisiera ser
un niño, todavía,
y no crecer.
Y que ese niño
cargara con tus sueños
y tu mochila.
Seré feliz,
sin duda, no lo dudes,
con tus sonrisas.
Quisiera estar
soñando fantasías
en plena noche.
Te las diría,
en forma de relatos
y de poemas.
Breves susurros,
en forma de suspiros,
para tu alma.
Y en tu regazo,
dormir sobre tu pecho,
mirando el cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/09/25
6.321 - YO VI LA LUZ...
Yo vi la luz,
lejana, de sus ojos
en plena noche.
Era la luna
saliendo a hacer su ronda
con las estrellas.
Algo buscaban,
sin prisa, tus pupilas
encantadoras.
Y comprendí
que el beso de la noche
iba en tus labios.
Y que tus manos,
sin duda, angelicales,
daban caricias.
Y hasta tu voz,
que hablaba, sin palabras,
dejaban calma.
Por eso quise
robarte unos instantes
y fui hasta ti.
Mi corazón
latía, acelerado
y desbocado.
Tenía miedo
y tú, con tus dos brazos,
me recogiste.
"Duerme mi niño",
dijiste en un susurro,
y fui feliz.
En tu regazo,
mis ojos se cerraron
y al fin soñé.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/25
6.320 - ALGUNA VEZ...
Alguna vez
le dije a las estrellas
cuánto te amaba.
Era de noche.
Saliendo del refugio
mirando al cielo.
En las montañas
afloran sentimientos
y las palabras.
Así desnudas
el alma, ante la noche,
y te confiesas.
Habla tu boca
si miedo y hay suspiros
del corazón.
Y es que el amor
que sientes y que guardas
busca tus ojos.
Quiero su luz,
y el faro de mi barca
que sean ellos.
Esas pupilas,
alegres y sencillas,
que tanto añoro.
Alguna vez,
le dije a las estrellas
cuánto te amaba,
en mi silencio...
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/25
6.319 - NO VOLVERÁN...
No volverán
los días de la infancia
a repetirse.
Se quedarán,
los sueños y recuerdos
en la memoria.
Y poco a poco
el tiempo irá borrando
viejas secuencias.
"Es ley de vida",
dirán, nuestros amigos,
para animarnos.
Pero a lo lejos
los miedos de la infancia
regresarán.
Serán constantes
las dudas y preguntas
sobre la vida.
Y marcharás
buscando las respuestas
siempre lejanas.
Pero será
la voz de algún poema
la que te alcancen.
Hará vibrar,
y luego estremecerse
a tus sentidos.
Y es que tu alma
tendrá entre sus latidos,
también la vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/25
6.318 - PESA EL SILENCIO...
Pesa el silencio
y más, si es del amigo
que ahora te evita.
Duele la ausencia,
la falta de palabras,
su compañía.
Ese vacío
te clava en las entrañas
como una daga.
Buscas motivos,
excusas que no entiendes
para su ausencia.
Pero el silencio
es terco y es tozudo
y se mantiene.
Cargas con él
y tratas de entenderlo
y hasta te engañas.
Hablas al hombre,
que un día fue tu amigo,
y compañero.
Pero a tu voz
responde otro silencio
desgarrador.
Y quedas solo,
envuelto en esa bruma,
con tu dolor.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/25
6.317 - YA NO TE ENTIENDEN...
Ya no te entienden,
amigo, no te entienden
y eso te duele.
Te encierras solo
viviendo en un refugio
que no existe.
Y deberías
regresar, vivir el hoy
y estar presente.
Pero te engañas
y sin qurerlo mientes
día a día.
Te duele el que
te digan que estás solo
en esta barca.
Vas sin remos,
sin timón, sin velamen,
sin horizonte...
Un rayo
de esperanza se pierde
en la distancia.
Y tú rezas,
en silencio, a ese Dios
que no responde.
Le pides fuerzas,
que alivie tu calvario
y te devuelva
las ganas de seguir.
Te responde
la tormenta en un suspiro
con un trueno,
como música de fondo.
Unas gotas,
con su tinta, se deslizan
al cuaderno
con tus versos.
Tú las miras
y ves sangre y agonía
en esas letras.
Los ojos se cierran
al sueño de la vida,
y los labios que musitan
su última plegaria.
Ya no te entienden,
amigo... y sí,
si que te importa,
aunque lo niegues.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/09/25
6.316 - DE NUEVO SURGE...
De nuevo surge
la bruma del invierno
en este día.
Con su silencio
congela los recuerdos
de la jornada.
Y es que parece
que el alba está dormida
y no despierta.
Hasta en el parque
se sienten las ausencias
en los gorriones.
Porque las ramas,
desnudas, no los tienen,
y están vacías.
Solo unos pasos
de niños que madrugan
y van al cole.
Cierto tranvía
se intuye, en la distancia,
en unos sueños.
Y tú sonríes,
poeta que esto escribes,
mientras suspiras.
As es la vida,
un día que comienza
bajo la bruma.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/09/25
6.315 - SE MARCHA AGOSTO...
Se marcha agosto
y vemos a septiembre
llegar temblando.
Viene el otoño,
la época dorada
con tantos sueños.
Cambian los árboles
sus trajes y vestidos,
igual los campos.
Hasta el ambiente
de pueblos y ciudades
pierde la luz.
Y es que el verano
se marcha y nos entrega
su fiel preludio.
Color y música
se abrazan con paisajes
y sentimientos.
Es una alfombra
de paz para el invierno
que está lejano.
Y mientras tanto
las almas se alimentan
con nuevos sueños.
Es el amor,
susurran los románticos,
es el otoño,
responden los poetas.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/25
6.314 - MARCHABA EL TREN...
Marchaba el tren
llevándose el verano
ya marchitado.
En sus vagones
las olas y montañas
se desbordaban.
Eran recuerdos,
fragmentos de los cuerpos
que regresaban.
Atrás quedaban
los sueños y paisajes
donde volamos.
Y se acercaban,
con pena, a las ciudades,
donde vivían.
Porque el verano
y, en él, las vacaciones,
se terminaban.
Rumbo al presente
el tren serpenteaba
sin detenerse.
Hacia el otoño,
mil sueños transportaba
desde el estío.
Y en los cristales
dos almas, en silencio,
se despedían.
Mas en sus ojos,
de amor y de ternura,
aún sonreían.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/25
6.313 - VUELA PALOMA...
6.312 - FUERON TUS BESOS...
Fueron tus besos,
fundidos con la brisa,
los que recuerdo.
Aquel instante
pervive en mis pupilas
y no lo olvido.
Fuimos un nrío,
dos cuerpos en silencio
buscando fuego.
Hoy, el verano,
susurra que el otoño
ya se aproxima.
Que llegarán
las brumas y borrascas
del sudoeste.
Que ell tiemjpo siembra
los sueños que algún día
fueron jardines.
Y yo me invento
tu imagen a mi lado
por no perderte.
Fuiste real,
vivimos en presente
y nos amamos.
Y aquellos besos
que unieron nuestras almas
siguen latentes
y van conmigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/08/25
6.311 - DUELE EL SILENCIO...
Duele el silencio,
escapa de la noche
y roza al alma.
Brumas siniestras
y labios que musitan
una oración.
Pero el silencio
congela las palabras
que están marchitas.
Estás herido
tu cuerpo se estremece
y hoy estás solo.
Buscas la luz,
con música del cielo
y las estrellas.
Pero los cielos
están enmudecidos
y no contestan.
Se fue el amor,
y te dejó muy solo
con unos sueños.
Lloran tus ojos,
se empañan las pupilas,
y duele el alma.
Y es que el silencio
refleja el triste otoño
que va contigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/25
6.310 - IBAS DESCALZA...
Ibas descalza,
andando por la arena,
junto a las olas.
Mirabas lejos,
quizás al horizonte,
tras las resacas.
Me cautivó.
la eterna interrogante,
del ¿qué buscaba?
Quizás un sueño,
tal vez a una persona
a quien amabas.
Y es que las olas
traían en su espuma
mil ilusiones.
Eran suspiros,
susurros de los cielos
y las estrellas.
...Quise un milagro,
tenerte entre mis brazos
y darte un beso.
Pero el verano
de luz y de colores
ya terminaba.
Seguí mirando
tus pies sobre la arena
que te besaban.
Y deslicé
mis ojos hacia el cielo
pero no estabas.
Todo era un sueño,
pasión de un peregrino,
que agonizaba,
en su verano.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/25
6.309 - UN NUEVO DÍA...
Un nuevo día
temblando se presenta
ante mis ojos.
Me faltas tú,
extraño tus caricias
sobre mi cuerpo.
Y es que la brisa,
del mar y del nordeste,
hoy no ha venido.
Miro a las nubes,
también al horizonte
y luego al cielo.
No veo nada,
tan solo algunas olas
y las resacas.
Digo tu nombre
y juego con sus letras
y hasta sonrío.
Grito a los cielos,
les pido que me digan
en donde estás.
¿Qué ha sucedido
que hoy no me despiertas
con tus caricias?
Y es que mi mar,
el mar con el que sueño
hoy está ausente.
Me siento triste,
preciso tu presencia
en este agosto.
Algo me dice
que el sol está brillando
sobre las nubes.
"Y aunque hoy mi mar
no cante entre las olas,
tu sol me alcanza".
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/25
6.308 - FUERON RESCOLDOS...
Fueron rescoldos
de llamas y pasiones
los que quedaron.
¡Grandes incendios,
terrenos calcinados,
tierras sin nombre.
Y en contrapunto
dos cuerpos enzarzados
en su pasión.
La vida sigue,
el fuego se desborda
y arden los bosques.
Y mientras tanto
los cuerpos en los lechos
sacian su amor.
Quedan rescoldos
de fuegos y veranos
otra vez más.
En la humareda
de llamas y suspiros
se busca al sol.
Ese "rescoldo"
de luz y de esperanza
con su candor.
De aquel verano
conservo su agridulce
"fuego y amor"
No sé si puede
caber en unos versos
tanto rescoldo.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/08/25
6.307 - POR QUÉ SERÁ...
¿Por qué será
que vuelven los recuerdos
de aquellos días?
Y aquel verano,
igual que tantos otros,
sigue latente.
No los olvido,
tampoco tu presencia
y compañía.
Porque en aquellos,
entre charlas y sendas,
nos conocimos.
Y compartimos
vivencias y sonrisas
y hasta descansos.
Y es que recuerdo
los ratos y el descanso
en las campiñas.
Allí, tumbados,
envueltos en silencio,
mirando al cielo.
Había paz
y magia, contenida,
en nuestras almas.
Y así viví,
sintiendo tu presencia
y tu amistad.
Por eso siguen
latiendo esos veranos
dentro de mí.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/25