6.088 - RECUERDO...
Recuerdo aquellos días de la infancia
soñando con sirenas de coral,
nublaba, mis sentidos, su fragancia,
igual que una sonrisa angelical.
Hoy veo, con agrado y elegancia
el tiempo que ha pasado en un cristal,
la bola de inocencia e ignorancia
reflejo de un principio y de un final.
Acepto de ese tiempo el contenido,
dejando en el recuerdo, tanto encanto,
y admito que he amado y he querido.
Por eso, en el presente, evito el llanto,
y surge la sonrisa en el gemido,
lo mismo que la lluvia imita al canto.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/25
6.087 - RECORRO...
Recorro, en el presente,
aldeas y ciudades
buscando la nostalgia
y el polvo de sus calles.
Musito, pues, tu nombre
en plazas y por parques,
aquellos que, un buen día,
sin prisa me enseñaste.
Reviso los papeles
que guardo en el estante
por ver si algunos versos
acuden al rescate.
Te busco, y soy consciente,
de estar buscando en balde,
recuerdo tu figura
el día que marchaste.
Recorro, con mis sueños,
los tiempos y saudades,
que un día compartimos
para olvidar más tarde.
Intentaré, si puedo,
sentir lo que tú sabes,
que te amo todavía
y no puedo olvidarte.
Y volverán, recuerdos,
con sueños invernales,
a sacudir fogosos
el ritmo de mi sangre.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/25
6.086 - RECORRERÉ...
Recorreré,
rincones y desvanes
por dar contigo.
Musitaré
tu nombre, largamente
por si estás cerca.
Revisaré
las cartas perfumadas
que me escribiste.
Te buscaré en
las plazas y jardines,
que me enseñaste.
Recorreré
las sendas y caminos
que tanto andamos.
Intentaré
que lleguen mis susurros
a tus oídos.
Y detendré,
el tiempo, si es preciso,
hasta encontrarte.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/25
6.085 - PUDO SER QUE EN EL PASADO...
Pudo ser que en el pasado
confundiera sentimientos,
personajes y utopías
que surgían en el tiempo.
Fue la edad de la inocencia,
de vivir, y solo en eso,
consumir las energías
y pasiones de los cuerpos.
Hoy en día, ese pasado,
queda ya un poco lejos,
aunque es parte de la vida
que nos muestran los recuerdos.
Pero estamos en presente
y la vida es más de aquello,
que bonitos y agradables
también tuvo su misterio.
Hubo nervios e ilusiones
que mezclamos con los miedos,
y romances de novelas
que vivimos con anhelo.
Hoy la historia es más tranquila
y la vida del "viajero",
surca en barca por los mares
de un otoño hacia el invierno.
Y se ven las primaveras,
ya lejanas y a lo lejos,
con promesas y gaviotas
que llevaban a los puertos.
Un suspiro se desgrana
de los labios con un beso,
por un tiempo y el pasado
que en el pecho está latiendo.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/01/25
6.084 - EL DÍA ESTÁ TRANQUILO...
6.083 - EL SUELO BLANCO...
El suelo blanco,
por culpa del rocío,
espera al sol.
La larga noche,
de enero y del invierno,
tiene la culpa.
Cayó el rocío
con lágrimas del cielo
toda la noche.
Y un manto blanco
se ofrece, tembloroso,
ante los ojos.
El sol, despierta,
y sale lentamente,
casi temblando.
Le cuesta mucho
alzarse por el cielo
sobre la helada.
Mientras, el frío,
se ceba con las tierras
y con las calles.
Casas y parques
ofrecen su blancura
tan peculiar.
"...No es la nevada,
susurran los gorriones,
es el rocío..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/25
6.082 - YA MADRUGAN LAS GAVIOTAS...
Ya madrugan las gaviotas
que hoy barruntan la tormenta,
y hasta vuelan campo adentro,
alcanzando a las aldeas.
Esas casas agrupadas,
paradigma de mi tierra,,
con sus gentes y relatos
orgullosas de sus gestas.
De estas casas han salido
los muchachos con maletas,
para ir a las ciudades
y a los pueblos a por perras.
Era ley de los mas pobres
el ganarse la peseta
y mandar a sus ancestros,
el sobrante y la remesa.
Fueron tiempos de un pasado
de penurias y miserias,
con recuerdos de familias
y de sueños y promesas.
Hoy, reviven los recuerdos,
las gaviotas que se acercan,
y que dejan pinceladas
de resacas en las huertas.
Es la vida, tú te dices,
como el canto de un poema,
y sus versos son las risas
con los llantos de sus penas.
Despertemos a este día
que nos dejan las mareas,
y miremos las gaviotas
en su vuelo sobre ellas.
Volverán, no tengas miedo,
en su vuelo hacia la aldea,
a llevar las ilusiones
a las gentes que allí quedan.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/25
6.081 - NUEVAMENTE LLEGA EL FRÍO...
Nuevamente llega el frío
con los días del invierno,
de este enero perezoso
que nos deja el año nuevo.
Y persiste con la lluvia
con tormentas y con vientos
y con nieblas silenciosas
de bufandas y sus velos.
Bien se añora aquella lumbre
y los ratos junto al fuego,
en hogares y en cocinas
de otros años y otros tiempos.
Fueron años juveniles
hoy perdidos con recuerdos,
que han quedado tras la niebla
en rincones del cerebro.
Son jirones y añoranzas
que regresan, como versos,
en las letras que a diario
se deslizan al cuaderno.
Y estas letras tienen vida,
llevan sangre a nuestros dedos,
y acelera los latidos
que renacen en los pechos.
Surgen brasas con la leña
y relatos y algún cuento,
al abrigo de la lumbre
y a la sombra del abuelo.
Y es que el tiempo se detiene,
vuelve atrás su minutero,
y nos lleva en un instante
a ese mundo tan sincero.
Fue un instante de la vida,
primavera y hoy recuerdo,
que perdura, en el presente,
y que vuelve a nuestro encuentro.
Con la niebla en los cristales
hoy me abraza todo aquello,
son retales de un poema
en un viejo pensamiento.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/25
6.080 - A VECES. LAS PALABRAS...
A veces las palabras
se quedan en silencio,
en labios que musitan
plegarias con los rezos.
Pero estas enmudecen
y surgen de muy dentro,
pidiendo una limosna
al reino de los cielos.
Se pierden esperanzas
al paso de los tiempos,
por brisas traicioneras
que soplan con los vientos.
Son ráfagas crueles
que azuzan nuestros miedos,
sacando de las almas
gemidos y lamentos.
Se quedan las palabras
mascando el padrenuestro,
que un día recogimos
del aula, en el colegio.
Nos queda otra palabra,
que vive y que no ha muerto,
que va con nuestra sangre
y sigue aún latiendo.
La tierna poesía,
susurro de los sueños,
la eterna cenicienta
de amantes y bohemios.
Y a ella va el gemido,
el llanto y el lamento,
buscando su sonrisa
y el labio con el beso.
¡Bendita la palabra
que alivia así, el silencio,,
por medio del poema
que surge de unos versos!
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/25
6.079 - ES ALGO TARDE...
Es algo tarde
para correr, deprisa,
tras de tus pasos.
Por eso paro,
me fijo en tus pisadas
sobre la arena.
Llega la noche,
la oscuridad comienza
y nos separa.
Pero yo insisto.
Enciendo la linterna
para seguir.
Sobre la orilla
se ven algunas huellas
que yo persigo.
Y así, me digo,
que puede sean tuyas
y eso me anima.
Sé que es de noche,
que el tiempo y las resacas
van avanzando.
Pero el poeta
prosigue su utopía
tras unas letras.
No importa el tiempo,
ni el manto de la noche,
con soledad.
Hay una luz
que guarda la esperanza
y ese es el faro.
que yo persigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/01/25
6.078 - LA VIDA NOS OFRECE...
La vida nos ofrece
sorpresas cada día,
en unas caras tristes
y en otras de alegría.
Hay nubes que amanecen
con gracia y colorido,
y hay cielos que se empañan
y lloran de corrido.
Por eso hay que tomar
del día paz y calma,
obviando las tensiones
y nervios para el alma.
Veamos en las flores
la luz y la belleza,
y amemos ese encanto,
deprisa y sin pereza.
Seamos como el niño
que busca su juguete,
y cede a los amigos
un sitio en el banquete.
Los juegos se comparten
y hay mundos paralelos,
el mundo de la infancia
que mira hacia los cielos.
Seamos como el niño
que busca en su inocencia,
la esencia de la vida
a base de paciencia.
Paciencia, mal llamada,
con prisas de la infancia,
y verbos juveniles
de apenas importancia.
En fin, que en estos versos,
hoy dejo la locura,
la brújula se pierde
en nueva singladura.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/25
6.077 - LAS GOTAS DE LLUVIA...
Las gotas de lluvia
mojaban el suelo,
formando unos charcos
que iban creciendo.
Un hombre miraba
los aros aquellos,
dibujos trazados,
por dedos traviesos.
Pero eran las nubes
origen de ellos,
un labio invisible
mandando sus besos.
Así divagaba
el hombre del cuento,
buscando la rima
de lluvia y del verso.
Las nubes oscuras,
con paso muy lento,
marchaban deprisa
regando los huertos.
Y el hombre, poeta,
sentía muy dentro
la lluvia del alma
del dios de los cielos.
Había tristeza,
dolor y hasta miedo,
en esa mirada
buscando consuelo.
Consuelo del hombre
que anhela el "te quiero",
que venga a su oído
cual niño pequeño.
Consuelo del niño
que pide, en silencio,
amor y ternura
haciendo pucheros.
Y en este poema
no olvido al abuelo,
paciente figura
que busca el pañuelo,
Para él esta lluvia
son rimas del cielo,
que van a los niños
en forma de premio.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/25
6.076 - HE BUSCADO...
He buscado en los rincones
los regalos y promesas,
encontrando telarañas
olvidadas e incompletas.
Pasó el tiempo de los sueños
y mirar a las estrellas,
deseando que unos magos
completaran sus leyendas.
Pero el cuento y el relato
no decían, en sus letras,
de regalos para el hombre
escritor y mal poeta.
Y el encanto se quedaba
entre el sueño y la marea
de resacas juveniles
y la infancia que se aleja.
Pero el guiño que el destino
hace al hombre en estas fechas,
no le aparta de los sueños
ni utopías quinceañeras.
Es la vida la que traza
los caminos y veredas,
con los premios y regalos
del esfuerzo en la tarea.
Y los sueños de los niños
se cultivan y conservan
en preciosos manantiales
con retazos de agua fresca.
Ya se van los Reyes Magos,
sus regalos aquí quedan,
a los niños con sus juegos
y a los grandes en sus venas.
Seamos niños, sin embargo,
y aceptemos lo que venga,
las sonrisas de estos días
dejan paz en los poemas.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/01/25
6.075 - EXTRAÑO TU VUELO...
Extraño tu vuelo
y el silencio es la respuesta
a los ojos que te buscan.
No te veo en las mañanas,
ni en las tardes
y me pierdo y me confundo
persiguiendo tu silueta
en las sombras que comienzan.
Es inútil el correr tras la utopía
de unos sueños invisibles
que nacieron y llevaron
la sonrisa hasta mis labios.
Es absurdo continuar en ese bucle
de resacas y mareas, como un mar,
que, ya cansado, va a morir
sobre la arena de la playa.
Los suspiros te acompañan
como dulce melodía en ese instante
en que agachas la cabeza
y contienes una lágrima rebelde
que se escapa de tus ojos.
Nada entiendes, ni comprendes
de la ausencia y el olvido
que te quema las entrañas.
Te postulas y preguntas
si la culpa es de tus actos,
o si alguna insinuación
fuera enviada lastimando los sentidos,
y ese vuelo, en "libertad",
que yo siempre he vislumbrado
en tu persona.
Si es así, y soy culpable, dímelo,
pero que sea con palabras que yo entienda
y me acusen de la falta cometida
y asumiré, si es lo correcto, lo que digas,
aclarando, si es posible, discrepancias
de la niebla y de la bruma que separa
nuestras vidas.
Ya no sé qué más decirte, mariposa,
pero espero que me leas y te lleguen
estas líneas mal escritas y con ellas
el cariño y la ternura que nació
y que te profeso, con respeto.
Desde el tiempo y el silencio
yo quisiera que los cielos
me enviaran tus palabras
y con ellas la respuesta
para ver tras esta tiniebla
lo que ahora se me escapa,
y no veo, porque estamos en invierno
y no sales a volar ni a regalar,
con tu presencia, el colorido
y el candor por los caminos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/25
6.074 - AUNQUE EL DÍA ACABE...
Aunque el día acabe
y la noche llegue
tú vendrás conmigo
a pisar la nieve.
De las negras sombras
llamará la fuente,
con el grifo abierto
y su rezo breve.
Y hacia ella iremos
con el paso alegre,
la sonrisa austera
por el campo verde.
Beberán los labios
ese beso ausente,
con el agua fresca
que a la sed se lleve.
Y con ese néctar
bajará la fiebre
de la sangre altiva
y quizás ardiente.
Y seremos niños,
otra vez, si quieres,
juntando en la noche
los sueños pendientes.
Serán sin palabras,
rozando las sienes,
los besos, sin nombre,
de amor, en septiembre.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/25
6.073 - SONRÍEN LOS CIELOS...
Sonríen los cielos
en esta mañana
y un cierto optimismo
nos deja en el alma.
Hoy suenan timbales
en zonas lejanas,
que, en breve se acercan,
por calles y plazas.
Serán ya, los Reyes,
se dice y se habla,
o puede que Pajes,
alegres que pasan.
Pastores y niños
proclaman sus ganas,
de ir a su encuentro
y verles las caras.
Asoman estrellas
luciendo sus galas,
guiñando los ojos
traviesos, con galas.
La luna sonríe
con manto de plata,
y envía un abrazo
con orla de escarcha.
Se notan suspiros,
también esperanzas,
y algunos susurros
en niños que cantan.
Hoy vuelven recuerdos
de tiempos y etapas,
con niños nerviosos
que antaño esperaban.
Y así, viejos sueños,
resurgen y claman,
pidiendo a los Reyes
algunas migajas.
Migajas y sueños,
sonrisas doradas,
que animen los ojos
del niño en su casa.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/25
6.072 - LA NIEBLA NO QUIERE...
La niebla no quiere
dejar a los campos,
el suelo se carga
de lluvia y de barro.
En esta mañana,
de invierno en, que estamos,
enero nos dice
que pasa de largo.
Que corren los días
y no nos durmamos,
que el tiempo se pasa
y viene otro año.
La vida prosigue
y deja de lado,
las fiestas, las luces,
comidas, regalos...
Fragmentos de tiempo,
segundos robados,
que ya son historia,
con ecos y pasos.
Vivimos la vida
con freno de mano,
vagando sin rumbo
por pisos con fango.
Y obviamos suspiros,
susurros alados,
huyendo de un mundo
que escapa a las manos.
La niebla, en los ojos
nos ciega en el llanto,
y así precisamos
el beso y el labio.
El labio del cielo
y el beso robado,
igual que un poema
que emite su canto.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/25
6.071 - DE NUEVO EL SILENCIO...
De nuevo el silencio
inunda las calles,
no hay gritos de niños
ni vuelos de aves,
tampoco camiones,
ni coches que pasen.
Comienzan los días
del año y las clases,
están silenciosas,
vacías, sin nadie,
pues hay vacaciones
de niños y padres.
Se nota el invierno,
los días que nacen,
con esos colores
tan tristes y graves
que arrancan suspiros
de niños y grandes.
Se visten los cielos
con ropas saudades,
y asoman recuerdos,
que están en desvanes
guardados, con mimo,
con celo del viaje.
Prosigue la vida
el día que nace,
y asoman, temblando,
los ojos audaces,
aquellos que vibran
mirando el paisaje.
Y tú te consuelas,
poeta del aire,
buscando en la niebla
el verso que pase,
aquel que, en la bruma,
perdió su romance.
Le ofreces un beso,
tu pluma y tu sangre,
le das tu cariño
de amigo y compadre,
y viaje en tus labios
por tierra y por mares.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/25
6.070 - ABRIR LAS PUERTAS DEL ALMA...
Abrir las puertas del alma,
buscar, tras ellas, silencio,
con esa paz y alegría
del ya, presente, año nuevo.
Es lo que hacen los hombres,
en cada año, en enero,
para encontrar, asombrados,
solo el producto de un sueño.
Sueño que nace en la infancia,
y se renueva en el tiempo,
con cada año que pasa
en un feroz adulterio.
Así se mezclan ideas
con realidad y deseos,
para buscar en tinieblas
esos regalos y anhelos.
Y confundimos la vida
con los milagros del cuento,
en la febril esperanza
de conseguir algo bueno.
Pero a los Reyes soñados
no les importan los rezos,
ni las palabras veladas
de tantos labios con miedo.
Siguen, sin prisa, el camino,
de regresar a sus reinos,
tras visitar en la tierra
ese Belén de los cielos.
Y abajo quedan los hombres
con tantos niños hambrientos,
intercambiando las risas,
por unos llantos sinceros.
Pasan los días, en tanto,
cesan los cantos y sueños,
sigue el trabajo y el hombre
vuelve a la vida, despierto.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/25
6.069 - SE VA QUEDANDO VACÍO...
Se va quedando vacío
el desván de los recuerdos
y ya se ven telarañas
por las paredes y techos.
Es un rincón venturoso
en donde duerme el silencio
y le acompaña utopías
con los retales del sueño.
Sueños que fueron creados
en diferentes momentos,
y con personas variadas
con sus sonrisas y miedos.
Y allí quedaron los días
con los segundos inciertos,
y las palabras sin nombre
que devolvieron su eco.
Hoy que, detengo mis pasos,
veo el desván que recreo,
y hasta retorno a esos días
con sentimientos diversos.
Puede sentir la alegría
y hasta el dolor del acero,
pero seguí caminando,
con el amor en el pecho.
Era la búsqueda amarga,
de la pasión y el deseo,
juntos, siguiendo la senda
que se perdía en el cielo.
Y así sentí que mis labios
balbuceaban "te quieros,
y recibían respuestas,
desde el silencio, con besos.
Era la etapa dorada
de juventud y aire fresco
que devolvía la vida
a quien seguía sus versos.
Porque el poema soñado,
estaba cerca, y no lejos,
y se prendía en el alma
y allí gritaba, en silencio...
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/25